Los humanos somos comedores sociales. A menudo compartimos las comidas con los amigos o la familia y aprovechamos la oportunidad para socializar o discutir los temas del día.
La diferencia entre los humanos y otros animales (en lo que respecta a la alimentación social) radica en nuestra motivación. Mientras que los humanos cenan juntos en gran medida por razones sociales, los animales lo hacen porque cazan juntos o necesitan permanecer juntos por protección.
Aquí tienes un vistazo a ocho animales que son comedores sociales y a cómo comparten la comida.
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Manta rayas
Las mantas a veces se alimentan individualmente y emplean muchas estrategias de alimentación que coordinan con otras mantas. Estas estrategias cambian en función de la disponibilidad de plancton. Por ejemplo, forman filas como gansos migratorios, lo que a veces implica que 150 rayas naden en un círculo cerrado para crear un evento de alimentación ciclónica. Estas formaciones duran hasta una hora y crean un vórtice en el centro. Visto desde arriba, parece una espiral en sentido contrario a las agujas del reloj. El vórtice hace que el agua llena de plancton fluya hacia sus bocas abiertas, que luego tamizan a través de las placas branquiales en forma de rastrillo.
Las mantas también utilizan una estrategia de alimentación a cuestas en la que una raya más pequeña nada directamente sobre otra raya que se alimenta, coordinando las aletas pectorales. En estas pilas de manta a cuestas pueden participar hasta cuatro rayas. La estrategia permite a las mantas más bajas capturar el plancton que desciende para evitar la boca abierta de la raya más alta de la pila.
Leones
Una manada de leones puede tener un rey, pero las hembras, más ligeras y ágiles, son las que matan a las presas y se llevan la comida a casa. Los leones suelen cenar juntos al amanecer y al anochecer tras una cacería exitosa.
Sin embargo, hay una brutalidad particular en la estructura social de la alimentación de los leones. Aunque los leones cazan juntos, los machos comen primero – y son codiciosos. Cuando los machos terminan, las hembras que han cazado participan en el festín, seguidas de las otras hembras y luego de los cachorros.
Cebras
Las cebras son un ejemplo de animales que comen juntos por necesidad. Su mentalidad de manada las convierte en objetivos más difíciles de atacar. Se alimentan de hierba y trituran hojas y cortezas durante el 60 u 80 por ciento del día. Prefieren determinados tipos de hierbas verdes como alimento, y sus esfuerzos por encontrar esas hierbas los convierten en una especie pionera que marca el camino a otros animales que pastan en la sabana.
A diferencia de los leones que los cazan, no tienen jerarquía social entre sus grupos familiares. Varias parejas de yeguas forman grupos familiares de cebras hembras, y los machos forman manadas de solteros sin líder aparente. Estos grupos familiares se mantienen unidos cuando se unen a rebaños masivos.
Suricatas
Las suricatas saben que la unión hace la fuerza, aunque las suricatas individuales suelen buscar su propia comida. Sin embargo, cuando cazan presas más grandes, como una lagartija o una serpiente, los suricatos se dan un festín con su premio en grupo.
Esta especie de mangosta altamente social vive en madrigueras con hasta 40 miembros. Como no tienen almacenes de grasa, deben buscar comida cada día. Cuando lo hacen, una o varias suricatas hacen de centinelas mientras otros miembros comen para advertirles de los peligros que se acercan.
Hienas
Las hienas manchadas rebuscan juntas, cazan juntas y se dan un festín juntas. Cuanto más grande es el grupo (llamado cacareo), más grande es la presa que cazan. Una cacatúa también puede ahuyentar a un león macho adulto (su mayor competencia alimentaria) de una presa para conservarla para sí.
La hora de comer para las hienas no es un asunto de risa. Las hienas manchadas adultas pueden consumir 30-40 libras de carne en 25 minutos. En este caso, el que madruga se lleva la carroña; los que llegan tarde a las comidas acaban triturando y pulverizando los huesos sobrantes. Después vomitan las pezuñas y el pelo.
Buitres
Los buitres pueden buscar la carroña solos o en bandadas, y una vez que la encuentran, se corre la voz rápidamente. El mensaje se transmite rápidamente a otras aves, y pronto las masas se unen al festín. El zoo de San Diego llama a estos carroñeros «equipo de limpieza de la naturaleza», y no come si llega tarde a la mesa.
Algunos buitres se posan con sólo 10 o 12 más, mientras que otras especies viven en colonias de hasta 1.000 individuos. Son muchos picos que alimentar.
Flamencos
Una bandada (también llamada flamboyán) de flamencos puede parecer bonita desde la distancia, pero las aves tienen un pequeño y sucio secreto cuando se trata de comer. Comen removiendo el agua fangosa con las patas y recogiendo el agua. Cuelgan el agua con un pico especializado y se comen los bichos, crustáceos y plantas.
¿Cuántos son? Los tamaños de las bandadas pueden constituir hasta 340 individuos, mientras que decenas de miles de flamencos pueden formar una colonia.
Al igual que las cebras, los flamencos encuentran protección en su número. Los flamencos que no se alimentan sirven de vigía mientras otras aves se alimentan por filtración en el fango. Sin embargo, el tamaño de su bandada y su naturaleza social también pueden ser un punto débil. Si se contamina una fuente de agua, toda una flamboyana está en peligro.
Ballenas jorobadas
Las ballenas jorobadas, que se alimentan de krill, plancton y peces pequeños, practican un complicado método de alimentación llamado alimentación con redes de burbujas. Comienza con una manada de ballenas que se sumergen por debajo de un banco de peces y nadan en círculo alrededor de la presa, enviando columnas de burbujas de aire hacia arriba desde sus espiráculos mientras nadan. Este impulso fuerza a los peces hacia el centro y hacia la superficie. Entonces las ballenas salen del agua con la boca abierta para comer.
Habla de un esfuerzo de equipo. Las ballenas jorobadas sólo se alimentan durante los meses de invierno y viven de las reservas de grasa cuando emigran para aparearse y reproducirse.