Probablemente no te sorprenda que esos refrescos, caramelos, mezclas para pasteles y cereales para el desayuno de colores antinaturales que hay en las estanterías de las tiendas estén coloreados artificialmente. Sencillamente, no se parecen a nada que se encuentre en la naturaleza. Eso hace que sea más fácil evitarlos si no quieres consumir colorantes alimentarios rojos, naranjas, amarillos, verdes y azules potencialmente perjudiciales para la salud.
Ahora las malas noticias. Estos productos son los más fáciles de detectar. Muchos otros alimentos pueden parecer naturales, pero en realidad tienen un color mejorado o alterado mediante tintes artificiales y procesamiento químico. Simplemente no sospechas de ellos porque, o bien no parecen irreales, o bien porque siempre los has visto de ese color.
La siguiente lista de alimentos coloreados artificialmente puede sorprenderte por muchas razones, entre ellas que la mayoría suelen considerarse frescos e inalterados tal y como los hizo la madre naturaleza. Antes de que decidas eliminarlos de tu dieta, sigue leyendo. En algunos casos, el colorante utilizado es natural, y para el resto, suele haber versiones no coloreadas si sabes dónde buscar.
Aquí tienes algunos datos sobre ocho alimentos que no tienen el color que aparentan.
Tabla de contenidos
Queso
El queso viene en naranja y blanco, ¿verdad? Pues no exactamente. La verdad es que el queso, especialmente el cheddar, es naturalmente blanco o ligeramente amarillento. El pigmento amarillo procede del betacaroteno, un colorido nutriente vegetal que se transfiere de la hierba que comen las vacas a su leche. En el siglo XVII, los queseros ingleses se dieron cuenta de que podían descremar la nata, que contiene la mayor parte del betacaroteno, y venderla por separado para obtener más beneficios. Para mantener el color amarillo anaranjado que la gente esperaba, empezaron a añadir colorante a partir del azafrán, el zumo de zanahoria y, actualmente, el achiote (un colorante natural hecho con las semillas del árbol del achiote, aunque algunos se fabrican sintéticamente). La tradición continuó en Estados Unidos, excepto en lugares como Vermont, donde los queseros contrarios al colorante -y el cheddar blanco- siguen reinando.
Atún
Ese filete de atún de color rojo brillante que estás preparando para la cena puede parecer recién salido del mar, pero lo más probable es que haya sido «gaseado» con monóxido de carbono, un gas tóxico inodoro e incoloro que impide que la carne se decolore hasta alcanzar un color marrón poco atractivo. De hecho, muchas carnes se someten a este tratamiento porque no llegan a los supermercados antes de que comience el proceso natural de dorado. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) afirma que la carne gaseada es segura, pero la Unión Europea, Japón y Canadá han prohibido esta práctica. Su principal preocupación es que puede utilizarse para camuflar atún y otras carnes potencialmente peligrosas que han superado su fecha de caducidad. Pregunta en tu supermercado si la carne está coloreada o considera la posibilidad de comprar carnes locales recién salidas de la granja.
Encurtidos
Claro que los pepinillos son verdes por naturaleza, pero no el verde vibrante que se suele ver en los tarros. Para evitar que la piel del pepino se desvanezca durante su estancia en los estantes del supermercado, los fabricantes suelen añadir colorante amarillo para amplificar su color natural. Algunas empresas alimentarias utilizan cúrcuma (una especia amarilla que se añade al curry) y otras utilizan tartrazina, un colorante artificial amarillo limón derivado del alquitrán de hulla que puede causar mutaciones en el ADN celular. La tartrazina también recibe los nombres de FD&C; Amarillo 5 y Amarillo 5. Lee las etiquetas y elige marcas de encurtidos sin colorante sintético añadido. Algunos, como los pepinillos de la marca Trader Joe’s, no tienen colorantes. Si no puedes renunciar a tus pepinillos, agrios y dulces de color verde neón, opta por los que contienen colorante natural.
Naranjas
Se llaman naranjas por una razón. Es que las naranjas no son naranjas todo el tiempo. Al principio de la temporada de cultivo, antes de que las noches empiecen a ser frías, las pieles de las naranjas son verdes o, al menos, no lo suficientemente anaranjadas como para tener un atractivo visual en el pasillo de los productos. Por eso, algunos cultivadores que quieren vender durante todo el año rocían las pieles con Rojo Cítrico nº 2, un colorante artificial certificado por la FDA para dar a las naranjas un agradable estallido de su color homónimo. Por desgracia, al igual que muchos colorantes alimentarios sintéticos, éste es potencialmente perjudicial para la salud humana. Para evitar el exceso de naranja en tus naranjas, compra marcas ecológicas (que no permiten colorantes) o selecciona las cultivadas en California o Arizona (dos estados que prohíben el rojo cítrico nº 2).
Wasabi
Aquí tienes una pequeña dosis de realidad cromática para los amantes del sushi. Esa bola de wasabi picante verde junto a tus rollos de sushi no es realmente verde. De hecho, ni siquiera es realmente wasabi. El auténtico se elabora rallando la raíz de la planta Wasabia japonica, que es difícil de cultivar -y, por tanto, extremadamente rara y cara de servir-. La alternativa más barata -lo que la mayoría de nosotros considera wasabi- es en realidad un brebaje de rábano picante, mostaza, colorante alimentario verde sintético y otras sustancias químicas que suele venir en polvo y se mezcla con agua hasta formar una pasta.
Albaricoques secos
De color naranja brillante y deliciosos, los albaricoques secos parecen una forma saludable de satisfacer tus ganas de dulce. Excepto que su brillo anaranjado es probablemente una señal de que fueron tratados con dióxido de azufre antes de su secado para evitar que se volvieran marrones. Este gas maloliente también aumenta la vida útil y conserva el sabor. Si eres sensible a los sulfitos o simplemente quieres evitar la presencia de sustancias químicas potencialmente tóxicas en tus alimentos, opta por marcas ecológicas menos coloridas y lee siempre la etiqueta. Lo que renuncies en vitalidad, probablemente lo ganarás en salud y nutrición.
Jengibre en escabeche
El falso wasabi verde no es el único engaño de color relacionado con el sushi. El jengibre rosa encurtido que se sirve para limpiar tu paladar no es tan rosa por naturaleza. Tradicionalmente, el jengibre encurtido (gari) es blanco o ligeramente rosado, debido al proceso de encurtido. Sin embargo, la mayoría de los gari producidos comercialmente hoy en día están coloreados artificialmente con FD&C; Red #40 (también llamado Red 40 o Allura Red), que está hecho de alquitrán de hulla sintético. Hay pruebas de que puede provocar un comportamiento similar al del TDAH en ciertos niños, pero aún no ha sido prohibido por la FDA.
Salmón
Los salmones salvajes nadan por los océanos en busca de crustáceos, plancton y algas que contienen pigmentos vegetales carotenoides de colores naturales como la cantaxantina y la astaxantina. Estos micronutrientes dan a la carne del salmón (así como a los caparazones de langosta y gamba) su color natural rosa anaranjado. Sin embargo, el salmón de piscifactoría se alimenta con una dieta artificial a base de soja y maíz, desprovista de estos pigmentos naturales, lo que les deja bastante desprovistos de color. Para evitar que los consumidores levanten la nariz ante la palidez de su carne, los criadores de salmón añaden cantaxantina y astaxantina sintéticas a la alimentación de los peces para aumentar el atractivo del color. Todavía se está estudiando el impacto de estos aditivos en la salud, pero es posible que quieras renunciar al salmón de piscifactoría en favor del capturado en libertad siempre que puedas, y no sólo por esa razón. Los expertos dicen que el salmón de piscifactoría también es menos nutritivo porque los peces se alimentan con dietas no naturales y porque sus condiciones de hacinamiento son un caldo de cultivo para contaminantes y enfermedades.