La idea de macetas de autorriego siempre me ha gustado.
No es que no me guste la jardinería. Es sólo que me entusiasma un poco al principio de la primavera, y luego acabo con un montón de tomates y pimientos de más en macetas aleatorias que me cuesta mantener vivos. (Para los no iniciados, las plantas en maceta se secan mucho más rápido que las plantas en el suelo). Este año me planteé la posibilidad de comprar unos recipientes de autorriego de verdad, pero no me entusiasmaba el gasto.
Entonces descubrí la Niñera de Plantas.
Básicamente, es una espiga de terracota que se introduce en la tierra de la maceta y que mantiene en posición vertical una botella de vino llena de agua y, a medida que la tierra que la rodea se seca, permite que el agua se filtre lentamente a través de la espiga de terracota y rellene la zona de las raíces.
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Es fácil. Es súper eficiente. Y, al menos hasta ahora, me ha funcionado de maravilla. Actualmente estoy llenando las botellas de cada una de mis macetas medianas de pimientos, tomates y pepinos aproximadamente una vez cada tres o cuatro días. Si dejo que la tierra se seque antes de rellenar la botella, puede que también riegue la maceta por encima para asegurarme de que la tierra está empapada por completo, para que no se escurra inmediatamente.
Y eso es todo.
Me he planteado utilizar este sistema para probar si el ciclismo del pipí es realmente bueno para los tomates, pero dado que un vecino leyó mi post sobre el pipí furtivo en un patio urbano, probablemente debería guardármelo para mí.