El aceite no es el enemigo de tu pelo. De hecho, el aceite puede proporcionarte mechones exuberantes y brillantes si lo utilizas correctamente.
Durante años creí que el aceite era el mayor enemigo de mi pelo. Lo lavaba religiosamente para eliminar la grasa, pero esto tenía el efecto indeseado de hacerlo seco, encrespado y difícil de manejar. El pelo necesita aceite, me he dado cuenta tras años de experimentación. Cuando el pelo tiene aceite, ya sea producido de forma natural o añadido cuidadosamente, se vuelve más sano, más fuerte, más brillante y más suave. Aquí tienes algunas sugerencias para incorporar el aceite a tu rutina capilar.
Tabla de contenidos
1. Lávate el pelo lo menos posible
Permite que tu pelo produzca grasa sin enloquecer. No pasa nada; nadie lo ve tanto como tú. Utiliza un champú seco natural (también conocido como harina de arroz o almidón de maíz) para absorber el exceso de grasa y averigua qué peinados pueden ayudarte a retrasar el lavado. Trabaja para alargarlo a una semana.
2. No despojes a tu pelo de sus aceites
Evita el champú y el acondicionador con productos químicos sintéticos fuertes. Son malos porque despojan al cabello y al cuero cabelludo de sus aceites naturales, lo que les lleva a compensar produciendo más. Busca marcas suaves y naturales, cambia a bicarbonato de sodio y vinagre de sidra de manzana, o sigue el camino radical del lavado sólo con agua (que estoy probando ahora mismo).
3. Masajea tu cuero cabelludo con aceite
Se cree que el masaje del cuero cabelludo estimula el crecimiento del cabello, al tiempo que relaja el cuerpo y favorece el sueño. Si añades unas gotas de aceite a tus dedos mientras te masajeas, puedes tratar la caspa o la sequedad, reducir la caída del cabello, desalentar el encanecimiento prematuro y hacer que tus cabellos sean más brillantes y menos encrespados.
Prueba el aceite esencial de romero mezclado con aceite de coco fundido, aceite de moringa o aceite de hibisco prensado en frío, que es un aceite tradicional para el cuidado del cabello en la India. También he leído que las hojas de curry empapadas en aceite de coco son un excelente aceite de masaje para el cuero cabelludo, que quiero probar. Hazlo antes de un lavado, déjalo reposar media hora y luego lávalo con champú.
4. Acondiciona en profundidad con aceite
Cada pocas semanas, úntate el pelo con aceite de coco, envuélvelo en una toalla o camiseta vieja y vete a dormir (o espera 20 minutos). Puede que necesites un par de friegas y aclarados para eliminar la mayor parte de la grasa de tu pelo, pero el resultado será un cabello profundamente hidratado y brillante.
5. Estiliza con aceite
No tengas miedo de añadir aceite después de lavarte el pelo, aunque queda mejor si se hace mientras el pelo está húmedo. Añade una pequeña cantidad de aceite en el extremo inferior del tallo, donde tu pelo es más propenso a la sequedad o al encrespamiento. ¡Asegúrate de llegar a esas puntas! Frota una pequeña cantidad, cepíllalo y déjalo secar. Prueba el aceite puro de argán, de semillas de uva o de almendras dulces. ¿Cuánto debes añadir?
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«Divide tu pelo en coletas y rodea un lado con el pulgar y el índice. Retira el pelo y observa el tamaño del círculo que has hecho con esos dos dedos. Ese tamaño es la cantidad que debes aplicar a la mitad de tu pelo». (Cómo ser pelirrojo)
6. Utiliza un acondicionador sin aclarado a base de aceite
Hay algunos acondicionadores sin aclarado muy suaves y seguros que seguirán nutriendo tu cuero cabelludo y tu cabello durante todo el día. La base de datos Skin Deep de EWG otorga altas puntuaciones a Carina Organics (con aceites de coco, guisante, oliva y semilla de calabaza) y Yarok Feed Your Ends Conditioner (con aceites de jojoba, romero y semilla de albaricoque).