5 trucos inteligentes para ecologizar tu tecnología

En esta edición de Pequeños Actos, Gran Impacto examinamos algunos pasos sencillos para ayudar a aligerar la carga de la tecnología moderna.

El hogar medio contiene niveles de tecnología que habrían sido inimaginables hace varias décadas. Aunque esto nos ha permitido trabajar, comunicarnos y entretenernos de una forma totalmente nueva, conlleva un importante coste medioambiental: el de construir los dispositivos, hacerlos funcionar y, finalmente, desecharlos. Afortunadamente, hay algunas formas de optimizar el rendimiento de la tecnología para reducir su impacto en el planeta.

Tabla de contenidos

Pequeña acción: Apaga los dispositivos completamente

Al final del día, o si vas a salir de casa durante un periodo de tiempo prolongado, asegúrate de apagar todos los aparatos electrónicos del hogar para ahorrar energía en lugar de dejarlos en modo de espera.

Gran impacto

Aunque muchos televisores, ordenadores y videoconsolas tienen un modo de espera, siguen consumiendo lo que se conoce como energía vampírica. Es mucho mejor de lo que solía ser, pero sigue sumando un significativo 23% del consumo de energía en el hogar medio y puede costar entre 165 y 440 dólares por hogar.   Evita esto apagando completamente los aparatos y/o desenchufándolos de la pared. Hazlo más fácil utilizando regletas que controlen varios aparatos a la vez o temporizadores que lo hagan automáticamente.

Pequeño acto: Agarra tu teléfono

Resiste el impulso de actualizar siempre tu teléfono por el último modelo. Aférrate al que tienes y haz que te dure. Utiliza una funda para el teléfono, llévalo a reparar, maximiza la vida útil de la batería, y no corras riesgos innecesarios.

Gran impacto

La fabricación de un smartphone requiere casi 10 veces más metales preciosos que un ordenador de sobremesa o un portátil.   El proceso de extracción hace que los smartphones sean especialmente intensivos en carbono, por lo que el 85% de las emisiones de carbono de un smartphone se producen antes de su venta.   Esta es una buena razón para abandonar el típico hábito de comprar un teléfono nuevo cada dos años y quedarte con el que tienes.

Pequeño acto: Reconsidera la impresora

¿Podrías vivir sin impresora? Mucha gente lo hace, confiando en cambio en los archivos electrónicos y utilizando los servicios de impresión sólo cuando es necesario. Así se ahorran árboles, tinta, dinero y mucho estrés.

Gran impacto

Cada año, los estadounidenses utilizan unos 2.500 kg de papel por persona y unos siete árboles de papel y productos de madera.   Una forma rápida de frenar el uso de papel es deshacerse de la impresora doméstica. Hoy en día se pueden hacer tantas cosas electrónicamente, desde firmar documentos hasta enviar y almacenar archivos o descargar billetes, que apenas tiene sentido tener una impresora en casa para un uso ocasional. En su lugar, acude a una imprenta, biblioteca, escuela o lugar de trabajo para imprimir sólo lo necesario, y el resto del tiempo limítate a los PDF y otros archivos electrónicos.

Pequeño acto: Apaga el vídeo

La próxima vez que estés en una reunión virtual, apaga la cámara para reducir la huella de carbono de la reunión hasta en un 96%. Además, te sentirás menos estresado al no tener que mirarte a ti mismo.  

Gran impacto

Una nueva investigación del MIT, Purdue y Yale ha descubierto que cuanto más se utiliza el vídeo, mayor es la huella medioambiental.   Una hora de videoconferencia emite entre 150 y 1.000 gramos de dióxido de carbono. En comparación, un coche produce unos 8.887 gramos de CO2 al quemar un galón de gasolina. El MIT dice que una hora también requiere hasta 0,6 galones de agua y una superficie del tamaño de un iPad Mini. Si se necesita vídeo, disminuye el impacto utilizando definición estándar, en lugar de HD.

Pequeño acto: Utiliza pilas recargables en lugar de desechables

Compra pilas recargables para los artículos del hogar que tienen un alto consumo de energía, como linternas, cámaras y juguetes de los niños. 

Gran impacto

La fabricación de pilas genera una enorme huella de carbono. Un estudio descubrió que «se necesita más de 100 veces la energía para fabricar una pila alcalina que la disponible durante su fase de uso».   Pasar a las pilas recargables es una forma de mejorar esto, especialmente para los artículos domésticos de uso frecuente con grandes necesidades de energía. Las pilas recargables sólo son mejores que las desechables cuando se han recargado un mínimo de 50 veces.   

Deja un comentario

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, aceptas el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datas para estos propósitos.    Configurar y más información
Privacidad