Adornado con anacardos crudos, esta sopa vegana puede calentar cualquier día de invierno.
El asado resalta el dulzor de la chirivía, que se complementa bien con el ajo y el romero en esta sustanciosa sopa. El invierno es la temporada alta de las chirivías, aunque a menudo se pueden encontrar en el mercado agrícola desde el otoño hasta la primavera.
Las chirivías son un tubérculo muy poco apreciado. Tienen una textura naturalmente mantecosa y sustanciosa, y también son una excelente adición a sopas y guisos. Son una buena fuente de vitamina C y fibra, y también contienen potasio y magnesio.
Ingredientes
2 libras de chirivías (aproximadamente 4 raíces grandes)
5 dientes de ajo
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharada de romero
1 cucharadita de sal
6 tazas de caldo de verduras
Rosmillo y anacardos para decorar
Paso 1
Precalienta el horno a 350 grados F.
Corta las chirivías en trozos de medio centímetro de grosor. Mézclalas con el romero, la sal, el aceite de oliva y la pimienta.
Paso 2
Extiende las chirivías sazonadas sobre una bandeja de horno. Añade los dientes de ajo, con la piel. Asa durante 35 a 45 minutos. Las chirivías deben estar bastante tiernas al pincharlas con un tenedor.
© Margaret Badore
Paso 3
Deja que las chirivías se enfríen durante unos 5 minutos. Retira los ajos de sus pieles y coloca todos los ingredientes en una olla grande. Añade el caldo.
Paso 4
Con una batidora de inmersión, mezcla todos los ingredientes. También puedes utilizar una batidora normal para mezclar los ingredientes por tandas.
Paso 5
Vuelve a calentar la sopa a la temperatura deseada, removiendo la sopa con frecuencia para evitar que se queme el fondo de la olla.
Paso 6
Sirve y adorna con una ramita de romero y una pizca de anacardos crudos.