Manos a la obra: Recogida de basura, especialmente con los residuos plásticos

Todos lo hemos visto alguna vez: etiquetas de botellas flotando en las aguas de una playa paradisiaca; envases abandonados en el fondo marino, camuflados entre las algas; restos transparentes que a priori se confunden con medusas pero que, en una mirada más cercana, resultan ser bolsas… Las basuras marinas están por todas partes, contaminando incluso nuestros parajes naturales más apreciados. Desde las orillas del Mediterráneo -donde se encuentran tanto latas de refrescos de marcas británicas como con letras en árabe- a las cristalinas aguas del Caribe, los océanos no entienden de barreras y tampoco lo hacen los residuos que terminan en ellos. La única solución a esto es una correcta recogida de basura, o lo que Ecoembes ha llamado, basuraleza.

Indudablemente, se trata de uno de los grandes desafíos medioambientales del momento recoger los residuos que dejamos. Los residuos plásticos, además de ensuciar los entornos marinos de los que tanto nos gusta disfrutar, inciden sobre la salud de los ecosistemas y, en última instancia, sobre la de los propios humanos, pues una vez entran en el organismo de una especie marina pueden llegar a afectar a toda la cadena trófica.

Afortunadamente, el mundo -la ciudadanía, los gobiernos y las empresas- está abriendo los ojos ante el problema de la basura, y está tomando cartas en el asunto para eliminar los residuos y proteger el medio ambiente. Medidas de la propia legislación europea como la prohibición total de los plásticos de un sólo uso, la obligación de los comercios de cobrar a sus clientes por las bolsas de plástico o la de imponer a los Estados una tasa mínima de reciclaje de plásticos, van por esta senda.

Por su parte, la ciudadanía, impulsada por la concienciación y la regulación al mismo tiempo, también parece ser cada vez más responsable con su consumo de plásticos. Incluso las empresas relacionadas directamente con la cadena de valor del plástico están reaccionando ante esta cuestión.

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Más de 1.000 millones de euros a la eliminación de residuos plásticos

Una acción reciente anunciada por el propio sector es la unión de cerca de 30 empresas de todo el mundo, que actúan en alguna etapa de la cadena de valor del plástico, con el compromiso de dedicar un total de 1.500 millones de euros en los próximos cinco años a la erradicación de los plásticos en el medio ambiente.

Bajo el nombre de Alianza para Terminar con los Residuos Plásticos (AEPW, por sus siglas en inglés: Alliance to End Plastic Waste) se han agrupado estas compañías que desempeñan sus funciones en los ámbitos de fabricación, procesamiento, venta, distribución, recogida o reciclaje de los productos hechos de plástico. Su objetivo principal, como el propio nombre indica, es mantener este material fuera del entorno natural.

Proyectos planteados para erradicar el plástico

Lo harán mediante diversos proyectos de sensibilización, desarrollo de infraestructuras y de información para conocer a fondo este problema.

Propuestas concretas anunciadas por la AEPW

  1. Desarrollar un banco de datos global, “abierto y científico”, con el que apoyar los sistemas de gestión de residuos a nivel mundial, contemplando la posibilidad de asociarse con instituciones académicas de renombre y otras organizaciones que ya participan en la recolección de este tipo de datos.
  2. Costear la red de incubadoras de Circulate Capital, con la que promover tecnologías, modelos de negocio, e incentivar a emprendedores que trabajen por la prevención de plásticos en el océano y por la gestión de residuos y el reciclaje, y con la que crear en última instancia un “calendario de proyectos a invertir”.
  3. Colaborar con organizaciones intergubernamentales como Naciones Unidas, “en favor de la capacitación de oficiales de gobierno y líderes comunitarios, por medio de workshops y entrenamientos, ayudándoles a identificar las soluciones de mayor eficacia local para áreas prioritarias”.
  4. Asociarse con gobiernos locales o regionales para el diseño de sistemas integrados de gestión de residuos en áreas urbanas con baja infraestructura, “especialmente aquellas donde hay ríos que transportan inmensas cantidades de residuos plásticos del continente al océano”; y apoyar la iniciativa Renew Oceans, con la que se pretende capturar los residuos plásticos en los 10 ríos con más afluencia de estos restos al océano, antes de que lleguen a los entornos marinos.

Respecto a este último punto, desde la Alianza recuerdan que cerca del 80% de residuos de plásticos que hay en los océanos comienza como basura en las ciudades, la mayoría de los cuales llega a los mares a través de los ríos, según reveló una investigación de la organización Ocean Conservacy. “Se estima que alrededor del 90% de los residuos plásticos que llegan por los ríos a los océanos provienen de los 10 ríos más grandes del mundo, ocho en Asia y dos en África”, aducen, y alegan asimismo que “el 60% de los residuos plásticos en los océanos tienen su origen en cinco países del sudeste de Asia”.

“Mientras nuestros esfuerzos sean globales, la Alianza puede impactar positivamente el problema, al enfocarse en las regiones donde el desafío es mayor, y al compartir soluciones y mejores prácticas para que esos esfuerzos sean amplificados e implementados en todo el mundo”, señaló en un comunicado Peter Bakker, presidente y CEO del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, socio estratégico de la AEPW.

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