Los mangos no sólo son deliciosos para comerlos crudos, directamente (y ponerlos en batidos, hacerlos en salsas o cocinarlos con pescado y marisco), sino que hacen maravillas con la piel.
Aunque te sobren restos de una receta, o hayas comprado un mango que esté demasiado maduro antes de poder comerlo, puedes utilizar parte del mango en la cara. Esto puede parecer una locura, pero es una forma estupenda de hacerlo. Contienen niveles altísimos de betacaroteno, vitamina C y ácidos frutales naturales, que son exfoliantes naturales y suaves (todos los ingredientes anteriores los encontrarás también en mascarillas caras). A continuación, encontrarás mis formas favoritas de utilizar la fruta para conseguir una piel suave y tersa.
Tabla de contenidos
Receta de mascarilla facial de mango y miel
Esta receta de mascarilla de Niche Topics combina la miel y el mango para obtener una mascarilla que dejará tu piel hidratada y fresca durante todo el día. También es una forma libre de productos químicos para tratar los granos y el acné.
Ingredientes
- 4 cucharadas de pulpa de mango finamente picada
- 1-2 cucharaditas de miel
- 1 1/2 cucharadas de aceite de almendras
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Se trata de una mezcla de mango y miel.
Instrucciones
- Coloca todos los ingredientes en un cuenco; mézclalos bien.
- Aplícalo en tu cara y cuello limpios. Deja la mascarilla facial durante 15-20 minutos. Aclara con agua tibia. Es buena para todo tipo de pieles.
Se trata de una mascarilla para la piel.
Mascarilla nutritiva de barro de mango
De Betty Crujiente, esta mascarilla funciona en cualquier tipo de piel. La leche y la miel ayudan a hidratar y eliminar las pieles muertas, por lo que tu rostro se sentirá nutrido y con un brillo fresco cuando te retires la mascarilla.
Ingredientes
- 1/4 de un mango, cortado en trozos
- 1 cucharada de arcilla blanca o avena finamente molida
- 1 cucharada de miel
- 1/4 de taza de leche o nata líquida (añade más para que tenga consistencia)
Se trata de una mezcla de arcilla y miel.
Instrucciones
- Corta el mango en trozos y mételo en tu procesador de alimentos o batidora. Bátelo hasta que estén bien pastosos. Añade la leche y la miel, y bate más. A continuación, añade la arcilla (que puedes encontrar fácilmente en cualquier tienda local de alimentos naturales) o la avena finamente molida. Mézclalo hasta que quede suave.
- Aplícalo sobre el rostro limpio y déjalo actuar durante 15 minutos. Retírala con una toallita caliente.
Se trata de una crema de protección para la cara.
Cómo hacer tu propia mascarilla facial de mango AHA
Las mascarillas de AHA, o de alfahidroxiácidos, son habituales en los estantes de las tiendas de belleza. Los AHA rompen los enlaces entre las células muertas de la piel, por lo que se eliminan más fácilmente cuando te aclaras la mascarilla. Estos ácidos se encuentran habitualmente en las frutas, incluido el mango, por lo que es bastante fácil hacer los tuyos propios en casa. El resultado es una piel más suave y tersa. Esta es mi propia receta.
1. Empieza con un mango ecológico de comercio justo y acláralo bien bajo el grifo (puedes usar un poquito de jabón natural si está pegado de otros mangos).
2. Sujetando el mango a lo largo, corta la piel (pero no profundamente en el mango) en cuatro o cinco cortes largos, desde la parte superior, donde el mango se habría unido a su árbol, hasta la parte inferior.
3. Despega la piel del mango con cuidado (es como pelar una naranja, pero la piel es más fina y hay que ser más cuidadoso).
4. Haz lo que quieras con el cuerpo del mango. Yo suelo comérmelo entero desde el hueso en un frenesí de amor por el mango, pero algunas personas más civilizadas lo cortan en trozos para comerlo en una macedonia o utilizarlo en un batido.
5. Dale la vuelta a la piel para que el suave interior amarillo del mango quede hacia fuera, y frótate toda la cara. (Bonificación: ¡puedes mordisquearlo mientras lo extiendes! Tonto pero divertido, ¡y la definición misma del lujo natural! ¿No has querido siempre comerte una mascarilla con un olor delicioso?
6. Deja que se seque durante unos 15 minutos, y luego aclara con un limpiador facial suave. Hidrátate como de costumbre. Asegúrate de utilizar un protector solar, ya que los ácidos naturales de la fruta hacen que tu piel sea más propensa al daño solar.
7. ¡Toca la piel súper suave y alégrate!