5 razones por las que no deberías criar animales salvajes como mascotas

Supongamos que estás paseando con tus hijos por el bosque o el parque del barrio y te encuentras con lo que parece un conejito abandonado. ¿Sigues caminando? ¿Intentas criar a ese conejito como si fuera tuyo?

Ninguna de las dos cosas. Deberías llamar a tu centro local de rehabilitación de fauna y flora silvestre para que uno de sus empleados venga a echar un vistazo. Oh, vamos, dices. Los conejos (o las ardillas, o los cervatillos) son buenas mascotas, ¿verdad? Todo el mundo conoce a alguien que cuenta historias de haber tenido uno de estos animales salvajes como mascota cuando era niño. Pero lo que la mayoría de la gente deja fuera de la historia de «criar una ardilla bebé» es la historia del día en que la ardilla salvaje (o el conejo, o el pájaro) se volvió un poco «loca» y tuvo que ser liberada de nuevo en la naturaleza.

Los animales salvajes no son animales de compañía, y no deben ser tratados como tales. He aquí cinco razones por las que no debes intentar criar un animal salvaje por tu cuenta:

Tabla de contenidos

1. Es ilegal

Es ilegal intentar criar cualquier tipo de animal salvaje en cautividad. Esto se aplica tanto a las crías de cocodrilos y monos del comercio ilegal de mascotas como a las crías de petirrojos y conejos de tu patio trasero.

2. No se puede domesticar a un animal salvaje

La domesticación es un proceso que dura siglos dentro de una especie animal. Los perros y los gatos se han criado como mascotas durante miles de años. No se puede sencillamente querer lo salvaje de un animal.

3. Los animales salvajes son portadores de enfermedades

¿Sabías que muchos animales salvajes -como los mapaches o las mofetas- pueden ser portadores de la rabia sin mostrar ningún síntoma? Y según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, decenas de miles de personas se infectan de salmonela cada año por culpa de reptiles o anfibios salvajes. Llevar un animal salvaje a tu casa expone a toda tu familia -tú, tus hijos y tus mascotas- a una serie de enfermedades potencialmente mortales.

4. No son pequeños para siempre

Los bebés, por su propia naturaleza, son difíciles de resistir. Son increíblemente tiernos y parecen depender de otros para su propia supervivencia. Pero a los pocos meses, esos bebés crecen y sus instintos naturales entran en acción. Pueden morder, arañar, destrozar los muebles o cosas peores. Éste suele ser el momento en que la mayoría de las personas que han intentado criar un animal salvaje deciden que es hora de devolverlo a la naturaleza. Pero el problema es que el animal bebé puede no haber desarrollado las habilidades críticas necesarias -como cazar para comer o evadir a los depredadores- para sobrevivir en la naturaleza.

5. Puede que no necesiten ser rescatados

¿Recuerdas el conejito que te encontraste en el parque? Puede que pareciera abandonado, pero lo cierto es que las madres conejo suelen alejarse de sus bebés durante el día para no llamar la atención sobre ellos. Suelen comprobarlos y alimentarlos una vez durante la noche, e incluso entonces sólo se quedan unos cinco minutos. Puede parecer duro, pero eso es exactamente lo que necesita un conejito para sobrevivir. No un gotero lleno de leche desnatada orgánica.

Si realmente crees que un bebé animal está en problemas, llama a un centro local de animales salvajes para pedir consejo, pero no lo lleves a casa. No le harás ningún favor al bebé, ni a tu familia.

Deja un comentario

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, aceptas el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datas para estos propósitos.    Configurar y más información
Privacidad