P: Mi marido es un fabricante compulsivo de llaves. Teníamos siete juegos en nuestro último apartamento, y ahora, menos de un año después, volvemos a mudarnos con siete juegos nuevos, lo que me deja con catorce juegos de llaves inservibles. ¿Hay alguna forma de reciclarlas? ¿O tengo que tirarlas?
A: Vaya, son muchas llaves. Y no sólo tú tienes un montón de llaves inservibles. Piénsalo. Cada edificio de oficinas, cada casa, cada tienda tiene puertas, normalmente múltiples puertas, y cada una de esas puertas tiene llaves. Cada tienda tiene un juego de llaves. La cajera tiene una llave, el jefe de turno tiene una llave. La tienda es asaltada y -¡bam! – nuevos juegos de llaves para todos. ¿Has pensado alguna vez en todas las llaves que hay en el cinturón de un conserje? Eso sí que son muchas llaves.
Muchos hoteles se han adelantado porque han sustituido las anticuadas llaves de metal por esas prácticas llaves reprogramables del tamaño de una tarjeta de crédito. Ya sabes, las tarjetas mágicas que pasas (quizá más de una vez si vuelves a tu habitación en Las Vegas después de medianoche y estás borracho) y luego ves esa preciosa luz verde que indica la entrada a tu trozo temporal de paraíso. (A menos que estés en un Motel 6, entonces no tanto).
En los últimos años, las empresas y los negocios se han dado cuenta de la tendencia y han duplicado las tarjetas de acceso como tarjetas de identificación (que es lo que hacemos aquí en la sede mundial de MNN). Se trata de un pequeño truco diseñado originalmente para ayudar a los jefes temerosos de las armas a despedir a los empleados en un correo electrónico, y luego hacer que la secretaria desprograme su tarjeta de acceso, evitando la siempre incómoda conversación de «necesitaré tus llaves». (Si pudieras desprogramar la llave de tu novio cuando rompes con él en lugar de tener esa incómoda conversación…) Y ahora que lo pienso, el hecho de que la gente lleve su tarjeta-llave al cuello en el trabajo hace que sea mucho más fácil fingir que la conoces en lugar de preguntarle su nombre por tercera vez consecutiva.
Hablando de llaves, ¿sabes que le dan a la gente la «llave de la ciudad»? ¿Qué significa eso? ¿Qué puerta mágica abre? ¿Qué ocurre si pierdes la llave de la ciudad? ¿Significa que todo el mundo se queda fuera? ¿O todo el mundo está encerrado dentro?
La verdad es que las llaves se pueden reciclar en la mayoría de los centros de reciclaje en el contenedor de metales mixtos. Sólo tienes que asegurarte de que primero le quitas el pequeño borde de goma que tiene alrededor. A menudo pueden fundir y reutilizar el metal.
Si te lo propones (y sé que lo harás), puedes idear otras formas de reciclar esas viejas llaves. Si no, echa un vistazo a un sitio web estupendo, keysforkindness.com, que cogerá tus llaves viejas y las reciclará por ti, donando los beneficios a una organización benéfica. De cualquier manera, tendrás menos llaves perdidas la próxima vez que te mudes.
— Chanie