Es el peor escenario posible, pero es uno en el que deberíamos pensar, teniendo en cuenta lo dependientes que son los humanos de los árboles para sobrevivir.
Imagina que no hubiera más árboles en el mundo. Es un pensamiento horrible. No más copas sombreadas y frondosas. No más agujas de pino perfumadas en el suelo. No más magnolias florecidas ni cerezos en flor. No más protección contra los frígidos vientos invernales. El mundo parecería desnudo sin árboles.
Pero su pérdida iría mucho más allá de la estética. Como muestra la siguiente infografía, con el tiempo sería imposible que el mundo siguiera existiendo sin la presencia de árboles. Dependemos de los árboles para obtener oxígeno, para evitar las inundaciones y la erosión, para filtrar los contaminantes, para generar las lluvias que alimentan nuestros cultivos, y mucho más. Un mundo sin árboles no sería un mundo para los humanos.
Esto debería ser una razón más para luchar contra la deforestación, que continúa a un ritmo alarmante en todo el mundo. En 2016, el Banco Mundial informó de que cada hora se ha perdido el equivalente a 1.000 campos de fútbol (o 800 campos de fútbol) de bosque desde 1990. Eso supone un total de 1,3 millones de kilómetros cuadrados. Los árboles necesitan nuestra protección más que nunca.
Infografía vía Invernaderos Alton