Cuando se trata de prendas y tejidos, ¿qué es más ecológico: la lana o el algodón? La revista Linterna Verde de Slate aborda la cuestión, haciendo un análisis y llegando finalmente a la conclusión de que… bueno, depende.
La comparación ecológica
Se trata de una comparación de manzanas con naranjas, señala la Linterna: una proviene de las ovejas, la otra crece en la tierra, y además hay que tener en cuenta muchos impactos medioambientales en ambas. La lana es un recurso renovable, pero las ovejas eructan de 20 a 30 litros de metano al día, lo que cambia el clima; la variedad orgánica del algodón se cultiva sin fertilizantes ni pesticidas petroquímicos, pero, cultivada de forma convencional, la planta es un desastre tóxico. Hmm.
Bien, primero la lana. En Nueva Zelanda, donde viven 45 millones de ovejas (para menos de 5 millones de personas), más de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero del país proceden de su ganado; el metano que las ovejas añaden tan llamativamente a la atmósfera tiene un potencial de calentamiento global de 21, frente al (mucho menor) 1 del dióxido de carbono.
Aguas y fertilizantes
El agua, el recurso más preciado del mundo, también desempeña un papel importante, desde la cría de las ovejas hasta la limpieza de la fibra; se necesitan aproximadamente 500.000 litros de agua para fabricar una tonelada métrica de lana, aunque el algodón requiere 2.500 litros de agua para una sola camiseta, y eso sólo para su crecimiento.
Y en lo que se refiere a los fertilizantes, el ritmo es el del algodón. «En Australia, donde las emisiones de óxido nitroso han aumentado un 130% desde 1990 debido al uso de fertilizantes, se calcula que un tercio del nitrógeno aplicado a los campos de cultivo se pierde antes de servir para nada. Los surcos de los campos de algodón son emisores particularmente atroces; en 2006, los investigadores de la Universidad Tecnológica de Queensland descubrieron que cada acre de tierra surcada representaba 13,8 onzas de óxido nitroso liberado».
En definitiva, la Linterna se decanta por el algodón, pero no fue una elección fácil. Probablemente podríamos discutir sobre semántica todo el día -huella de carbono frente a agricultura ecológica frente a uso de energía y limpieza durante toda la vida-, pero subraya las decisiones necesarias para tomar una decisión así. ¿Qué es más importante: mantener los pesticidas fuera del suelo o los gases de efecto invernadero fuera del aire? ¿Pagar por la agricultura ecológica o exponer a los trabajadores a kilos de fertilizantes? La elección es tuya. ::Slate