La fruta de almendra está de moda últimamente, gracias a la interminable búsqueda de un edulcorante alternativo al azúcar que no esté hecho con productos químicos.
Los edulcorantes artificiales se utilizan en los productos alimentarios desde hace más de 100 años. Sin embargo, en los últimos 30 años se han encontrado vínculos entre la ingestión de algunos edulcorantes artificiales y ciertos tipos de cáncer en ratas de laboratorio. Esos riesgos no se trasladan a los humanos, que tendrían que ingerir grandes dosis de los edulcorantes para ver alguna correlación, según los mismos estudios. Sin embargo, la gente ha estado buscando una alternativa natural a los edulcorantes artificiales como la sucralosa, el aspartamo y la sacarina.
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Una alternativa al azúcar y a los edulcorantes artificiales
Uno de esos edulcorantes naturales es la estevia, derivada de una planta cultivada en Sudamérica e introducida comercialmente en EE.UU. como edulcorante en 2008. Más recientemente, hemos visto edulcorantes derivados de la fruta del monje. ¿Qué fruta, dices?
Autóctona de China y Tailandia, la fruta del monje (una fruta verde y redonda con aspecto de melón) se cultiva en una vid conocida como siraitia grosvenorii, llamada así por el presidente de la National Geographic Society en los años 30 que financió una expedición para encontrar la fruta. En chino se llama luo han guo. Tiene cero calorías y se dice que es hasta 500 veces más dulce que el azúcar.
Historia nutritiva
Se la conoce coloquialmente como fruta del monje porque se dice que fue utilizada por primera vez por los monjes de China en el siglo XIII. En la actualidad, se sigue utilizando por sus propiedades medicinales: se cree que la propia fruta ayuda a tratar la tos y el dolor de garganta y también se cree que favorece la longevidad (posiblemente porque es originaria de una región de China que suele tener un elevado número de residentes de 100 años o más).
Aunque la propia fruta del monje lleva miles de años tratando enfermedades en China, la versión comercial procesada es relativamente nueva en el mercado. Esto se debe a que, aunque es dulce, la fruta monje tiene algunos sabores que interfieren, anulando la capacidad de la fruta real para ser utilizada como edulcorante. En 1995, Procter and Gamble patentó un proceso para eliminar los sabores interferentes y hacer un edulcorante útil a partir de la fruta.
Encontrar la fruta del monje ahora
El extracto de fruta monje se vende ahora comercialmente bajo algunas marcas en Estados Unidos, una de las cuales es Nectresse (de la misma gente que te trajo Splenda). En la lista de ingredientes de Nectresse se lee: eritritol (un alcohol de azúcar), azúcar, extracto de fruta monje y melaza, lo que significa que no estás obteniendo exactamente un producto tan natural como podrías haber esperado. La versión más «natural» del edulcorante de fruta monje que he encontrado es Fruta monje en bruto, que sólo contiene dextrosa y extracto de fruta monje; todavía no es perfecto, pero se está acercando.
En general, la respuesta al edulcorante de fruta monje ha sido positiva, aunque algunos dicen que deja un regusto poco agradable (aunque menos amargo que el regusto del que se queja mucha gente con la stevia).
Si quieres reducir las calorías sin dejar de ser goloso, el edulcorante de fruta de monje puede ser la solución para ti. Si lo que buscas es algo sin procesar, parece que la búsqueda de un edulcorante verdaderamente natural debe continuar.