Puertas rescatadas de casas demolidas de Detroit renacen como artísticas bancas de parada de autobús

Detroit, una metrópolis estadounidense antaño bulliciosa y ahora en bancarrota, que se acerca lenta pero inexorablemente a la condición oficial de ciudad fantasma tras décadas de deterioro económico y decadencia urbana incontrolada, no se va a hundir sin luchar (además de ser una ciudad luchadora, también es la ciudad pseudofantasma más amable que jamás hayas conocido, como descubrí de primera mano durante una visita el año pasado).

A pesar de los continuos problemas, que no parece que vayan a desaparecer pronto, la otrora potencia económica asediada ha conseguido transformarse en una especie de invernadero creativo con vocación de revitalización, despojándose en parte de su imagen de Scaryville, EE.UU., y actuando como un imán para pensadores, benefactores, diseñadores y artistas de todo tipo que quieren ayudar a reconstruir los barrios más deteriorados de la ciudad desde cero.

Y como la mayoría de los habitantes de Detroit podrían decirte, a falta de un cambio radical, son las pequeñas cosas las que ayudan a marcar una gran diferencia.

Pequeñas cosas como la instalación de bancos en las paradas de autobús donde antes no había ninguno.

Siguiendo los pasos centrados en la reutilización de la iniciativa de bancos de parada de autobús llenos de libros, llega el proyecto de colaboración del diseñador Craig Wilkins Door Stops. Al igual que Sit On It Detroit, Wilkins y su equipo artístico, que acaba de obtener la medalla de plata en la categoría de Diseño Social en los Premios y Concurso de Diseño A’,%20están%20aprovechando%20dos%20cosas%20de%20las%20que%20la%20Ciudad%20del%20Motor%20(famosamente)%20tiene%20un%20exceso:%20espacios%20públicos/parcelas%20vacías%20y%20casas%20abandonadas.%20Como%20su%20nombre%20indica,%20Door%20Stops%20consiste%20en%20transformar%20las%20puertas%20y%20otros%20materiales%20de%20construcción,%20ya%20sean%20donados%20o%20directamente%20rescatados%20de%20las%20reservas%20de%20casas%20demolidas%20o%20deconstruidas%20de%20la%20ciudad,%20en%20asientos%20acogedores%20-y%20un%20poco%20caprichosos%20gracias%20a%20las%20obras%20de%20arte%20″infundidas»- para los usuarios del transporte público.

Lee la descripción del proyecto:

Las paradas de autobús anuncian el sistema de transporte al público. Una parada que parezca sucia o descuidada, o cuyos pasajeros que esperan parezcan acalorados, fríos, mojados, confusos o vulnerables, envía un mensaje devastador: tienes suerte de no tener que ir en autobús. El uso del transporte público suele leerse como algo sin medios; que las personas, el lugar y el servicio del transporte público son, en el mejor de los casos, consideraciones secundarias en el funcionamiento económico y medioambiental de la ciudad. Queríamos cambiar esto. Door Stops es una colaboración entre diseñadores, artistas, usuarios y residentes de la comunidad para llenar los espacios públicos descuidados, como las paradas de transporte y los terrenos baldíos, con oportunidades para sentarse y hacer de la ciudad un lugar más agradable. Diseñadas para proporcionar una alternativa más segura y estéticamente agradable que la que existe actualmente, las unidades están impregnadas de grandes muestras de arte público encargadas a artistas locales, lo que hace que la zona de espera sea fácilmente identificable, segura y agradable para los usuarios.

En un giro interesante, cada estructura de Door Stops no fue diseñada para ser estática. Por el contrario, son totalmente móviles y pueden reubicarse en nuevos lugares en función de las aportaciones de los residentes y de los usuarios del transporte público. «Si surge la necesidad de asientos en diferentes lugares debido a un cambio en el servicio o en los patrones de tráfico, los asientos pueden reubicarse en consecuencia con poco esfuerzo. De este modo, cada pieza puede responder más rápidamente a las necesidades determinadas por sus residentes de lo que puede permitir la burocracia de la ciudad», explica el equipo de Door Stops.

La estructura inicial se instaló el pasado otoño, con planes de instalar hasta 25 piezas de arte móviles –cumbancos de tránsito en toda la ciudad. Dependiendo de que se obtengan más fondos (el proyecto ya está parcialmente financiado a través de una subvención del Fondo Nacional de las Artes), una segunda fase incluiría iluminación solar y marcadores GPS.

En cuanto al reto de diseño:

Como arquitectura funcional, estas estructuras deben ofrecer a los ciclistas beneficios tangibles de protección contra la intemperie, identificación de embarque y área de descanso. Como obras de arte, deben ofrecer arte público en constante cambio y oportunidades para que los artistas locales ejerzan su oficio y talento. En conjunto, tienen que ofrecer una oportunidad para que los ciclistas y los residentes creen un espacio de su propia cosecha; una elección que, en última instancia, comentará el estado del transporte y la calidad del ámbito público.

Haz clic en aquí para leer una entrevista completa con Wilkins, que trabaja como director de proyectos en el Centro de Diseño Comunitario de Detroit (DCDC) en la Facultad de Arquitectura y Planificación Urbana Taubman de la Universidad de Michigan, publicada en los Premios A’ Design. El sitio web de Door Stops también ha publicado algunos gráficos excelentes – «datos de la puerta», si quieres- que destacan tanto las estadísticas de residuos de demolición a nivel nacional como las condiciones del transporte público en Detroit.

Via [Washington%20Post],%20[Ciudades del Atlántico]

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