P: He empezado pronto mi limpieza de primavera y acabo de encontrarme con algunas cajas (16 para ser exactos) de viejas cintas VHS. Nunca me he deshecho de ellas porque algunas son películas caseras que me gustaría transferir a algún otro tipo de soporte que pueda utilizar realmente. Ya sabes, fiestas de primer cumpleaños, bar mitzvahs, graduaciones y cosas así. El resto, como todas mis viejas películas de los 80, probablemente las tiraré. Pero antes de hacerlo, ¿hay alguna forma de reciclar estas reliquias del pasado?
A: En primer lugar, vamos a tratar el reto de transferir todas esas cintas VHS que quieres guardar a DVD. Los vídeos familiares son un verdadero tesoro y pueden ser una forma estupenda de que tus hijos y sus hijos, y muchas generaciones más, conozcan realmente (de una forma extraña tipo «Twilight Zone») quiénes eran sus padres. Pero en las cintas VHS, esos recuerdos bien podrían estar en la basura, porque nadie va a poder verlos dentro de 10 años. Supongo que no eres tan hábil con los ordenadores, o habrías averiguado cómo pasar todos esos bonitos recuerdos a un DVD.
Ahora… qué hacer con el resto de esas cintas (como esa copia de «Ferris Bueller’s Day Off» que has visto 100 veces). Si te interesa hacer manualidades con esas viejas cintas de VHS, puedes hacer ganchillo con ellas.
O, en lugar de dejarlas acumulando polvo en tu sótano, ponlas al servicio de una buena causa. Alternative Community Training, una organización sin ánimo de lucro de Missouri que da trabajo a personas con discapacidades, cogerá tus viejas cintas y las borrará, revendiendo las que estén en buen estado y reciclando las partes de plástico del resto. También puedes ver si la biblioteca local las acepta, o si no, dárselas al Ejército de Salvación, que prácticamente acepta donaciones de todo.
Otra opción es enviar tus viejas cintas VHS a GreenDisk. Tienen una palabra ingeniosa para designar la tecnología que se ha quedado obsoleta: technotrash. Y cogen esa basura tecnológica y la reciclan por ti, si se la envías. Pagas una tasa de tramitación de 6,95 dólares y puedes enviarles hasta 6 kilos de esas viejas cintas VHS (por no hablar de toda una serie de otros artículos). Lo único que tienes que pagar además es el envío, que no debería ser más de 10 dólares si utilizas la tarifa de medios del servicio postal.
O si prefieres no pagar ni un céntimo, haz freecycle de esas cintas. A estas alturas, todos sabéis lo que es Freecycle, ¿verdad? Esta podría ser una buena opción para probar primero, ya que la mayoría de la gente las recogerá en tu casa si está interesada, y por supuesto, no hay ningún coste para ti. Sólo tienes que enviar un correo electrónico a la lista sobre tu colección y, quién sabe, puede que encuentres a alguien que quiera tu copia original de «Pretty in Pink».
Hice la ruta de Freecycle con un montón de mis viejas cintas de VHS hace un par de años. Tuve tantos interesados que tuve que enviarles un correo electrónico para informarles de que la colección ya había sido reclamada (por cierto, eso es la etiqueta correcta de Freecycle para los que se preocupan). Eso demuestra que siempre hay alguien cuyo tesoro es tu basura.