¿Alguna vez se te ha erizado el pelo después de ponerte una camisa recién salida de la secadora? ¿O alguna vez te ha dado una descarga eléctrica el pomo de una puerta después de arrastrar los pies por la alfombra?
Claro que sí, porque la electricidad estática nos rodea. Es un fenómeno tan omnipresente que no solemos pensar demasiado en él (hasta que recibimos una descarga ocasional).
Pero los científicos están empezando a pensar más en ello, especialmente en lo que respecta a nuestros dispositivos electrónicos, informa Science Daily.
¿Y si pudiéramos aprovechar el poder de la electricidad estática que nos rodea para alimentar nuestros dispositivos? Es una pregunta sorprendentemente difícil de responder, en parte porque sabemos menos de lo que crees sobre este fenómeno omnipresente.
«Casi todo el mundo ha hecho zapping con su dedo en el pomo de una puerta o ha visto cómo el pelo de un niño se pegaba a un globo. Para incorporar esta energía a nuestros aparatos electrónicos, debemos comprender mejor las fuerzas que la impulsan», afirma el doctor James Chen, coautor de un estudio reciente sobre las causas de la electricidad estática.
Investigación del efecto triboeléctrico
Sabemos que la electricidad estática se produce como una forma del efecto triboeléctrico, que es un término técnico para cuando un material se carga eléctricamente después de entrar en contacto con un material diferente a través de la fricción. Lo que no sabemos es cuál es exactamente el mecanismo que subyace a este efecto.
La teoría de Chen es que tiene que ver con pequeños cambios estructurales que se producen en la superficie de los materiales cuando entran en contacto. Para comprobar lo que ocurre a esta escala microscópica, Chen y su equipo están desarrollando nanomateriales que no sólo pueden medir lo que ocurre en los niveles estructurales más diminutos, sino que son potencialmente capaces de controlar y recoger la electricidad estática a medida que se forma. Los primeros resultados son prometedores.
«La idea que presenta nuestro estudio responde directamente a este antiguo misterio, y tiene el potencial de unificar la teoría existente. Los resultados numéricos son coherentes con las observaciones experimentales publicadas», dijo Chen.
Hasta ahora, no está claro cuánta energía podemos aprovechar de este modo; es poco probable que puedas mantener tu teléfono cargado sólo arrastrando los pies. Pero a medida que la tecnología se desarrolle y aprendamos más sobre cómo se genera la electricidad estática, deberíamos ser capaces de aprovechar esta fuerza para prolongar la vida de las baterías, al menos. ¿Y a quién no le gustaría tener una batería de smartphone más duradera?
«La fricción entre tus dedos y la pantalla de tu smartphone. La fricción entre tu muñeca y el smartwatch. Incluso la fricción entre tu zapato y el suelo. Son grandes fuentes potenciales de energía que podemos aprovechar», dijo Chen. «En última instancia, esta investigación puede aumentar nuestra seguridad económica y ayudar a la sociedad reduciendo nuestra necesidad de fuentes de energía convencionales».