Inmortalidad, mucho? Los científicos creen que la hidra puede resistirse eternamente a entrar en esa buena noche.
La Hidra del mito griego era un terrorífico monstruo acuático de muchas cabezas, de aliento virulento y sangre nociva. Y era una criatura con la maravillosa y extraña característica regenerativa de ser capaz de hacer crecer más cabezas cuando se le cortaba una. Mientras tanto, en el estanque, tenemos un género de animalitos de la vida real que comparten su nombre con el espectáculo de terror griego. Y aunque tienen en común los poderes regenerativos de la bestia, a diferencia de la Hidra que fue asesinada por Heracles, la pequeña y serpenteante hidra del estanque parece ser inmortal.
Pertenecientes al filo Cnidaria, las hidras forman parte de un grupo de organismos conocidos como cnidarios, entre los que se encuentran las medusas y las anémonas de mar. Y aunque las hidras son pequeños organismos multicelulares de menos de medio centímetro de longitud, son maravillas del mundo animal.
Se alimentan de pequeños invertebrados acuáticos; se adhieren a las superficies con su único pie adhesivo y cazan dando volteretas. Se agachan y se agarran a la superficie con la boca y los tentáculos, sueltan el pie y el cuerpo se balancea hasta un nuevo lugar donde vuelven a pegar el pie. Unos pequeños acróbatas totales. Y aunque no son veloces, esto les permite desplazarse varios centímetros al día. Cuando atacan a su presa, la envuelven en sus tentáculos y pueden devorarla en unos 10 minutos; son capaces de extender las paredes de su cuerpo más del doble de su tamaño para consumir comidas más grandes que ellas.
Sin embargo, volvamos al asunto de la inmortalidad. Por lo que parece, no parecen envejecer ni morir de viejos. ¿Cómo puede un animal no envejecer? Robert Krulwich, de Radiolab, se pregunta lo mismo y por qué la hidra. «Si la no senectud, o la inmortalidad biológica, es una opción en la naturaleza, ¿cómo es que este particular minúsculo trozo de escoria de estanque se llevó el gran premio?», reflexiona, «¿Por qué no (perdón por la pregunta), nosotros? La evolución es un asunto tan aleatorio como un casino».