10 pasos para una rutina de compras de «cero residuos

«Residuo cero» es un estilo de vida que adopta el minimalismo, rechaza los omnipresentes artículos desechables que están por todas partes en nuestra sociedad, desafía el consumismo dominante y anima a la gente a idear soluciones alternativas reutilizables para la vida cotidiana. En el contexto de los artículos que escribo, «residuos» se refiere a los residuos sólidos urbanos (RSU), el tipo de basura que se lleva a los vertederos. Esto incluye el reciclaje.

Los alimentos proporcionan sustento, pero desgraciadamente también generan basura, sobre todo si la mayoría de los alimentos proceden de una tienda de comestibles. Aunque los envases son útiles y a menudo necesarios para mantener los alimentos frescos, no contaminados y fáciles de transportar, cualquiera que quiera reducir la basura de su hogar sabe la pesadilla que supone llegar a casa con finas bolsas de plástico para productos que se tiran en cuanto la fruta llega al frutero.

Es posible reducir tu «huella de compra», pero requiere mucha más organización y previsión que la compra convencional. (Te sorprenderá darte cuenta de lo arraigados que están tus hábitos de compra). Llega a la tienda preparado, con el equipo adecuado, y prepárate para recibir algunas miradas extrañas, pero te lo agradecerás cuando llegues a casa.

Tabla de contenidos

1. Reutiliza las bolsas de productos

Compra bolsas de algodón reutilizables para productos y utilízalas para comprar frutas y verduras. Elige siempre variedades sueltas. Si te quedas sin bolsas, guarda los productos sueltos en el carrito de la compra.

2. Reutiliza los envases

Lleva a la tienda tarros de cristal grandes u otros recipientes reutilizables. Utilízalos siempre que haya que pesar un artículo. El empleado puede tarar el tarro en la balanza antes de llenarlo con el queso, las aceitunas, el pescado, la carne para bocadillos o los productos de charcutería que quieras. Los tarros con tapa de rosca son prácticos para los alimentos húmedos.

3. Usa tu teléfono

Ten tu teléfono a mano para registrar el peso de los envases si estás en una tienda de alimentos a granel. Pésalo antes de llenarlo y luego consulta tu lista para anotar el precio exacto.

4. Lleva una bolsa de tela para el pan

Usa una bolsa de tela sólida para comprar pan y artículos secos a granel. Puedes comprarlas en línea en varios tamaños, o utilizar una pequeña funda de almohada. Bea Johnson, del blog y libro Hogar Residuo Cero, recomienda crayones de cera lavables para escribir el código del producto en la bolsa.

5. Evita los objetos pequeños y que suponen un despilfarro

Evita las cosas pequeñas que suelen acabar en la basura, como las bridas, las etiquetas del pan, las pegatinas de plástico con el código, los recibos y las listas de papel.

6. Utiliza tu propia bolsa para llevar la compra

Usa varias bolsas de lona grandes o un contenedor resistente con asas para llevar la comida a casa. No aceptes nunca bolsas de plástico para la compra, aunque te olvides de tus bolsas. La autora Madeleine Somerville, de «Todo lo que necesitas es menos», propone la siguiente solución para los olvidos:

«Lleva tus compras sin. La razón es que esta experiencia será tan horrible, y tan exasperante, y tan absolutamente humillante mientras cargas tus compras una a una en el carrito del supermercado con toda la fila detrás de ti observando con perplejidad, que se grabará para siempre en tu psique… y recuerda mis palabras, te acordarás de tus bolsas de tela».

7. Lleva siempre contigo tu kit de compras

Guarda tu kit de compras en el coche después de guardar la compra para que nunca te encuentres en esa situación, ni siquiera cuando hagas compras espontáneas. Colócalo en el asiento delantero para que lo notes al salir del coche. Guarda una bolsa reutilizable en el bolso, la guantera, la mochila o la alforja de la bicicleta.

8. Opta por los envases reciclables

Si tienes que comprar un artículo preenvasado, elige siempre envases reciclables de vidrio, metal o papel en lugar de envases de plástico de baja calidad. Ten en cuenta que el plástico nunca se recicla de verdad, sino que se convierte en una forma inferior de sí mismo hasta que finalmente acaba en el vertedero; otros materiales, sin embargo, mantienen su integridad mediante el reciclaje. Si acabas utilizando una bolsa de plástico, aclara y reutiliza.

9. Evita los productos con exceso de embalaje

Prepárate para rechazar artículos en función de su embalaje. Esto puede ser difícil, sobre todo si se te antoja lo que viene en una bandeja de espuma de poliestireno envuelta en plástico, pero todo ese combo de envases es una mala idea, y un montón de basura innecesaria en tu casa una vez satisfecho ese antojo.

10. Compra en tiendas que apoyen estas prácticas

Todo esto es más fácil si compras en tiendas que apoyan las prácticas de residuo cero, es decir, tiendas de alimentos a granel que permiten los contenedores reutilizables. Normalmente, las empresas locales más pequeñas y de propiedad privada son más flexibles que las cadenas de tiendas. Busca fuentes alternativas de alimentos, como acciones de CSA (agricultura apoyada por la comunidad) para productos y granos.

¡Buena suerte!

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