Una despensa ordenada hará que quieras cocinar más
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La despensa es el punto de partida de la cocina, y si está bien organizada, cocinar será un juego de niños. Una despensa ordenada te proporcionará inspiración culinaria, te permitirá ahorrar dinero al reducir los residuos y añadirá belleza a tu cocina. Por algo el hashtag #pantrygoals es tan popular en las redes sociales. Aquí tienes algunos consejos para tener tu despensa en buen estado. Es una divertida tarea doméstica que se amortiza una y otra vez en las siguientes semanas, siempre que puedas mantenerla con ese aspecto.
1. Empieza con un borrón y cuenta nueva. Saca todo de la despensa para poder limpiar los estantes y evaluar exactamente lo que tienes.
2. Consolida los alimentos. Es probable que tengas bolsas pendientes de esto y aquello. Rellena los botes donde corresponda, y recoge todas las bolsas restantes parcialmente llenas en una cesta.
3. Utiliza tarros de cristal o recipientes transparentes para el almacenamiento. Pasar los productos secos de las bolsas a los tarros los mantiene más frescos y facilita su acceso. Mejor aún, compra con los tarros en una tienda de alimentos a granel de residuo cero para reducir ese paso y eliminar las bolsas de plástico.
4. Etiqueta todo. Las etiquetas facilitan mucho la tarea de cocinar. Pon etiquetas en los tarros de especias, ingredientes para hornear, granos y arroz. Utiliza un trozo de cinta adhesiva o bolígrafos de pintura, que se limpian en el lavavajillas.
5. Ajusta los estantes de la despensa. Hay una gran ilustración en este post de The Kitchn que muestra cómo todo, desde las cajas de cereales hasta las latas y las cestas para los alimentos a granel, requieren diferentes alturas de estantes para encajar.
© K Martinko – Mi despensa tiene muchos tarros.
6. Llena las estanterías. Lo más importante, según Josh Cohen, el jefe de cocina de Food52, es determinar qué ingredientes utilizas con más frecuencia y hacerlos más accesibles. Cohen también insta a no llenar demasiado las estanterías:
«Quieres que tu cocina sea lo más sencilla y funcional posible. Si tus estanterías tienen claridad y espacio, tu mente está tranquila y te sientes más feliz y tu cocina mejora. La mise en place mental, es algo real»
7. Asegúrate de que puedes ver todo. Esto es importante porque, de lo contrario, siempre estarás revolviendo las cosas para ver lo que tienes o para intentar meter algo. Tampoco quieres amontonar objetos que puedan provocar una avalancha involuntaria.
8. Designa zonas según las categorías de alimentos. Agrupa lo mismo con lo mismo. Ten un estante para los ingredientes de repostería, otro para los cereales y las judías, otro para las conservas, otro para los condimentos (aceite y vinagre), otro para los frutos secos… ya te haces una idea.
9. Considera los cajones. Los cajones son estupendos para las especias y para los ingredientes de repostería. Yo tengo un gran cajón para hornear debajo de la encimera donde suelo cocinar, y contiene harinas, azúcares, bicarbonato y polvo, extractos aromatizados, linaza molida, coco rallado y todo lo que pueda querer para preparar una tanda de magdalenas y más. Ahorra mucho tiempo.
10. Refresca tu despensa con regularidad. A medida que vayas consumiendo ingredientes, anótalos para sustituirlos. Cuando planifiques las comidas, hazlo mirando la despensa. Permite que lo que hay allí dé forma a tus elecciones.