Estos pequeños e imposiblemente lentos perezosos han descubierto que el océano ofrece una forma rápida y segura de desplazarse. No es fácil ser el mamífero más lento del mundo. Mientras que un guepardo puede pasar de 0 a 100 kilómetros por hora en sólo tres segundos, un perezoso tarda todo el día en recorrer 41 metros. Los perezosos son r-e-a-l-mente lentos. Pero en las aguas turquesas de la costa de Panamá, un grupo de perezosos pigmeos de tres dedos (Bradypus pygmaeus) ha encontrado un modo de transporte alternativo y más rápido: ¡Nadar! Como puedes ver. «Si tienen que cambiar de árbol, se tiran al agua», dice Becky Cliffe, zoóloga británica y fundadora de la Fundación para la Conservación de los Perezosos. «Prefieren nadar que arrastrarse por el suelo».
Descubiertas en 2001, estas bellezas compactas sólo se encuentran en una pequeña isla a 16 kilómetros del continente. Y aunque no son los únicos perezosos que nadan, sí son los únicos conocidos que nadan en agua de mar. Además, escribe Hillary Rosner en bioGraphic «estos diminutos habitantes de los árboles parecen nadar con mucha más frecuencia que sus primos mayores, remando plácidamente sólo con sus cabezas peludas de hocico plano que sobresalen del mar turquesa».
Resulta que la dieta de hojas de los perezosos hace que se generen gases durante la digestión, lo que significa que «son como grandes bolas de aire», dice Cliffe, lo que los hace relativamente flotantes y facilita la natación. Y, de hecho, pueden nadar tres veces más rápido de lo que pueden desplazarse por los árboles.
Es increíble ver a estos dedicados habitantes de las copas de los árboles lanzarse al mar. Puede que sean lentos por naturaleza, pero han encontrado una forma de jugar con el sistema. Todas estas fotos nos llegan a través de la maravillosa bioGraphic y fueron tomadas por Suzi Eszterhas, una galardonada fotógrafa de la vida salvaje y conservacionista. (Si te gustan estas fotos -y te prometo que te gustarán- busca su último libro, «Perezosos: Life in the Slow Lane«)
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Un perezoso pigmeo de tres dedos rema frente a la Isla Escudo de Veraguas en Panamá.
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Una madre perezosa pigmea de tres dedos lleva a su bebé de tres meses entre los árboles.
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En su hogar caribeño, los perezosos pigmeos suelen remar de un árbol a otro en los manglares. Al moverse más rápido en el agua que en el suelo, la natación es su modo preferido de desplazamiento.
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Como los perezosos pigmeos son especialmente vulnerables en el suelo, prefieren viajar por el agua o por los árboles, como el que se muestra aquí.
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Cuando nadan, sólo mantienen la cabeza por encima del agua… ¡porque nadar como un perezoso es la nueva forma de nadar como un perro!