8 de las orugas tóxicas más bonitas

Pocas otras larvas son tan cautivadoras como la oruga. La forma juvenil de las mariposas y las polillas habita en el mundo de las encantadoras orugas, como las mariquitas y las luciérnagas, el tipo de insectos que son más Lewis Carroll que Franz Kafka.

Las orugas son ricas en proteínas y bastante indefensas, lo que las convierte en un alimento fácil para otros animales, y muchas han desarrollado diversos medios de protección. Sus marcas y partes del cuerpo pueden hacer que parezcan de mayor tamaño y algunas son venenosas, tanto al consumirlas como al tocarlas. Pero antes de que salgas y empieces a aplastar orugas, recuerda que no son viciosas, y que sólo pican cuando las tocan y se sienten amenazadas.

Tabla de contenidos

Oruga del Gato (Megalopyge opercularis)

Oruga del Gato

Se parece al primo Itt de la Familia Addams, este tipo recibe el nombre de oruga gata, o asp. Gato, porque esta oruga es tan peluda como un gatito; y áspid, como serpiente, porque se trata de una de las orugas más tóxicas de Norteamérica.

El veneno proviene de las espinas venenosas que están perfectamente ocultas por la superficie irresistiblemente peluda. Al tocarlas, las espinas se rompen y se alojan en la piel, liberando el veneno. La madre naturaleza en su forma más astuta. Según la biblioteca de toxinas de la Asociación Americana de Química Clínica, no es una simple picadura: A los cinco minutos del contacto aparece un intenso dolor punzante, que se extiende por el brazo afectado. Otros síntomas pueden ser cefaleas, náuseas, vómitos, molestias abdominales intensas, linfadenopatía, linfadenitis y, a veces, shock o estrés respiratorio.

Moral de la historia: Aléjate de la oruga más bonita del mundo.

Oruga de la silla de montar (Acharia stimulea)

Oruga de la silla de montar

La hermosa oruga de la silla de montar es originaria del este de Estados Unidos. Identificada por la mancha marrón en forma de silla de montar en su espalda, la oruga de espalda de silla de montar también se llama oruga babosa debido a la corta longitud y forma de sus patas abdominales.

Los pompones que lucen estas orugas son más que decorativos. Como gran parte del resto del cuerpo de esta criatura, los pompones llevan pelos urticantes que segregan un veneno irritante. Las picaduras son muy dolorosas, y pueden causar hinchazón, náuseas y dejar una erupción que puede durar días.

Oruga de la polilla del cedro blanco (Leptocneria reducta)

White cedar moth

La oruga de la polilla del cedro blanco se encuentra en toda Australia y tiene predilección por el árbol del lirio del Cabo (también conocido como cedro blanco). La oruga es más activa durante los meses más cálidos, y tiende a buscar la sombra durante el calor del día bajo las casas y otras estructuras.

Se parece a un jersey de angora, pero esta oruga puede ser muy potente, ya que sus cerdas son capaces de provocar una terrible urticaria.

Oruga de la polilla Io (Automeris io)

Oruga de la polilla Io

Como un diminuto oasis de palmeras, la dulce y colorida oruga de la polilla io tiene una amplia área de distribución, desde Maine hasta el sur de Canadá, pasando por el sureste de Manitoba, Dakota del Norte y del Sur, Nebraska y Colorado; al sur de Florida, los estados del Golfo, Texas y Nuevo México; y desde México al sur de Costa Rica.

Y sí, esas espinas con forma de fronda tienen un veneno doloroso que se libera al menor contacto. Algunas personas experimentan reacciones graves y requieren atención médica, mientras que otras sólo tienen una sensación de picor o ardor.

Oruga de la polilla de la bruja (Phobetron pithecium)

La babosa del mono también conocida como polilla de la bruja

Pregunta: ¿Un simpático monstruo pulpo peludo que podría ser un peluche? ¿O la peor pesadilla de un aracnofóbico?

Sea cual sea tu postura, una cosa es segura: no hay mucho misterio en cuanto a por qué esta oruga se ha ganado el apodo de «babosa mono».

Completada con seis pares de proyecciones rizadas y densamente cubiertas de pelos, una oruga babosa mono puede «miembros» caer sin dañar a la larva, pero los pelos pueden causar una feroz irritación.

Oruga del nogal (Lophocampa caryae)

Oruga del nogal

Delicada, con su dorso aterciopelado y sus cerdas, esta criatura parece más una boa de plumas de época que una larva, pero es una larva. Y una larva que pica, además.

Aunque algunas personas apenas reaccionan a esta oruga, otras tienen una reacción que va desde una leve a una erupción bastante grave comparable a la hiedra venenosa.

Oruga procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa)

Oruga procesionaria del pino

Alguien necesita un corte de pelo, pero entonces alguien sería mucho menos peligroso y no tan bonito. Las larvas de la procesionaria del pino podrían ser el modelo de champú para orugas, si existiera tal cosa.

Pero todo ese pelo, por muy tocable que parezca, no debería tocarse nunca. Los pelos, extremadamente irritantes, no sólo tienen forma de arpón, sino que la oruga puede expulsarlos cuando se siente amenazada, momento en el que penetran en todas las zonas de la piel expuesta, repletas de veneno urticante.

Oruga del gusano de seda gigante (Lonomia oblique)

Oruga gigante del gusano de seda

La naturaleza ha acertado con ésta: la ha diseñado para que tenga un aspecto tan aterrador como el que tiene. Esta no es la oruga que quieres encontrarte en un callejón oscuro. Conocida como «oruga asesina», esta larva sudamericana es responsable de más de 1.000 casos de envenenamiento entre 1997 y 2005, muchos de ellos con resultado de muerte.

Las cerdas en forma de lanza penetran en la piel y liberan una dosis de toxina que provoca dolor de cabeza, fiebre, vómitos y malestar general antes de que se produzca un grave trastorno hemorrágico, que provoca equimosis, hematuria, hemorragias pulmonares e intracraneales e insuficiencia renal aguda.

En caso de picaduras

Si te pica una oruga, Control de Intoxicaciones de la Florida recomienda lo siguiente:

«Coloca cinta adhesiva transparente sobre la zona afectada y despégala repetidamente para eliminar las espinas. No utilices el mismo trozo de cinta dos veces. Aplica compresas de hielo para reducir la sensación de picor, y sigue con una pasta de bicarbonato y agua. Si la víctima tiene antecedentes de fiebre del heno, asma o alergia, o si se producen reacciones alérgicas, ponte en contacto con un médico inmediatamente.»

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