El transporte es un servicio que ha resultado vital para el desarrollo económico y la movilidad de la población, pero se enfrenta ahora a nuevos retos, como la creciente demanda en el traslado de personas y mercancías, el aumento y concentración urbana de la población y la necesidad de reducir las emisiones de CO2 para mitigar el cambio climático.
En el ámbito internacional, el 85% de los movimientos del transporte de mercancías se producen por vía marítima, mientras que el 15% se traslada por tierra y el 0,1% por aire. Sin embargo, se prevé que para el 2050 el transporte por carretera alcance el 25% de los movimientos, según ha revelado el informe “Los números del transporte en 2018” elaborado recientemente por el EAE Business School.
Este trabajo, además de reflejar la situación actual del traslado de mercancías y personas en el mundo actual, recoge algunas de las propuestas para hacer frente a los desafíos del futuro: crear corredores internacionales de gran capacidad, utilizar vehículos impulsados por energía de origen renovable, apostar por el transporte multimodal y la digitalización y aprovechar las sinergias entre empresas, entre otras sugerencias.
Vivimos un momento “trascendental” para el transporte, señalan los especialistas, pues “las tecnologías digitales permiten hoy analizar en tiempo real las cadenas de suministro completas a nivel global y eso abre importantes oportunidades para su mejora”. Y es que algo tiene que cambiar en la forma en que realizamos los desplazamientos -tanto de personas como de mercancías-, si queremos cumplir con la regulación ambiental cada vez más exigente con la emisión de CO2, uno de los gases culpables del calentamiento global. “Será necesaria una profunda transformación que, además, se adapte a la disminución de emisiones de CO2 y al entorno geopolítico mundial, la política de cada país y las distintas alianzas supranacionales que cada país tenga contraídas”, señalan desde el EAE.
Soluciones para la movilidad sostenible
En este sentido, las soluciones para “reinventar la movilidad de mercancías”, de cara a abordar los nuevos retos, pasan por: generalizar el uso de los corredores internacionales de gran capacidad, pues éstos facilitan los movimientos sostenibles y optimizados de mercancía desde los centros de producción hasta los centros de distribución; la economía colaborativa, ya que promueve el uso compartido de vehículos; y el transporte multimodal, que consiste en utilizar en cada tramo de la cadena de suministro el modo de transporte más adecuado desde un punto de vista de sostenibilidad (preferiblemente el transporte público).
También se menciona la necesidad de desarrollar políticas para incentivar los traslados puerta a puerta -andando, en patinete o en bicicleta-, y también medidas de disuasión del uso de vehículos privados, como, por ejemplo, impuestos, tasas, reducción de plazas de aparcamiento, etcétera. Por otra parte, para fomentar las sinergias entre empresas, se propone crear plataformas y marketplaces logísticos, y se menciona la posibilidad de beneficiarse de la tecnología blockchain -cadena de bloques-, ya que simplifica los procesos prescindiendo de intermediarios.
Competitividad
El informe también muestra qué países tienen un sistema logístico más competitivo en función a sus procedimientos aduaneros, la calidad de las infraestructuras, la facilidad para organizar envíos, la capacidad para rastrear un cargamento y para llegar a tiempo al lugar del destino, así como las acciones políticas que pueden ayudar a estos elementos. Los diez primeros a nivel mundial, de acuerdo con estos criterios contemplados en el indicador LPI (Logistic Performance Indicator), son: Alemania, Holanda, Suecia, Bélgica, Singapur, Reino Unido, Japón, Austria, Hong Kong y Estados Unidos.
Sobre España, el documento precisa que los números del transporte descendieron en los años de crisis económica y, si bien es cierto que desde el 2017 han experimentado una evolución “positiva”, no han podido acercarse todavía a los niveles 2007. Se destaca especialmente el transporte por carretera, que es un sector muy fragmentado pero estratégico para las exportaciones, y que en la actualidad se resiente con las subidas del gasóleo.