Cuando se trata de desbloquear el polen de ciertos tipos de flores, sólo funciona un zumbido secreto, un zumbido que los abejorros saben realizar. Ni siquiera las abejas melíferas, el más famoso de los polinizadores, saben cómo descifrar el código.
Llamada polinización por zumbido, la estrategia es utilizada por unas 20.000 especies de plantas con flores, entre las que se encuentran muchos cultivos agrícolas que conocemos y amamos, como los tomates, los arándanos, las patatas y los arándanos rojos, por nombrar sólo algunos. Las plantas hacen que las abejas trabajen más para obtener una recompensa de polen.
«La abeja pica en la base de la antera, dejando pequeñas marcas llamadas besos de abeja», informa KQED Science. «Ella ‘desengancha’ sus músculos de vuelo de sus alas para poder contraerlos sin emprender el vuelo. Entonces empieza a vibrar violentamente, un comportamiento que los científicos llaman sonicación. Las vibraciones viajan a través de su suave cuerpo hasta la flor y agitan los granos de polen atrapados en las anteras. Cuando zumba lo suficientemente fuerte, el polen sale disparado de la parte superior y cubre a la abeja».
El resultado es una comida a la que sólo se puede acceder mediante la polinización por zumbido y que, por tanto, tiene menos competidores para los abejorros.
El magnífico vídeo corto de KQED Science de arriba explica la técnica.
Otra estrategia de polinización por zumbido se ha descubierto en la abeja de banda azul de Australia. En lugar de utilizar los músculos de las alas, esta especie utiliza un movimiento de golpeo de la cabeza para acceder al polen, moviendo la cabeza hasta 350 veces por segundo para liberar la fuente de alimento.
La importancia de los abejorros como polinizadores es ahora más clara, ya que son los únicos que pueden polinizar tantas especies de plantas con flores especializadas.