La Red Salvaje es una organización con sede en el Reino Unido que promueve el «tiempo salvaje» para los niños. Este tiempo se pasa al aire libre, vagando libremente, explorando la naturaleza y escapando del insidioso atractivo de las pantallas, pero pocos niños pueden disfrutarlo hoy en día.
En EconomiaCircularVerde escribimos mucho sobre este tema, animando a los padres a que aflojen los horarios de sus hijos, relajen las normas de supervisión y confíen en que sus hijos se cuiden solos. Pero a veces no se trata sólo de dejarse llevar, sino también de superar las barreras que se han construido en nuestra sociedad y que dificultan la capacidad de los niños para vagar libremente.
La Red Salvaje ha elaborado una lista de lo que considera «11 barreras profundas y sistémicas que nos impiden activamente a todos tener un Tiempo Salvaje. Al comprender cuáles son estas barreras, resulta más fácil superarlas, y así dar a nuestros hijos lo que tanto necesitan. Pero, como verás, algunas de ellas son difíciles de superar en solitario. Requieren que comunidades y sistemas educativos enteros cambien su mentalidad.
Tabla de contenidos
1. El peligro de los extraños
El miedo de los padres a un posible secuestro ha reducido las distancias de desplazamiento de los niños a un 10 por ciento de lo que eran hace una generación, a pesar de que este miedo está impulsado en gran medida por los medios de comunicación, no por las estadísticas.
2. Cultura de aversión al riesgo
Los padres deben tener cuidado con las palabras que utilizan cerca de sus hijos. Las advertencias constantes crean una sensación de miedo en torno a las actividades más cotidianas, como jugar al pilla-pilla, luchar o columpiarse. Apártate y deja a los niños en paz.
3. Calles peligrosas
Muchos barrios no son seguros para que los niños jueguen, ya que la violencia de las bandas, el acoso y el consumo de drogas se dan por doquier. La Red Salvaje se pregunta: «¿Cómo podemos trabajar para crear una sensación de barrios seguros y lugares más seguros para los niños, a medida que crecen? ¿Cómo podemos dejar que sean libres, pero que se sientan seguros?» Las comunidades tienen que encontrar la manera de proporcionar seguridad a sus niños residentes, sea cual sea la forma que adopte.
4. Los coches
Los coches son la principal causa de muerte de los niños de Estados Unidos entre uno y 16 años. Los padres tienen derecho a estar preocupados, pero esto es algo que no pueden abordar solos. Lo que hace falta son nuevas leyes que obliguen a los coches a reducir la velocidad, mejores infraestructuras para los peatones y carriles bici, así como una aplicación legal coherente.
5. Padres ocupados
Los padres están tan ocupados con el trabajo y la falta de ayudas para el cuidado de los niños que es difícil encontrar tiempo para llevarlos al aire libre. Y sin embargo, esto debe ser una prioridad. Sin exposición a la naturaleza, ¿cómo aprenderán los niños a amarla?
6. Un plan de estudios sin naturaleza
Las escuelas podrían ser un buen sustituto (en parte) de los padres que están demasiado ocupados para salir al exterior, pero el plan de estudios carece lamentablemente de componentes al aire libre. Algo que las escuelas podrían hacer inmediatamente (al menos en Canadá, donde yo vivo) es empezar a enviar a los niños al recreo, llueva o haga sol, en lugar de tener recesos automáticos en el interior en cuanto el tiempo se vuelve malo.
7. Falta de juego libre
Perdón por la burda comparación, pero piensa en comprar carne. Cuando se trata de pollo, «sabemos que es mejor el de granja que el de batería». Entonces, ¿por qué mantenemos a nuestros hijos encerrados como gallinas en batería? Esto se convierte en un problema de derechos humanos, sobre todo cuando los niños tienen menos tiempo al aire libre cada día que los presos.
8. La desaparición de los espacios verdes
Necesitamos proteger los espacios verdes que quedan en nuestras ciudades, ya que están desapareciendo a manos de los promotores y de los presupuestos municipales recortados a un ritmo rápido. Hasta el rincón más pequeño, con hierba, árboles, flores e insectos, puede ser un espacio de aprendizaje para los niños.
9. El auge del juego en interiores
El juego de los niños se ve ahora como un negocio, y sin embargo no tiene por qué serlo.
«El mundo natural ofrece misterio, creatividad y juego de forma gratuita y en abundancia. Sin embargo, requiere guías, mentores, catalizadores y tiempo para desarrollar la conexión, las relaciones, la maravilla y el asombro.»
Así que en lugar de llevar a tu hijo al parque infantil cubierto, al club de gimnasia o a la piscina, llévalo a una larga excursión. No te gastes ni un céntimo, pero sal de allí sintiéndote recompensado y renovado.
10. Falta de interés por el aire libre
Una plétora de pertenencias materiales puede hacer que la naturaleza parezca aburrida en comparación. No dejes que eso le ocurra a tu hijo. Mantenlos en contacto constante con el aire libre para que conserven la perspectiva de que la naturaleza nunca envejece, pero los juguetes pasan de moda.
11. Aumento del tiempo de pantalla
La Red Salvaje considera que las pantallas son la barrera número uno para que los niños jueguen al aire libre, pero no van a desaparecer pronto. Es muy importante que los padres establezcan un equilibrio entre nuestra cultura adicta a las pantallas y la conexión con el aire libre. Apágalo. Establece límites. «Haz tiempo para el Tiempo Salvaje, sin conexión, al aire libre, disfrutando de otras cosas como las plantas, los árboles, el sol, la lluvia y todas las criaturas geniales».