La jardinería en el espacio exterior va a ser difícil

La gente habla de trasladarse a la luna y a Marte, pero ¿qué va a comer todo el mundo?

Hay algo en la mentalidad humana que parece desafiar la idea de los imperativos biológicos. Uno pensaría que la protección del propio hábitat estaría muy arriba en la lista de una especie sobre cómo asegurar la supervivencia, ¿verdad? Y entonces aquí estamos… destruyéndolo todo con abandono.

Mientras vemos cómo los ecosistemas de nuestro orbe se desmoronan bajo la presión del desconcertante desprecio de la humanidad por todo ello, la gente está pensando en colonizar nuevos y brillantes planetas y satélites en los que empezar de nuevo. Como dijo Stephen Hawking «Nos estamos quedando sin espacio, y el único lugar al que podemos ir son otros mundos… La dispersión puede ser lo único que nos salve de nosotros mismos. Estoy convencido de que los humanos tienen que salir de la Tierra». Pensaba que deberíamos apuntar a vivir en la Luna dentro de 30 años.

Por supuesto, lo primero es esta brillante idea: ¿Por qué no intentar hacer un esfuerzo para no destrozar la Tierra en primer lugar?

Y otra cosa: ¿Qué vamos a comer en la Luna, o en el viaje de siete meses a Marte; o una vez que lleguemos allí, qué vamos a comer realmente en Marte? Porque resulta que cultivar en el espacio no va a ser fácil.

Ahora bien, no sé si el sitio web de invernaderos, La gente de los invernaderos, está trabajando en algún invernadero apto para Marte; pero sí que han elaborado el siguiente resumen en el que se muestran los retos que supone alimentar a los exploradores espaciales. Es decir, una persona no puede vivir sólo de helados para astronautas. El sitio web señala:

«Para sobrevivir tanto al viaje como a la colonización de un nuevo planeta, no se puede obviar el hecho de que el viaje necesitará comida, y mucha. Siendo realistas, cualquier viaje de larga duración, como un viaje a Marte o el establecimiento de colonias en la Luna, requeriría un sistema de soporte vital bioregenerativo. Dicho sistema nos permitiría cultivar nuestros propios alimentos y reciclar el dióxido de carbono en oxígeno respirable y ser realmente autosuficientes en un nuevo planeta».

Ah, si fuera tan fácil. Esto es lo que estamos viendo.

Jardinería en el espacio exterior

© La gente del invernadero

Esto nos hace ver que somos criaturas de este planeta y que toda nuestra evolución está estrechamente relacionada con los demás organismos. No estamos hechos para vivir en otro lugar, como tampoco lo están las plantas de las que dependemos para sobrevivir. Llámame aguafiestas si quieres, pero dedicar todo este tiempo y esfuerzo a averiguar cómo escapar de nuestra Tierra calcinada -en lugar de intentar repararla mientras podamos- parece la mayor de las locuras.

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