Usa este periodo de 40 días como un tiempo para experimentar y establecer hábitos de vida sostenibles.
La Cuaresma es el periodo de seis semanas previo a la mayor celebración del cristianismo, la Pascua, y comienza hoy. Tradicionalmente se utilizaba como un tiempo de reflexión, oración, limosna y ayuno para conmemorar la crucifixión y resurrección de Jesús, pero con las iglesias cada vez más vacías y con menos gente asociándose a la religión organizada, observar la Cuaresma se ha convertido en algo mucho menos común que antes.
Aunque no soy religioso, me sigue intrigando la idea de un reto de 40 días (aunque este año tiene más bien 46 días de duración). La Cuaresma puede ser utilizada por los no creyentes como un momento para experimentar con nuevos intereses y hábitos, especialmente los centrados en el medio ambiente. La duración definida crea un límite de tiempo que es cómodo y manejable, y sin embargo es un tiempo suficiente para marcar la diferencia y establecer prácticas sostenibles.
¿Por qué no utilizar esta Cuaresma para hacer más ecológico tu estilo de vida, para reducir tu huella de carbono? ¿O utilizarla para centrarte en mejorar tu bienestar y tu salud de otras maneras, como una desintoxicación digital o la creación de una sólida rutina matutina? A continuación encontrarás una lista de ideas para observar un tipo alternativo de Cuaresma.
1. Hazte vegetariano o vegano. Esto puede parecer fácil para los que evitan los productos animales todo el tiempo, pero para las personas que están en la fase de transición – aprendiendo sobre los horrores de la agricultura animal y los efectos medioambientales – la Cuaresma puede ser el momento perfecto para sumergirse en la alimentación sin carne.
2. No gastes nada o no uses plástico. Comprueba la poca basura (¡incluyendo el reciclaje!) que puedes generar de aquí a Semana Santa. Si es demasiado, céntrate simplemente en eliminar el plástico en la medida de lo posible. Comprométete a llevar tu propia taza de café al trabajo cada día.
3. Reduce el desperdicio de alimentos. Esfuérzate por utilizar todos los alimentos que compres antes de que se estropeen. Intenta cocinar a través del contenido de tu despensa y congelador, lugares donde los alimentos suelen olvidarse.
4. Cocina desde cero durante toda la Cuaresma. Intenta hacer todas tus comidas en casa hasta la Semana Santa. No sólo reducirás el desperdicio de comida, sino que probablemente ahorrarás algo de dinero mientras lo haces.
5. Prueba la dieta de las 100 millas. Durante la Cuaresma, compra sólo ingredientes que procedan de un radio de 100 millas de tu casa. Un reto añadido es ampliar ese criterio a todos los aspectos de tu vida, es decir, la ropa, los accesorios del hogar, etc.
6. «Ayuna» del uso excesivo de agua. Presta mucha atención a tu huella hídrica e intenta eliminarla en la medida de lo posible mediante la conservación, la recogida de agua de lluvia y la reutilización de las aguas grises. (Reducir o eliminar el consumo de carne desempeña un gran papel en la reducción del agua, ya que es la principal culpable)
8. Prueba un reto de no comprar nada. Conviértete en un consumidor consciente, preguntándote: «¿Realmente necesito esto?». La gurú de las finanzas Cait Flanders ha escrito la Guía de la Prohibición de Compra.
9. Sé minimalista. Purga tu casa y deshazte del exceso de desorden, ya sea jugando al Juego del minimalismo o haciendo el Reto de las 40 bolsas en 40 días.
10. Cambia tu modo de transporte. En lugar de subirte al coche para ir al trabajo, destina un tiempo al día para caminar, ir en bicicleta, patinar o compartir el coche.
11. Establece una sólida rutina matutina. Hay algo maravillosamente satisfactorio y eficiente en tener una rutina matutina predecible. Sé estricto contigo mismo durante 40 días y verás cómo es más fácil mantenerla después de Semana Santa.
12. Haz una desintoxicación digital. Establece parámetros estrictos para el uso de los dispositivos personales, es decir, teléfono apagado durante la jornada laboral o durante las tardes cuando estés con la familia, nada de televisión excepto los fines de semana, consultar el correo electrónico y las redes sociales a horas determinadas cada día, etc.