Aunque hay dos especies conocidas de ardillas blancas en Asia, no hay ninguna en Norteamérica, así que si has visto una ardilla totalmente blanca o mayoritariamente blanca en la naturaleza aquí, has visto algo bastante raro. Pero para entender por qué, es necesario conocer algunos antecedentes.
La mayoría de las ardillas blancas que se ven en Norteamérica son variantes genéticas del color de la ardilla gris oriental.
En el caso de algunas de estas ardillas grises orientales, su singular pelaje se debe al albinismo, un trastorno congénito caracterizado por la escasa o nula producción de melanina. Esta falta de melanina hace que los ojos de los animales albinos parezcan de color rosa o rojo, el color de sus vasos sanguíneos.
Sin embargo, las ardillas con pelaje completamente blanco y ojos oscuros son probablemente leucísticas.
El leucismo implica una pérdida parcial de pigmentación y a menudo se confunde con el albinismo, pero mientras los animales leucisticos tienen una coloración blanca, pálida o en parches, el color de sus ojos no se ve afectado.
Pero también están las ardillas blancas que no son albinas ni leucísticas.
«Aún más raro parece ser el tipo de pelaje que tenemos aquí en Brevard, Carolina del Norte. El pelaje es mayoritariamente blanco, pero hay una mancha distintiva (gris) en la cabeza y una franja dorsal que se ensancha en la región del hombro», escribe Robert Glesener, director de investigación del Instituto de Investigación de la Ardilla Blanca. «Hay algunas pruebas de que este patrón es hereditario».
¿Dónde puedes verlas?
Las ardillas grises orientales son una especie común, por lo que técnicamente podrías ver una ardilla blanca en cualquier lugar del área de distribución nativa del animal.
Las ardillas habitan en el este y el medio oeste de EE.UU. y en las provincias orientales de Canadá, pero algunas ciudades y pueblos son conocidos por su gran población de ardillas blancas, como Brevard (Carolina del Norte), Marionville (Misuri), Olney (Illinois), Kenton (Tennessee) y Exeter (Ontario).
Pero tus probabilidades de ver una ardilla blanca son mayores en Brevard. La investigación de Glesener ha descubierto que casi una de cada tres ardillas de la ciudad tiene el pelaje blanco, lo que significa que tiene el porcentaje más alto de color blanco de cualquier colonia de ardillas conocida.
En muchos de los lugares en los que prosperan las ardillas blancas, sus colonias pueden remontarse a ardillas blancas de mascotas que fueron liberadas o se escaparon a la naturaleza.
En el caso de las ardillas blancas de Brevard, un residente local recibió un par de ardillas blancas -que se habían escapado de una feria de Florida- como regalo en 1949. Con el tiempo, una de estas ardillas volvió a escaparse de la cárcel y empezó a reproducirse en la naturaleza.
¿Por qué florecen en determinadas zonas?
El albinismo puede ser a menudo un perjuicio para la supervivencia de un animal. El pelaje blanco hace que los depredadores detecten más fácilmente a los animales albinos y es más probable que sus familias y grupos sociales los excluyan.
Entonces, ¿por qué las ardillas con pelaje blanco prosperan en determinadas zonas?
En primer lugar, hay pruebas de que, en algunas circunstancias, la coloración blanca podría ser ventajosa porque los depredadores podrían no identificar como presa a una criatura totalmente blanca.
En segundo lugar, los lugares con grandes poblaciones de ardillas blancas suelen ser ciudades y pueblos donde los depredadores son limitados.
Sin embargo, el mayor factor que contribuye a la supervivencia de las ardillas es que suelen recibir cierto grado de protección por parte de los residentes.
Mientras que las ardillas grises orientales suelen considerarse plagas, las blancas pueden llegar a ser apreciadas e incluso celebradas. En muchos lugares, las ardillas son una atracción para los visitantes, que aportan un dinero constante al turismo.
En Brevard, las ardillas blancas son tan apreciadas que en 1986 el ayuntamiento aprobó una ordenanza por la que se establecía un santuario para estos animales, y hoy se celebran en el Festival de la Ardilla Blanca anual.
Cuando los lugareños valoran a las ardillas blancas por encima de sus homólogas grises, seleccionan en contra de la coloración normal de los animales y, tras unas cuantas generaciones, los genes del pelaje blanco se vuelven más comunes, lo que permite que las ardillas blancas prosperen.