Desde que me llevé mi compost cuando me cambié de casa, hasta el compostaje de los residuos producidos por la mudanza, soy bien conocido por ser un poco obsesivo cuando se trata de todo lo relacionado con el compost. Al fin y al cabo, es un proceso verdaderamente milagroso que representa el corazón mismo de lo que significa vivir de forma sostenible. Si eres un novato en el compostaje, una de las experiencias más sorprendentes que probablemente tengas es la primera vez que experimentes un montón de compost realmente caliente en acción, alcanzando temperaturas de hasta 80 grados centígrados. ¿Quieres probarlo por ti mismo? Acabo de encontrar un relato de primera mano sobre un sencillo sistema de compostaje en pila caliente continua que produce un compost utilizable y friable en tan sólo 3 semanas. Cuando hice mi primer curso de permacultura, una gran parte del plan de estudios se centraba en el compostaje y el reciclaje de la materia orgánica. Además de los sistemas de compostaje lento y con poca mano de obra que funcionan a bajas temperaturas, también exploramos el proceso de elaboración de compost caliente. Sabía, por supuesto, que el compost puede calentarse como resultado de las bacterias que trabajan en su interior, pero no tenía ni idea de lo caliente que puede llegar a estar incluso un montón relativamente pequeño. Después de construir una pila mixta de lechos de animales, estiércol crudo, residuos de cultivos y restos de cartón, dejamos el montón durante unos días para que se calentara. Cuando volvimos, nuestro profesor nos pidió que nos remangáramos y metiéramos el brazo en un agujero del montón: la experiencia fue asombrosa. Una vez superado el típico remilgo del urbanita de meter la mano en un montón de caca, nos sorprendió lo difícil que era mantener el brazo dentro durante más de unos segundos.
Este ejercicio no era sólo una forma de demostrar los impresionantes procesos biológicos que tienen lugar en el compost. Como explicó nuestro profesor, también es un método muy práctico para asegurarse de que el compost está progresando como debería: si puedes mantener el brazo dentro durante más de unos segundos, el montón no está lo suficientemente caliente y probablemente haya que darle la vuelta, y añadir más material rico en nitrógeno, o al menos construirlo mejor la próxima vez. Sin embargo, si ni siquiera puedes mantener el brazo dentro, el montón está demasiado caliente (un montón demasiado caliente pierde una cantidad excesiva de nutrientes y puede incluso incendiarse).
Para los que quieran probar todo esto por sí mismos, el Instituto de Investigación de Permacultura de Australia tiene un magnífico relato de Alex McCausland, de Strawberry Fields Eco-Lodge, sobre su sistema de compostaje caliente superrápido de 3 semanas. Utilizando una serie de pequeños pozos excavados en el suelo, McCausland y sus colegas apilan una mezcla cuidadosamente estratificada de residuos de cultivos y hierbas secas, restos de cocina y estiércol animal (en una proporción de 3:2:1). La mezcla se riega constantemente mientras se construye la pila, y las capas se repiten 3 veces. Después, se añade una pequeña cantidad de compost de un montón existente para asegurar un «arranque» de las bacterias adecuadas, y se hacen agujeros de arriba a abajo para permitir que suba el calor y circule el oxígeno. Luego se deja que la mezcla se caliente durante 3-5 días antes de voltearla para garantizar una descomposición uniforme y la destrucción de las semillas de malas hierbas en todo el montón.
En 3 semanas, dice McCausland, tiene un humus hermoso, fértil y esponjoso, listo para ser utilizado en los huertos del albergue. A continuación, el equipo tiene previsto fabricar un calentador de agua alimentado con compost para proporcionar duchas calientes a ellos mismos y a sus huéspedes.