De las cinco especies de rinoceronte que existen en la actualidad, tres de ellas -el rinoceronte negro, el rinoceronte de Java y el rinoceronte de Sumatra- están catalogadas como en peligro crítico. El rinoceronte blanco se considera casi amenazado, con poblaciones en disminución, y el rinoceronte mayor de un cuerno (a veces llamado rinoceronte indio) está designado como vulnerable, con poblaciones en aumento.
En el caso del rinoceronte blanco, la mayoría (más del 99%) está presente en sólo cinco países: Sudáfrica, Namibia, Kenia, Botsuana y Zimbabue. Se calcula que hay unos 10.080 rinocerontes blancos adultos maduros vivos (en enero de 2020). Aunque quedan entre 2.100 y 2.200 rinocerontes mayores de un cuerno, las poblaciones están aumentando gracias a los estrictos esfuerzos de conservación y gestión del hábitat en la India y Nepal.
Aunque sólo quedan 3.142 rinocerontes negros (en enero de 2020), la buena noticia es que el número de la población está aumentando, según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). El rinoceronte negro fue la especie de rinoceronte más numerosa del mundo durante la mayor parte del siglo XX, antes de que un repunte de la caza y el desbroce de tierras redujeran significativamente su número. Entre 1960 y 1995, la caza furtiva provocó una desastrosa reducción del 98% de la población.
El rinoceronte de Java y el rinoceronte de Sumatra, ambos en peligro crítico de extinción, se enfrentan a un panorama desolador, ya que sólo quedan 18 y 30 individuos maduros respectivamente. Los rinocerontes de Java están catalogados como en peligro de extinción desde 1986 y en peligro crítico desde 1996. Se calcula que hay 68 rinocerontes de Java que viven en el Parque Nacional de Ujung Kulon, en el extremo occidental de Java, pero sólo el 33% de ellos tiene capacidad de reproducción. Actualmente no hay ninguno que viva en cautividad.
Se calcula que la población total de rinocerontes de Sumatra es inferior a 80, y que ha disminuido en más de un 80% en los últimos 30 años. Hay nueve de estos animales en cautividad, ocho en Indonesia y uno en Malasia (una hembra que, por desgracia, no es reproductiva), con dos crías nacidas en el Parque Nacional de Way Kambas en 2012 y 2016.
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Amenazas
Todas las especies de rinoceronte están muy amenazadas por la caza furtiva y la pérdida de hábitat, y la primera está impulsada principalmente por el comercio ilegal de animales salvajes en Vietnam y China para obtener cuernos y otras partes del cuerpo. Las partes del rinoceronte se consideran un artículo de regalo de gran valor y algunas culturas creen que tienen propiedades medicinales, lo que ha provocado una caza excesiva a lo largo de los últimos siglos.
La caza furtiva
Aunque la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora (CITES) prohibió el comercio internacional de cuernos de rinoceronte en 1977, la caza furtiva sigue siendo la mayor amenaza para los rinocerontes. Muchos cuernos siguen entrando en el mercado ilegal, sobre todo en Vietnam, donde la escasa aplicación de la ley facilita que vastas redes delictivas los muelan para venderlos como medicina tradicional, según el Fondo Mundial para la Naturaleza. El cuerno se utiliza para una amplia gama de aplicaciones, como drogas para fiestas, suplementos para la salud, una cura para la resaca e incluso una cura para el cáncer. En China, el cuerno de rinoceronte puede entrar en el mercado de consumo como antigüedades de alto estatus o como compra de inversión, a menudo tallado en costosos cuencos y brazaletes. Los niveles de caza furtiva de rinocerontes alcanzaron máximos históricos en 2015, con la matanza de al menos 1.300 animales en África; esa cifra disminuyó a 691 en 2017 y a 508 en 2018.
La UICN calcula que el 95% de los cuernos de rinoceronte negro destinados a los mercados ilegales del sudeste asiático proceden de la caza furtiva en África. Además de para la medicina tradicional china, los cuernos de rinoceronte negro también se han utilizado en el pasado para fabricar mangos tallados para dagas ceremoniales en Yemen y Oriente Medio. Más recientemente, el mercado medicinal ha empezado a afilar trozos de cuerno de antiguas tallas ornamentales para complementar la demanda a medida que disminuye la caza furtiva.
Pérdida de hábitat
El cambio climático, la tala de árboles y la agricultura provocan la pérdida de hábitat y cambios en la composición de los pastizales. Como resultado, las poblaciones fragmentadas suelen ser propensas a la endogamia, ya que la mezcla genética saludable es más difícil en grupos más pequeños. A medida que las poblaciones humanas crecen, los espacios disponibles para que los rinocerontes prosperen se reducen, al tiempo que aumenta la probabilidad de que se produzcan peligrosos conflictos entre humanos y rinocerontes.
Competencia alimentaria
En el caso del rinoceronte de Java, en peligro crítico, los estudios han demostrado que el hábitat existente está limitado tanto por la invasión humana como por el predominio de una especie de palmera invasora llamada arenga. Conocida localmente como Langkap, la palmera crece de forma incontrolada por todo el dosel del bosque, inhibiendo el crecimiento de las plantas que comen los rinocerontes. Parque Nacional de Ujung Kulon, la única zona en la que se encuentran rinocerontes de Java, es también el hogar de casi un millar de reses banteng salvajes. Cuando la hierba escasea, los banteng compiten con los rinocerontes en busca de comida, lo que contribuye a la disminución histórica del número de rinocerontes de Java.
Efecto Allee
El Efecto Allee se produce cuando una población queda confinada en una pequeña zona protegida, lo que provoca una falta de recursos y un aumento de las enfermedades que acaba provocando su extinción. Ésta es una de las mayores amenazas a las que se enfrenta el rinoceronte de Sumatra, en peligro crítico, que sólo se encuentra en las islas indonesias de Sumatra y Borneo.
Lo que podemos hacer
Los rinocerontes ocupan un lugar único e importante en los ecosistemas, ya que son uno de los pocos megaherbívoros (animales que se alimentan de plantas y pesan más de 500 kilos) que quedan en el planeta. Ayudan a mantener los hábitats de praderas y bosques que comparten con otras innumerables especies, y como parte de los «Cinco Grandes» de África (león, leopardo, búfalo, rinoceronte y elefante), contribuyen enormemente al crecimiento económico y sostenible de las industrias locales de turismo y safari.
La mayoría de los rinocerontes no pueden sobrevivir fuera de los parques nacionales y las reservas naturales debido a la caza furtiva y a la pérdida de hábitat, por lo que es imperativo que estos lugares sigan estando protegidos. No hay duda de que la conservación extrema del rinoceronte funciona cuando se ejecuta correctamente, como demuestra la mejora de la situación del rinoceronte mayor de un cuerno, que pasó de estar en peligro de extinción a principios de siglo a ser vulnerable en 2008 gracias a la protección y la gestión del hábitat en India y Nepal. Las personas de todo el mundo pueden contribuir adoptando simbólicamente un rinoceronte o firmando las peticiones del Fondo Mundial para la Naturaleza establecidas para detener los delitos contra la vida salvaje.
La investigación y el seguimiento en las zonas de conservación de rinocerontes están proporcionando información para orientar la cría y el crecimiento de la población. Incluso hay organizaciones que emplean Unidades de Protección de Rinocerontes para luchar contra la caza furtiva en lugares como Sumatra. En Indonesia, donde se calcula que el 60% del territorio de los rinocerontes de Java está cubierto por la invasiva palma de arenga, que deja poco espacio para las plantas que favorecen a los rinocerontes, el Área de Conservación y Estudio del Rinoceronte de Java trabajó para limpiar 150 hectáreas entre 2010 y 2018. El espacio es ahora frecuentado por 10 rinocerontes, lo que supone más de la mitad de la población total.