Como cualquier tipo de árbol, la conífera es susceptible de sufrir una serie de enfermedades que pueden dañarla o destruirla. A veces, estas enfermedades afectan a los árboles del bosque; otras veces, sólo afectan a los árboles urbanos o suburbanos. Los árboles muertos y moribundos son antiestéticos, pero también son un peligro potencial para la seguridad.
En las zonas pobladas, la podredumbre puede provocar la caída de ramas o el derrumbe de árboles enteros, especialmente durante las tormentas. En las zonas boscosas, los árboles muertos pueden secarse, creando combustible para posibles incendios forestales. Si aprendes a reconocer las distintas enfermedades de las coníferas, puedes mejorar la salud de los árboles de tu propiedad y preservar la integridad del ecosistema local.
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Tipos de enfermedades de las coníferas
Los árboles de madera blanda o de coníferas pueden sufrir daños o morir a causa de unos organismos causantes de enfermedades llamados patógenos. Las enfermedades más comunes de los árboles están causadas por hongos, aunque algunas enfermedades están causadas por bacterias o virus. Los hongos carecen de clorofila y se nutren alimentándose de los árboles (parasitándolos). Muchos hongos son microscópicos, pero algunos son visibles en forma de setas o conos. Otros factores que afectan a las enfermedades de los árboles son el clima y el lugar donde están plantados los árboles.
No todas las partes de un árbol pueden verse afectadas o presentar síntomas. La enfermedad puede afectar a las agujas, el tallo, el tronco, las raíces o una combinación de ellas. En algunos casos, los árboles pueden salvarse aplicando pesticidas, recortando las partes enfermas o eliminando los árboles vecinos para tener más espacio. En otros casos, la única solución es eliminar el árbol por completo.
Colada de agujas
La caída de agujas es un grupo de enfermedades de los árboles que hacen que las coníferas pierdan agujas. Los síntomas de la enfermedad de las agujas aparecen primero en las agujas como manchas de color verde claro a amarillo, que finalmente se vuelven rojas o marrones. Se forman pequeños cuerpos fructíferos negros en la superficie de las agujas antes o después de que se desprendan las agujas infectadas. Si no se trata, el crecimiento de los hongos puede matar toda la aguja. Las opciones de tratamiento incluyen la aplicación de fungicidas, la eliminación de las agujas enfermas a la primera señal de infección y la poda de las plantas vecinas para evitar el hacinamiento.
Advertencia
Al aplicar un fungicida, sigue siempre las instrucciones del producto y protégete los ojos, la nariz y la boca (el fungicida puede ser un irritante).
Tizón de la aguja
Este grupo de enfermedades del tizón de las acículas, que incluye Diplodia, Dothistroma y la mancha marrón, ataca a las coníferas en las acículas y en las puntas de las ramitas. Las acículas infectadas suelen caerse del árbol, creando un aspecto desnudo. El tizón puede provocar un dramático pardeamiento del follaje, empezando por las ramas inferiores. Los ciclos anuales repetidos de infección pueden provocar la muerte de las ramas y la pérdida final de cualquier valor ornamental significativo. La opción de tratamiento más eficaz es la pulverización de fungicidas de cobre, pero puede que tengas que pulverizar repetidamente para romper el ciclo de vida de los hongos que causan el chancro.
El cancro, la roya y la ampolla
El término «cancro» se utiliza para describir una zona muerta o con ampollas en la corteza, la rama o el tronco de un árbol infectado. Decenas de especies de hongos causan enfermedades de cancro. Los cancros suelen aparecer como una secreción cerosa en la corteza. Las ampollas o agallas aparecen en las ramas y tienen el aspecto de quistes o tumores en la superficie de la corteza, y en ocasiones también pueden producir una secreción cerosa o amarillenta. A menudo, las ramas más bajas serán las primeras en mostrar los síntomas. Las opciones de tratamiento incluyen la poda de las zonas afectadas y la aplicación de un fungicida.
Marchitamiento y enfermedades de las raíces
Son enfermedades de la descomposición de la madera. Pueden entrar a través de heridas en la parte inferior del árbol o penetrar directamente en las raíces. Afectan a las raíces y, en algunos casos, también a la culata. Estos hongos viajan de un árbol a otro a través del aire o del suelo. Los síntomas incluyen la muerte de las agujas en ramas o ramas enteras, la descamación de la corteza y la caída de las ramas. A medida que la podredumbre avanza, la estructura radicular subyacente se descompone, haciendo que el árbol sea inestable. Las opciones de tratamiento son escasas; en muchos casos, hay que eliminar todo el árbol.
Advertencia
Cuando retires parte o la totalidad de un árbol, asegúrate de que llevas gafas, guantes y el equipo de seguridad adecuado. En caso de duda, llama a un servicio profesional de árboles.
Fuentes
- Murray, Madeline. «Enfermedades de las coníferas.» Extensión de la Universidad del Estado de Utah. 3 de febrero de 2009.
- Pataky, Nancy. «Enfermedades comunes de las coníferas en los bosques«. Extensión de la Universidad de Illinois. 2009.
- Las enfermedades de las coníferas.
- Wollaeger, Heidi. «Prevención, diagnóstico y gestión de las enfermedades de las coníferas«. Extensión de la Universidad Estatal de Michigan. 5 de diciembre de 2013.
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