Ecoembes, la organización sin ánimo de lucro que se encarga del cuidado del medio ambiente a través de la gestión de los residuos de envases, tiene como prioridad garantizar, por encima de todo, la salud y la seguridad de los trabajadores del sector.
Por ello, durante el estado de alarma decretado para hacer frente a la crisis del coronavirus, tomará las precauciones que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) han emitido respecto a cómo deben gestionarse los desechos durante este duro periodo para intentar frenar, en la medida de lo posible, el contagio.
Desde esta organización aseguran que la actividad de recogida y tratamiento estará garantizada, en tanto que, “hasta nueva indicación, los más de 8.100 ayuntamientos de toda España siguen y seguirán trabajando a diario para garantizar tanto la seguridad de los operarios como la recogida selectiva y el reciclado de los residuos que generamos durante el estado de alarma en nuestros hogares”.
Sin embargo, están tomando algunas medidas para contribuir en todo lo posible a combatir esta crisis. Para empezar, todos los operarios de las plantas llevarán equipos de protección individual (EPIs). Los turnos se verán afectados para proteger a los empleados: se reducirá el personal de turnos y se crearán turnos extra. En los cambios de turno, los trabajadores en ningún momento tendrán contacto: no coincidirán en los vestuarios, ni tampoco en los puestos de triaje ni en los controles de calidad.
Por último, el material deberá aguantar 72 horas almacenado antes de proceder a tratarlo, pues es el periodo de tiempo estimado en que puede desarrollarse el COVID-19 sobre las superficies de plástico.
Personas diagnosticadas y en cuarentena: ¿qué hacer con sus residuos?
Si en el hogar residiera una persona con síntomas o diagnosticada con coronavirus, sus desechos deberán tratarse de manera diferenciada a los del resto del hogar, que en principio deberán separarse como de costumbre. En la habitación en la que la persona enferma se aísla debe haber una papelera (preferiblemente con tapa y pedal) en la que se depositarán todos los residuos del enfermo, sin atender a los materiales (vidrio, cartón, materia orgánica, etc). Desde una botella de plástico a una de vidrio o una manzana.
Todos sus residuos se tirarán en esa basura. En esa misma bolsa, que se deberá poder cerrar herméticamente, se desecharán también las gasas, los pañuelos y otros objetos que se hayan empleado en atender al enfermo, así como los EPIs o guantes del cuidador o cuidadora. Ésta, sin embargo, no deberá quitarse la mascarilla y las gafas hasta que esté fuera de la habitación. En otro cubo de basura —también con tapa y pedal, además de cierre hermético—, situado junto a la habitación aislada (fuera), se depositarán las gafas y la mascarilla del cuidador. Y será allí también (en esta bolsa 2) donde se tire la bolsa de basura con los restos del enfermo (bolsa 1), previamente cerrada herméticamente. Esta bolsa 2 se cerrará de igual forma y se incluirá en la bolsa 3, que debería ser la de la fracción resto.
Desde el Miteco y la FEMP aseveran que queda prohibido desechar esta bolsa en cualquier otra fracción de recogida selectiva, ya que puede contaminar el material. Una vez realizada la recogida del contenedor, la bolsa resto, con los desechos de las personas en cuarentena incluidas, irán a parar a incineradora o vertedero sin haber pasado antes por manipulación humana, tal y como establecen las indicaciones del Gobierno.