Los osos polares son unos de los animales más extraordinarios y reconocibles del mundo. Conocidos científicamente como Ursus maritimus, apenas se ven en la naturaleza, ya que residen al norte del Círculo Polar Ártico. Pertenecen a la familia Ursidae, que contiene los mayores carnívoros terrestres, entre los que también se encuentran los osos negros y pardos. Estas colosales criaturas son poderosos depredadores, equipados para las temperaturas gélidas con su denso pelaje y su gruesa capa de grasa corporal que los calienta. Pero se enfrentan a un futuro inestable, ya que su hábitat helado está disminuyendo rápidamente. Aprende más sobre su estado de conservación y lo que los hace tan fascinantes.
Tabla de contenidos
1. Los osos polares son en realidad negros, no blancos
Aunque los osos polares son famosos por su color blanco como la nieve, su piel es en realidad negra, según la World Wildlife Fund. Lo que les hace parecer blancos es, en realidad, su gruesa capa de pelaje hueco, translúcido y reflectante de la luz, que los camufla eficazmente contra los fondos nevados. El único lugar en el que su verdadero pigmento es evidente es en las puntas de sus narices de color carbón. Su piel negra les ayuda a absorber los rayos del sol, manteniéndolos calientes en las temperaturas más bajas.
2. Se mantienen calientes con una capa de grasa de varios centímetros de grosor
Los osos polares pasan su vida a temperaturas bajo cero, pero están hechos para ello, no sólo con un pelaje aislante y una piel que absorbe el calor, sino también con una capa de grasa corporal que puede llegar a tener un grosor de casi cuatro pulgadas y media (11,4 centímetros). Esa grasa es la que les mantiene calientes cuando están en el agua, y también es la razón por la que las madres son reacias a dejar que sus cachorros se bañen en primavera: Los bebés aún no tienen suficiente grasa corporal para mantenerse calientes.
3. Se clasifican como mamíferos marinos
Debido a que dependen del océano para obtener alimento y un hábitat helado, los osos polares son la única especie de oso que se considera mamíferos marinos. Esto significa que están agrupados con las focas, los leones marinos, las morsas, las ballenas y los delfines, y también entran en la Ley%20de%20Protección%20de%20los%20Mamíferos%20Marinos.%20Esta%20ley,%20promulgada%20en%201972,%20prohíbe%20″coger» o importar cualquier mamífero marino en EE.UU. (en este contexto, «coger» significa acosar, cazar, capturar o matar).
4. Son nadadores de gran talento
Dicho esto, los osos polares son bastante gráciles en el agua. Según el WWF, pueden nadar a un ritmo sostenido de seis mph y pueden hacerlo durante largas distancias. Utilizan sus patas delanteras ligeramente palmeadas para remar, mientras mantienen sus patas traseras extendidas como timones.
A veces se ven osos polares nadando a cientos de kilómetros de tierra. Es probable que no lleguen tan lejos remando, sino que a veces se montan en placas de hielo flotantes. Aunque son buenos nadadores, los osos polares pueden tener problemas cuando hay tormentas durante sus largas salidas. A veces pueden ahogarse cuando están lejos de tierra en aguas turbulentas. Las investigaciones sugieren que la natación de larga distancia también puede tener consecuencias fisiológicas y reproductivas.
5. Les encantan las focas
Los osos polares pasan aproximadamente la mitad de su tiempo cazando, y las focas son su principal fuente de alimento. En concreto, buscan focas anilladas y barbudas porque son ricas en grasa, y la grasa es fundamental para la supervivencia de un oso polar. Cazan buscando zonas de hielo agrietado y esperando a que las focas salgan a la superficie para tomar aire. Utilizan su fuerte sentido del olfato para localizarlas y a menudo esperan durante horas o días. Según el WWF, menos del dos por ciento de sus cacerías tienen éxito.
Por eso también hurgan en los cadáveres de las ballenas y buscan otras fuentes de alimento, como los huevos de pájaros y las morsas, dice la Federación Nacional de la Naturaleza. Están en la cima de la cadena alimentaria del Ártico y no tienen más depredadores que los humanos y otros osos polares.
6. Los osos polares pueden ser solitarios
Pasan la mayor parte de su vida solos, excepto en algunas situaciones poco frecuentes, como cuando varios se alimentan de un cadáver de ballena a la vez. Las hembras se quedan con sus crías cuando las crían, y las parejas permanecen juntas cuando se aparean. Mientras que los mayores tienden a ser solitarios, los jóvenes osos polares suelen retozar y jugar entre ellos.
7. Sus orígenes son oscuros
Durante años, los investigadores creyeron que los osos polares evolucionaron a partir de los osos pardos durante los últimos 150.000 años aproximadamente, especulando que el cambio climático les obligó a evolucionar rápidamente para adaptarse a vivir en el Ártico. Pero los resultados de otro estudio publicado en la revista Science sugieren que los osos polares no descendieron de los osos pardos. Tras estudiar el ADN de osos polares, osos pardos y osos negros, los investigadores creen que el oso pardo y el oso polar tienen un ancestro común, pero que las líneas se separaron hace unos 600.000 años.
8. Los osos polares son enormes
Los osos polares miden entre 2 y 3 metros de largo y entre 1,5 y 1,5 metros de alto en el hombro cuando están sobre sus cuatro patas. Un oso macho grande puede pesar más de 1.700 libras y puede llegar a medir hasta 3 metros cuando está de pie sobre sus patas traseras. Una hembra grande puede pesar hasta 1.000 libras.
Al ser tan pesados, los osos polares deben caminar con cuidado sobre el hielo. Para distribuir su peso, separan mucho las patas, bajan el cuerpo y se mueven lentamente, según Polar Bears International. Los osos polares viven una media de 25 a 30 años en la naturaleza.
9. Tienen muchos nombres
La ciencia conoce al oso polar como Ursus maritimus, pero en todo el mundo, la especie tiene un montón de apodos interesantes, como Thalarctos, «oso de mar», «oso de hielo», Nanuq (para los inuit), isbjorn (para los suecos), «oso blanco» y «señor del Ártico». Los poetas nórdicos llamaban al oso «ciervo blanco del mar», «el temor de la foca», «el jinete de los icebergs», «la perdición de la ballena» y «el marinero del témpano». Decían que el oso tenía la fuerza de una docena de hombres y el ingenio de once. Los indígenas sami o lapones del norte de Europa llamaban a los osos «perros de Dios» o «ancianos con abrigos de piel». Se negaban a llamarlos osos polares por miedo a ofenderlos.
10. Están en peligro de extinción
En 2008, los osos polares fueron la primera especie vertebrada que se incluyó en la lista de la Ley de Especies en Peligro de Estados Unidos como amenazada debido al cambio climático previsto. A nivel internacional, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza los clasifica como especie vulnerable. Canadá clasifica a los osos polares como especie de especial preocupación según la Ley Nacional de Especies en Riesgo.
La UICN calcula que quedan entre 22.000 y 31.000 osos polares en todo el mundo. Su número está disminuyendo debido a la pérdida de hábitat y al deshielo del mar. Cuando se pierde el hielo, tienen que recorrer mayores distancias para encontrar un terreno estable, lo que puede suponer una grave amenaza para su supervivencia. Menos hielo significa también menos focas para comer.
Salva a los osos polares
- Ponte en contacto con los legisladores para hacerles saber que apoyas las acciones para reducir el cambio climático. Aprende a ponerte en contacto con tu representante a través del Centro de Soluciones Climáticas y Energéticas.
- Toma medidas para reducir tu propia huella de carbono: sé consciente de los gases de efecto invernadero, de la contaminación por partículas, de tus hábitos alimenticios, de los residuos domésticos y del uso de la energía, y de cómo podrían estar afectando al clima.
- Dona a los esfuerzos de conservación como la WWF o la campaña Salvemos nuestro hielo marino de Polar Bears International.
- Busca oportunidades de voluntariado. Polar Bears International envía a veces voluntarios a Canadá durante dos semanas al año para ayudar a educar a los visitantes sobre la especie y el cambio climático.