Las cigarras de la cría X emergen cada 17 años en 15 estados del este y el medio oeste de Estados Unidos. De las 12 crías de cigarra activas periódicas, la cría X (pronunciada «cría 10») es una de las más grandes y concentradas, y comprende las tres especies de cigarras de 17 años conocidas, Magicicada septendecim, Magicicada cassini, y Magicicada septendecula.
En determinados años, entre finales de abril y principios de mayo, miles de millones de estos artrópodos de grandes alas emergen simultáneamente del suelo, cubriendo rápidamente los árboles con exoesqueletos desechados y llenando el aire con sus vociferantes y rítmicas llamadas de apareamiento. A pesar de su inquietante aspecto -con megaalas venosas y ojos rojos saltones- las cigarras son inofensivas. No pican a los humanos ni dañan los árboles maduros que las albergan temporalmente. Sin embargo, pueden obstaculizar el crecimiento de un árbol joven (pero para eso existe la red).
Aprende más sobre la cría de cigarra potencialmente más densa y más ampliamente distribuida del mundo y qué esperar cuando llegue.
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Cría X de cigarras
La primera mención de la cría X fue en una entrada del diario de 1715 del pastor de Filadelfia, el reverendo Andreas Sandel. Otra mención de ellas décadas más tarde -en una carta del botánico John Bartram que describía su aparición en 1732- verificó su periodicidad de 17 años. Aunque se cree que su distribución fue más amplia en el pasado, en la actualidad su presencia es mayor en Maryland, Indiana, Ohio, Tennessee y partes de Pensilvania, Delaware, Nueva Jersey, Illinois, Carolina del Norte y Georgia.
«La cría X incluía históricamente una amplia franja del Atlántico medio, al oeste de Ohio e Indiana, y al sur de Kentucky y Tennessee», dice el Dr. John Lill, presidente del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad George Washington. «Pero la deforestación intensiva, seguida de la agricultura y/o el pastoreo, probablemente redujeron y fragmentaron a la cría X en su distribución actual (las causas exactas de la distribución actual siguen siendo un pequeño misterio)».
Sin embargo, no es un misterio por qué las crías periódicas de EE.UU. tienden a no viajar fuera de su territorio de siempre. La Dra. Zoe Getman-Pickering, científica postdoctoral de la GWU, dice que son «relativamente indefensas» porque su único mecanismo de supervivencia individual es el canto (a 120 decibelios que hacen temblar el cerebro, nada menos), de modo que cuando se alejan del enjambre, es más probable que se conviertan en comida para aves, roedores, serpientes y mamíferos. Por tanto, confían en su fuerza en número, y Lill dice que podría haber hasta un billón de ellas.
Además, se alimentan de las raíces de los árboles como ninfas, y las llanuras cubiertas de hierba del Medio Oeste simplemente no pueden mantenerlas, dice Getman-Pickering.
¿Qué son las cigarras de 17 años?
Hay dos tipos de cigarras: las anuales y las periódicas. En Norteamérica hay siete especies de cigarras periódicas: cuatro que emergen cada 13 años y tres que lo hacen cada 17 años. Los expertos creen que la mayor periodicidad de las especies de 17 años se debe a las temperaturas más frías, ya que las crías de 13 años son más comunes en los estados sureños más cálidos.
Ciclo de vida
La vida de una cigarra coincide con su periodicidad: así, las cigarras de 17 años viven 17 años, y así sucesivamente. Caen desde las grietas y agujeros de los árboles hasta el suelo inmediatamente después de eclosionar, entre seis y diez semanas después de la puesta de sus huevos, y luego se entierran y encuentran un trozo de raíz de árbol para vivir durante los siguientes 17 años. Las cigarras no están exactamente inactivas durante su fase juvenil (en la que se llaman ninfas). Más bien, pasan casi dos décadas alimentándose del xilema y esperando su próxima aparición, que pueden determinar vigilando los ciclos de floración de los árboles bajo tierra.
Cuando el suelo, a 20 centímetros por debajo de la superficie, alcanza los 64 grados Fahrenheit -normalmente a finales de abril o principios de mayo-, las ninfas de cigarra hacen un túnel hasta la superficie y trepan a un árbol cercano para eludir a los depredadores del suelo. Se desprenden de sus exoesqueletos (exuviae) durante el último ciclo de crecimiento, y una vez que sus alas se inflan con fluido, emprenden el vuelo, cantando al mismo tiempo sus penetrantes llamadas para atraer a sus parejas.
Las cigarras de la cría X emergen cada 17 años (1987, 2004, 2021) y sólo viven hasta seis semanas sobre el suelo. Las hembras ponen unos 500 huevos cada una antes de retirarse, y entonces el ciclo se repite.
¿Son peligrosas las cigarras?
Las cigarras no son peligrosas para nadie ni para nada, excepto, quizás, para los árboles jóvenes. Las cigarras siguen alimentándose de los árboles una vez que emergen del suelo, y si tienes árboles cuyas ramas principales tienen menos de media pulgada de diámetro, su alimentación y puesta de huevos puede causar daños. Puedes proteger fácilmente los árboles jóvenes cubriéndolos con una malla. Es mejor no utilizar insecticidas, ya que los productos químicos pueden comprometer a las futuras generaciones de cigarras.
Las cigarras no muerden ni pican. Son tan inofensivas que los animales -incluidos los gatos, los perros e incluso los humanos- se las comen.
Informa de los avistamientos de cigarras
Las tres especies de la cría X están clasificadas como Casi Amenazadas en la Lista Roja de la UICN. «Las poblaciones están disminuyendo definitivamente», dice Getman-Pickering, y los principales culpables son el cambio climático y la deforestación.
Mientras que en Long Island surgían grandes cantidades de cigarras Brood X, en el refugio adyacente a la ciudad de Nueva York se ven ahora muy pocas. Para controlar las poblaciones de la región, el Dr. Gene Kritsky, experto en cigarras de la Universidad Mount St. Joseph, ha desarrollado una aplicación gratuita de ciencia ciudadana llamada Safari de las cigarras, en la que la gente puede subir fotos de la cría X y de futuras crías. El objetivo es cartografiar los avistamientos de cigarras para futuras investigaciones.
Además, Lill dice que los habitantes de las regiones propensas a las cigarras pueden ayudar a conservar estos bichos prehistóricos plantando árboles, apoyando a las organizaciones conservacionistas (sobre todo a las locales que promueven los esfuerzos de reforestación, como el Programa de la Bahía de Chesapeake, Casey Trees, la Fundación Forestal Nacional, American Forests y The Nature Conservancy), y votando a favor de proyectos de desarrollo local que protejan las tierras forestales.