10 datos sobre el manatí que no conocías

El manatí es el gigante amable del océano. Pasa la mayor parte de su tiempo pastando hierbas marinas y nadando lentamente por aguas cálidas y poco profundas. Pero esta criatura marina es algo más que comer y holgazanear. Los humanos se han preocupado de su protección durante más de un siglo, y tiene una sorprendente conexión con las leyendas de sirenas. Por no mencionar que está emparentado con un enorme animal terrestre y que tiene pulmones a lo largo de la mayor parte de su cuerpo. Sigue leyendo para saber más sobre estos mamíferos marinos.

Tabla de contenidos

1. Sólo hay 3 especies de manatíes

Perteneciente al género Trichechus, el manatí no tiene muchas variaciones. En todo el mundo, sólo hay tres especies vivas de manatíes. Una es el manatí amazónico (Trichechus inunguis), que es el más pequeño del grupo y se encuentra en Sudamérica. El manatí antillano, también conocido como manatí norteamericano, es el más grande. Del manatí africano se sabe mucho menos, pero es la única especie que se encuentra en el Viejo Mundo.

2. Los manatíes pueden pesar miles de kilos

foto estilo retrato de la cara de un manatí mostrando las arrugas de la cara y el cuerpo

Puede que sean nadadores, pero los manatíes no son ligeros. Por término medio, estas criaturas marinas pesan alrededor de 1.000 libras, aunque se han registrado manatíes de hasta 3.500 libras.   Este peso no procede de la grasa -que es habitual en los mamíferos marinos- porque los manatíes no tienen. En lugar de esa capa de grasa, su peso (y, de hecho, su gran tamaño) se compone principalmente de su estómago e intestinos.

Su tamaño y peso son parte de la razón por la que se mueven lentamente, nadando a una media de tres a cinco millas por hora.

3. También se les conoce como vacas marinas

manatí nadando en aguas oscuras, comiendo hierba marina verdosa en el fondo del océano

Es posible que oigas llamar a los manatíes por su otro nombre: vacas marinas. Han adquirido este nombre por varias razones, empezando por su dieta. Los manatíes son herbívoros, por lo que su dieta se compone exclusivamente de plantas, especialmente de hierbas marinas. Al igual que las vacas, pastan lánguidamente en sus comidas de hierba.

Los manatíes también son criaturas de movimientos lentos, lo que también recuerda a las vacas.

4. El pariente más cercano de los manatíes es el elefante

A pesar de su otro nombre, los manatíes no están emparentados con las vacas. En cambio, su pariente vivo más cercano es otro animal terrestre: el elefante. Los manatíes y los elefantes evolucionaron a partir del mismo ancestro hace más de 50 millones de años.

Cuando te fijas en los detalles, la relación entre ambas criaturas no es tan sorprendente. Por ejemplo, ambos tienen un corazón en forma de esfera, algo inusual en el reino animal. También tienen técnicas de alimentación similares, ya que los labios flexibles del manatí funcionan de forma parecida a la trompa del elefante.

5. Necesitan agua caliente y migran para conseguirla

los manatíes se reúnen en aguas claras y poco profundas cerca de la orilla con árboles frondosos

Sin grasa que les aísle y con una tasa metabólica baja, los manatíes son sensibles al agua fría. De hecho, necesitan permanecer en agua a más de 60 grados: en algunos inviernos de Florida murieron cientos de manatíes debido al estrés por frío.  

Aquí es donde entra en juego la naturaleza migratoria de los manatíes. Cuando las temperaturas empiezan a bajar, se reúnen en grupos para buscar fuentes de agua caliente. Estos refugios pueden ser los vertidos de agua caliente de las centrales eléctricas y los manantiales y cuencas naturales que atrapan temporalmente el agua caliente.

6. Las madres de manatíes son muy comprometidas

mamá y cría de manatí nadando, vistas desde arriba del agua clara

Cuando se trata de la reproducción, las hembras de manatí son madres comprometidas. Su periodo de gestación dura aproximadamente un año, pero es cuando nace la cría cuando empieza el verdadero trabajo.   Las crías se amamantan durante dos años antes de poder aventurarse por su cuenta.   Mientras tanto, las madres manatíes enseñan a sus crías sobre la alimentación, los refugios de agua caliente y las rutas de viaje. Los manatíes machos no asumen ninguna función de crianza de la cría.

Este largo periodo de trabajo es la razón por la que las crías de manatí suelen nacer cada dos o cinco años: la madre necesita tiempo suficiente para prestar la atención adecuada a una cría antes de dar a luz a otra.

7. Sus pulmones son grandes y fuertes

Al igual que las ballenas y los delfines, los manatíes respiran aire. Salen a la superficie para tomar una bocanada de aire cada tres o cinco minutos. Sin embargo, pueden aguantar la respiración bajo el agua hasta 20 minutos. Esto puede tener que ver con el tamaño de sus pulmones, ya que recorren gran parte de la longitud del cuerpo del manatí.

Con cada respiración, los manatíes reemplazan aproximadamente 90 por ciento del aire de sus pulmones. En comparación, los humanos sólo reemplazan alrededor del 10 por ciento.

8. Están cerca de la naturaleza

dos manatíes nadando en aguas turbias, uno con el lomo cubierto de una capa de algas verdes

Si observas el lomo de un manatí, puede que veas algunas manchas verdes. Eso no es la piel del manatí: son algas. Gracias a su combinación de movimientos lentos y necesidad de estar cerca de la superficie, los manatíes constituyen un caldo de cultivo ideal para las algas que adoran el agua y la luz solar. La asociación puede ser mutuamente beneficiosa, ya que las algas pueden ayudar a proteger al manatí de los rayos dañinos del sol.

La piel de los manatíes se desprende periódicamente, y las algas la acompañan. Así se evita la acumulación de demasiadas algas en el lomo del manatí.

9. Los manatíes podrían haber inspirado las leyendas de las sirenas

A lo largo de la historia, varios marineros creyeron ver simultáneas sirenas. Esto es cierto incluso para Cristóbal Colón, quien, cuando navegaba cerca de la República Dominicana, se sintió decepcionado por las «sirenas» que vio, calificándolas de «no tan bellas como las pintan».

En realidad, estos marineros probablemente estaban viendo manatíes. Aunque las similitudes entre las sirenas y los manatíes son discutibles, los avistamientos confusos contribuyeron sin duda a que el mito de la sirena persistiera.

10. Los esfuerzos de conservación han durado más de un siglo

señal de zona de manatíes a baja velocidad saliendo del agua con el amanecer de fondo

Los manatíes llevan mucho tiempo siendo atacados por el ser humano, amenazados por las redes de pesca, las colisiones con embarcaciones y el desarrollo costero que afecta negativamente a su hábitat. Por ello, desde el siglo XIX se han realizado esfuerzos de conservación. En 1893 se promulgó la primera ley de protección de los manatíes, por la que se declaraba ilegal la caza de manatíes en Florida y se imponía una multa y/o pena de cárcel por agredir o matar a un manatí.

Los manatíes también están protegidos en Estados Unidos por la Ley de Protección de los Mamíferos Marinos y a nivel internacional por la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres). Aun así, a partir de 2020, las tres especies de manatíes están consideradas vulnerables por la Lista Roja de la UICN.  

Salvemos al manatí

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