8 Datos fascinantes sobre el gato de arena

El gato de arena presume de orejas esponjosas, ojos grandes y narices diminutas, por lo que es fácil confundirlo con un encantador gatito que deseas coger y llevar a casa. Sin embargo, eso sería un gran error. Aunque comparten algunos rasgos físicos con los gatos domésticos, los gatos de arena son tan salvajes como los demás: son feroces cazadores y campeones del duro entorno del desierto.

Aquí tienes unas cuantas cosas que quizá no sepas sobre esta simpática criatura que no es tan mimosa.

Tabla de contenidos

1. Los gatos de arena comparten su nombre con una bebida alcohólica

Este pequeño felino recibe los nombres de «gato de arena» y «gato de las dunas», pero su nombre científico es un poco más interesante: Felis margarita. No, no se debe a una afinidad con el cóctel de la hora feliz. En cambio, se le dio el nombre del general francés Jean Auguste Margueritte, líder de la expedición que condujo al descubrimiento de la especie en 1858. La elección fue hecha por Victor Loche, un soldado y naturalista francés que describió por primera vez al felino tras encontrarlo en el desierto del Sahara.

2. Son el único gato que vive principalmente en el desierto

Mientras que algunas especies de gatos, como los gatos monteses, atraviesan paisajes desérticos, el gato de las arenas es el único felino que vive exclusivamente en el desierto. Para conseguirlo, se han adaptado a este clima de dos formas principales.

En primer lugar, han encontrado una forma de protegerse contra las condiciones más extremas, como las temperaturas de la superficie que suben hasta 124 grados durante el día y bajan a 31 grados por la noche. Tienen un grueso pelaje en las patas, incluso entre los dedos, que les ayuda a aislarse del calor abrasador y del frío intenso.

Además, los gatos de arena no necesitan mucha agua. Pueden pasar semanas sin un solo sorbo, obteniendo toda la humedad que necesitan de las presas que consumen.

3. Son cazadores feroces

perfil de un gato de arena merodeando por la arena

Los gatos de arena pueden recordarte a los adorables gatitos domésticos, pero no te engañes: son feroces depredadores. Se alimentan principalmente de pequeños roedores, pero son alimentadores oportunistas y también cazan pájaros, liebres e insectos. A menudo van incluso tras las serpientes sin miedo, sobre todo las víboras venenosas.

Como animales generalmente nocturnos, los gatos de arena realizan la mayor parte de su caza por la noche. Son impresionantemente sigilosos, se esconden en el suelo con las patas dobladas, listos para saltar. Utilizan su sensible oído para localizar a sus presas, incluso bajo tierra.

4. Las poblaciones de gatos de arena se reproducen en diferentes momentos

Los gatos de arena en la naturaleza no tienen una temporada de cría compartida. En su lugar, el periodo de cría cambia según la ubicación, posiblemente debido a factores como los recursos disponibles y el clima. Por ejemplo, los gatos de arena del desierto del Sáhara suelen criar de enero a abril; en Turkmenistán, la temporada de cría no empieza hasta abril; en Pakistán, va de septiembre a octubre.

Mientras tanto, los gatos de arena en cautividad suelen tener más de una camada al año.

5. Son maestros excavadores

Cuando no salen por la noche, los gatos de arena viven principalmente en madrigueras para escapar del calor. Esto significa que son excavadores prolíficos: una madriguera registrada tenía 4,5 metros de largo. Sus garras no se retraen del todo, lo que les ayuda a cavar, aunque el proceso probablemente las deje romas.

Al igual que en la caza, los gatos de arena son oportunistas en lo que respecta a sus madrigueras. Aunque utilizan sus habilidades para cavar una completamente por sí mismos, se sabe que seleccionan madrigueras que han sido abandonadas por otros animales; se apoderan de las madrigueras de jerbos y ardillas de tierra, por ejemplo, y las amplían.

Muchos de los pequeños animales que componen la dieta del gato de arena también son prestamistas, por lo que los felinos deben ser capaces de desenterrarlos del suelo.

6. Los gatos de arena ladran como los perros

Los gatos de arena no emiten muchos sonidos, pero cuando lo hacen, no es el sonido que se espera. Cuando se toma un descanso de su estilo de vida solitario y busca pareja, el gato de arena utiliza maullidos y vocalizaciones similares a ladridos como llamada de apareamiento. Los sonidos se han comparado con los rasposos agudos de perros pequeños como los chihuahuas.

Debido a las grandes distancias que suele haber entre los gatos de arena, estas llamadas de apareamiento son bastante fuertes.

7. Son imposibles de rastrear

el gato de arena camina cuesta arriba por la arena suelta sin dejar huellas

Los gatos de arena son difíciles de encontrar tanto para los depredadores como para los investigadores. Además de proteger a la criatura del calor, el pelaje de la parte inferior de sus patas actúa como un cojín que permite al gato caminar por la arena sin hundirse en ella. En otras palabras, el gato de arena no deja huellas.

Incluso se les ha visto cerrar los ojos por la noche cuando los humanos se acercan para eliminar los reflejos y mimetizarse completamente con su entorno.

8. Los gatos de las arenas están amenazados por la degradación del hábitat

En 2002, la UICN clasificó al gato de arena como «casi amenazado», pero la distinción se cambió a «menos preocupante» en 2016 y sigue siéndolo a partir de 2020. Sin embargo, eso no significa que las amenazas de la especie hayan desaparecido. En particular, el gato de arena está amenazado por la degradación del hábitat, ya que los ecosistemas áridos como el suyo son vulnerables a la actividad humana y a los asentamientos.

Otras amenazas son la introducción cercana de perros asilvestrados y domésticos y la disminución de sus presas debido a las sequías.

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