Compra un supercoche, de Ferrari, Koenigsegg o Lamborghini, y el dinero que pierdes en el momento en que sale del concesionario podría comprar una casa pequeña en gran parte de Estados Unidos. Esa es una de las razones por las que suelo comprar de segunda mano (y nunca un supercoche). Pero la mayor causa de depreciación es en realidad el alto kilometraje, según una nueva encuesta online de Ipsos para CarMax, el mayor vendedor de coches usados. El 33% de los 1.000 adultos estadounidenses encuestados lo citaron.
Históricamente, el alto kilometraje no debería impedirte necesariamente comprar un coche usado. Si el vehículo en cuestión se ha utilizado principalmente para desplazamientos por carretera y ha disfrutado de un mantenimiento riguroso -y pasa todas las pruebas con un certificado de buena salud-, yo digo que vayas a por él.
La segunda causa de depreciación más citada es daños por accidente o en el chasis (citada por el 24%), y -al no querer conducir de lado por la carretera- eso me disuadiría más que el alto kilometraje. Estar al día con el mantenimiento regular (22%) es definitivamente importante, y -esto es interesante- las mujeres son más propensas a decir que el tema del mantenimiento es un factor importante en la depreciación. ¿Significa esto que los hombres son más propensos a descuidar sus coches (también sus cuerpos, que es por lo que las mujeres viven más)?
El estado actual del mercado (12%) es obviamente importante: nadie quiere Hummers hoy en día, por muy crematísticos que sean.
Los daños causados por las inundaciones (7%) serían un obstáculo para mí; los problemas de moho por sí solos me disuadirían, y hay una razón por la que la mayoría de los coches atrapados en el huracán Katrina fueron desechados. Por último, el 2% citó problemas con la titularidad, y aunque eso puede ser una molestia (especialmente en las compras entre estados), no es necesariamente el final del camino para mí.
Otros factores que me impedirían comprar un coche usado son:
- Un interior muy desgastado (signo de haber recorrido muchos kilómetros, y suele ser caro de arreglar);
- Oxido (me sorprende que no esté en la lista), aunque hay que admitir que ya no es el azote que era antes;
- Motor que echa humo u otros problemas mecánicos, incluida una mala transmisión;
- Vibraciones y falta de tracción. Esto suele ser un signo del nº 2, de un accidente o de daños en el chasis.
.
No compres un coche usado de noche (lo sé por amarga experiencia) y ten mucho cuidado con la compra por Internet. Si das el paso, intenta conseguir toda la documentación posible y exige fotos desde todos los ángulos. Si puedes conseguir que alguien con experiencia lo vea in situ (y no es demasiado caro), no dudes en tomar esa medida de precaución.
Aunque comprar un coche nuevo, sobre todo un híbrido respetuoso con el medio ambiente, es lo más patriótico que se puede hacer en esta coyuntura de nuestra historia, entiendo perfectamente el impulso y la necesidad de comprar un coche usado. Pero la depreciación importa, tanto en los coches y camiones como en las casas.