Pista: utiliza uno de tus aparatos de cocina.
¿Sabías que es posible salvar los libros mojados poniéndolos en el congelador? Aunque suene raro, este sencillo truco puede ayudar mucho a conservar el querido material de lectura que pueda estar dañado por algo tan importante como las aguas de una inundación o tan tonto como volcar un vaso de agua. Así es como funciona.
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Asegúrate de que el agua está limpia
El agua tiene que estar limpia, en su mayor parte. Si un libro se ha empapado en agua sucia o en un líquido coloreado, por ejemplo, café o vino tinto, puede ser difícil salvar el libro. Ten en cuenta también que las páginas nunca volverán a ser perfectamente planas, sólo legibles, si todo va bien.
Congela el libro inmediatamente
No intentes separar las páginas mojadas, ya que podrían pegarse y romperse. Mete el libro en el congelador lo antes posible. Déjalo allí durante al menos 24 horas para que se solidifique. Esto sirve para varias cosas:
(1) Evita que el moho se instale en las primeras 48 horas de los daños causados por el agua.
(2) Desactiva el crecimiento activo del moho y cambia su consistencia, facilitando su eliminación.
(3) Te permite ganar tiempo para organizar el secado al aire libre.
(4) Una vez congelado, te permite abrir el libro y extender las páginas sin que se peguen.
La congelación es especialmente eficaz para los papeles brillantes tipo revista, así como para los libros encuadernados en cuero o en pergamino antiguo (ya sabes, si tienes alguno de esos por ahí). También he utilizado esta técnica muchas veces para libros infantiles.
Mantén el congelador en su posición más baja
La Biblioteca del Congreso aconseja bajar el congelador a su configuración más baja para evitar la formación de grandes cristales de hielo en los artículos, que pueden causar daños, pero esto puede ser inevitable en algunos congeladores domésticos. Además, si el congelador tiene un ajuste «sin escarcha», puede sustituir la parte del proceso de secado al aire, secando los artículos en el transcurso de varios meses.
Seca el libro al aire
A continuación, dependiendo del nivel de saturación, determina el mejor enfoque para el secado al aire. La Biblioteca de la Universidad de Cornell ofrece los siguientes consejos:
Si el libro estaba muy empapado antes de la congelación: No intentes separar las páginas. Colócalo en posición vertical sobre una toalla de papel absorbente para que el agua pueda escurrirse. Si es posible, pon una hoja de toalla entre las tapas y el cuerpo del texto.
Parcialmente empapado: Extiende la toalla de papel por todas las páginas del libro (cada 20 más o menos). Después de una hora de secado, cambia las toallas hasta que se haya absorbido la mayor parte de la humedad.
Húmedo: Ponte de pie, abanica ligeramente las hojas y deja que el libro se seque al aire.
Si hay páginas ilustradas recubiertas en el interior del libro, o si se trata de fotografías húmedas, pon una capa de papel encerado para aislar cada una y evitar que se pegue. Congela inmediatamente.