Cuando oí hablar por primera vez de los esqueletos de hojas, pensé que eran una especie de decoración kitsch inspirada en Halloween en la que se creaban esqueletos espeluznantes utilizando hojas caídas. No podía estar más equivocada.
Los esqueletos de hojas son diseños elegantes e intrincados que se crean destilando una hoja hasta su esencia.
El arte de crear esqueletos de hojas existe desde hace siglos, ya desde la época de la dinastía Ming en China. El libro «El Ramo Fantasma: Un tratado popular sobre el arte de esqueletizar hojas« – publicado en 1863- detalla varios métodos utilizados para producir hojas esqueléticas.
Hoy en día, hay varias formas de hacer estos delicados diseños, todas las cuales requieren paciencia, ensayo y error, y quizá incluso un poco de suerte. Pero una vez que se domina la técnica, los resultados son absolutamente sorprendentes.
Aquí tienes cómo empezar.
Tabla de contenidos
1. Reúne tus materiales
- 1/2 taza de bicarbonato de sodio (NO bicarbonato de sodio)
- Hojas (las hojas brillantes, como las de una magnolia o una gardenia, son las que mejor funcionan)
- Las hojas de la flor de la vida.
- Olla de metal o cacerola
- Pinzas
- Por favor, no te olvides de las pinzas.
- Espátula o pinzas
- Pincel pequeño o cepillo de dientes suave
- Guantes de látex
- Agua
- Licía (opcional)
.
.
Se trata de un trabajo de limpieza.
2. Mezcla y hierve
Agrega tus hojas a la olla junto con la sosa y suficiente agua para cubrir completamente las hojas. Lleva todo a ebullición y deja que la mezcla hierva a fuego lento entre 90 minutos y dos horas. Añade agua cuando sea necesario para que las hojas no se sequen. Y ten cuidado con los vapores que salen de la olla!
3. Sacar del agua
Después de unas dos horas, saca las hojas del agua con cuidado utilizando unas pinzas o una espátula. Asegúrate de tener los guantes puestos a partir de este momento.
4. Cepilla suavemente
Utilizando unas pinzas para sujetar el tallo y el cepillo de pintura suave o el cepillo de dientes, cepilla muy suavemente la parte pulposa de la hoja. Dale la vuelta a la hoja y repite el cepillado y la eliminación de la pulpa en el lado opuesto.
5. Aclarar y blanquear
Sumerge suavemente la hoja en agua para aclararla. Si quieres que quede muy blanca, sumerge la hoja en lejía durante 20 minutos.
6. Tiempo de secado
Seca los esqueletos de las hojas entre dos servilletas para que queden planos.
7. Disfruta de tus creaciones
Este vídeo puede guiarte aún más en el proceso. Pero ten en cuenta que hay un poco de lenguaje salado. Además, el método utilizado en el vídeo no funciona exactamente. Pero es bastante divertido de ver, y te da una buena idea de cuánta práctica, paciencia y persistencia puedes necesitar para hacer el trabajo. Échale un vistazo: