Ahora que el invierno está en pleno apogeo, tus suéteres son el caballo de batalla de tu armario de invierno. Si eres como yo, los lavas con frecuencia, porque -admitámoslo- puede que haga un frío espantoso fuera, pero hace un calor sofocante dentro. No tienes más remedio que sudar a través de esos jerséis a diario (bonita imagen, ¿eh?). Entonces, ¿cómo puedes lavar esos jerséis y mantenerlos frescos durante toda la temporada? Sigue leyendo
En primer lugar, es importante que leas la etiqueta de cuidados del interior del jersey. No todos los tejidos son iguales. Un jersey de algodón suele ir bien en la lavadora; angora definitivamente no. Normalmente, si lavas a máquina un jersey, sólo lo harás en el ciclo delicado. La temperatura del agua también marca la diferencia, ya que el agua fría ayuda a que el jersey mantenga mejor su forma. En caso de duda, el ciclo frío para prendas delicadas es casi siempre la mejor opción. Asegúrate también de dar la vuelta a tus jerséis para reducir la cantidad de pilling -esas bolitas de fibra que se forman en los jerséis- que pueden hacer que un jersey nuevo parezca viejo en un instante.
Independientemente de lo que diga la etiqueta de cuidados, si tienes tiempo y quieres que tus jerséis duren más, el lavado a mano es probablemente tu mejor opción. Si eliges esta vía, es prudente utilizar agua fría con champú para bebés o un detergente para tejidos delicado en lugar de limpiadores más abrasivos. Para una forma totalmente natural de neutralizar cualquier olor, añade 3/4 de taza de vinagre blanco a la mezcla. Vacía el agua jabonosa del lavabo y vuelve a llenarlo con agua limpia para aclararlo. Asegúrate de evitar ejercer una presión directa del agua sobre el jersey, ya que esto puede hacer que se estire. Cuando termines de lavar el jersey, no lo escurras, ya que esto dañaría el delicado tejido de punto. En su lugar, envuelve el jersey en una toalla para absorber el exceso de agua. Luego, ponlo en posición horizontal para que se seque y vuelve a darle forma suavemente mientras está en posición horizontal. Si vas a lavar una chaqueta de punto, abotónala antes de lavarla; esto también ayudará a evitar que se estire.
¿Y si ves un hilo que cuelga del exterior de tu jersey? Antes de seguir tirando de él, ¡detente! Provocarás un amasijo aún mayor en el tejido y seguro que arruinarás tu jersey. En lugar de eso, dale la vuelta a tu jersey, encuentra el punto exacto del hilo que cuelga y vuelve a tirar de él suavemente desde el otro lado. Y ya está. Como nuevo!
Si a tu jersey le salen algunas bolitas, puedes probar a recortarlas delicadamente con una tijera pequeña, o puedes utilizar una herramienta como ésta que puede transformarlo de raído a crujiente en unos instantes. También puedes seguir estos consejos para evitar que un jersey se desprenda en primer lugar.
En general, te conviene guardar los jerséis doblados en un cajón o en una estantería en lugar de colgarlos en el armario, lo que puede hacer que pierdan su forma. Colgar un jersey también provoca a veces «hombros de percha», que es cuando los hombros de tu jersey se levantan solos por encima de tus hombros porque se han amoldado a la forma de la percha. No es un aspecto favorecedor.
Sigue estos consejos y estarás en camino del nirvana del jersey. Y piensa que dentro de unos meses volverá a ser tiempo de camisetas de tirantes.