Cómo convertirse en un geoviajero

El turismo siempre debe mantener y mejorar el carácter geográfico distintivo de un lugar, y eso requiere la cooperación de los turistas.

La primera vez que oí hablar del «geoturismo» fue el verano pasado, mientras viajaba por Alberta. Cogí un mapa de las Montañas Rocosas en un centro de información turística. Elaborado por National Geographic, el mapa de la «Corona del Continente» hacía las veces de guía de geoturismo, explicando dónde ir y cómo tener una experiencia local lo más ecológica y sostenible posible en la región.

Curioso por el concepto, profundicé en él. El término «geoturismo» fue concebido por National Geographic en 2002, como parte de su misión continua de cuidar los numerosos lugares que visita y muestra, y de animar a otros viajeros a tener en cuenta todos los aspectos de su influencia cuando visitan un lugar concreto.

El geoturismo se define como «el turismo que mantiene o mejora el carácter geográfico distintivo de un lugar: su entorno, su patrimonio, su estética, su cultura y el bienestar de sus residentes».

¿Y cómo se llevan a la práctica estos ideales? National Geographic sugiere las siguientes maneras de ser un geotrabajador y, por tanto, alguien que pisa la Tierra con la mayor ligereza posible mientras admira sus muchas y espléndidas vistas:

Investiga con antelación. Explora tu destino a través de Internet en la medida de lo posible. Es tu oportunidad de planificar con antelación, de familiarizarte con los puntos de interés inusuales y menos conocidos, y de leer opiniones sobre las experiencias de otros viajeros. Lee consejos y blogs de gente que conoce bien la zona.

Salir de los caminos trillados. Mira los mapas y elige destinos alejados de las rutas principales, por ejemplo: «Si los grandes hoteles están en el lado norte de la isla, busca un alojamiento tranquilo en el lado sur». Planea ir en temporada baja para evitar las multitudes. Busca los festivales locales, las celebraciones y los pow-wows, que son una gran ventana a la cultura local.

Ponte verde. Antes de reservar un hotel, infórmate sobre las prácticas medioambientales, como el reciclaje, el origen de los alimentos, las normas de empleo, etc. Puede ser más difícil encontrar un lugar de esta manera, pero hacer estas preguntas animará a los propietarios a considerar la aplicación de mejores prácticas en el futuro.

Considera el voluntariado. El voluntariado es una forma excelente de conocer un lugar más íntimamente, así como a las personas que lo aman. Del mapa: «

«Repara las rutas de senderismo, arranca las malas hierbas invasoras, restaura el hábitat de las riberas de los ríos, cataloga los artefactos históricos».

Compra local. Cuando apoyas a los negocios locales, tu dinero vuelve directamente a la comunidad; y cuanto más corta sea la distancia entre tú y el productor, más dinero irá directamente al bolsillo del artesano. Es una situación en la que todos ganan: «Cuando apoyas a la gente que apoya el lugar, normalmente te recompensarán con un viaje más rico y memorable».

Bájate del coche. Ve de excursión. Súbete a una bicicleta. Viaja en autobús o en otro medio de transporte público. Alquila una canoa o un kayak. Así conocerás a la gente, harás contacto visual, conocerás bien el paisaje. Explora los senderos, las calles laterales y los caminos rurales. Si vas en coche, opta por rutas menos transitadas, incluso por caminos de tierra cuando sea posible. Conduce despacio, no levantes el polvo y deja espacio a la fauna y la flora.

No dejes rastro. Recoge toda la basura si estás en la naturaleza. Utiliza materiales reutilizables dondequiera que vayas, es decir, botella de agua, servilleta, cubiertos, llevándolos en una mochila. Rechaza las pajitas en los restaurantes. Compra productos sin envasar en los mercados locales. Tómate el café de pie en un bar, como hacen los italianos, en lugar de aceptar una taza para llevar.

Despacio No tengas tanta prisa. No te agobies. Haz justicia al lugar que has venido a ver. Conocer mejor una zona más pequeña es, en definitiva, más satisfactorio que correr para ver todo lo que puedas. Si te quedas un día más, descubrirás joyas culturales que otros turistas probablemente pasarían de largo.

Vuelve a casa con historias. Cuéntale a tus compañeros de viaje y a tus amigos tus maravillosas experiencias. Explica por qué te pareció una experiencia auténtica. Háblales de la gente que conociste por el camino. Como dice National Geographic: «Anima a otros a ayudar a proteger lugares en su próximo viaje y a convertirse ellos mismos en geotravelistas».

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