Desde las necesidades de riego hasta las temperaturas ideales, esto es lo que debes saber para que tus plantas de interior sobrevivan a los meses más fríos.
El hecho de que nuestras amigas las plantas vivan dentro con nosotros no significa que hayan olvidado lo que es ser una planta. Aunque puede que no reaccionen a las estaciones tan drásticamente como sus primos del exterior, siguen sintiendo los cambios. Así que si estás asustado por lo que puede parecer una planta infeliz en este momento, no te preocupes.
Incluso las plantas de interior se aletargan en invierno. «Es totalmente normal y, de hecho, es crucial para su supervivencia», dice «Plant Mom» (alias Joyce Mast, alias nuestra experta en plantas de interior favorita) de Bloomscape. «Puedes esperar una disminución del crecimiento e incluso la caída de las hojas», añade.
He tenido algunas preguntas sobre el cuidado de las plantas de interior en invierno; por suerte, Plant Mom ha acudido al rescate. Aquí tienes cuatro cosas importantes que debes recordar para que tus bebés verdes lleguen a la primavera.
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Riega con menos frecuencia
Como las plantas son considerablemente menos activas durante los meses de invierno, no necesitan tanta agua. Y como ya sabrás, regar en exceso es una de las causas más comunes de tristeza (ehm, muerte) para las plantas de interior. Mamá Planta explica que las plantas son especialmente vulnerables a la podredumbre de las raíces por exceso de riego en invierno. Dice: «Esto no significa ignorarlas por completo, sino regar sólo cuando la tierra esté seca (compruébalo metiendo el dedo en la tierra a unos 5 centímetros de profundidad)».
Vigila la humedad
Dado que muchas plantas de interior fueron diseñadas originalmente para prosperar en ambientes húmedos, la mayoría de ellas son sensibles al aire seco. En invierno, con las calefacciones y las chimeneas encendidas, la falta de humedad puede ser un problema. Joyce recomienda aumentar la humedad agrupando las plantas para crear un microclima (las plantas transpiran naturalmente expulsando el agua de sus hojas) o utilizar un humidificador cerca de ellas. También puedes crear un oasis con plantas en el baño, ya que suele ser uno de los lugares más húmedos de la casa.
Mantén una temperatura constante
Aunque a las plantas de interior les guste el alféizar de la ventana por su luz, no les gustan las corrientes de aire ni los cristales fríos. Tampoco les gusta estar cerca de fuentes de calor como conductos de calefacción, radiadores y chimeneas. En un mundo perfecto para las plantas de interior, las temperaturas diurnas deben oscilar entre los 65 y los 75 grados y no bajar de los 50 grados por la noche.
Limpia el polvo y ordena regularmente
Solía pensar que los problemas con los insectos eran más frecuentes en las estaciones con más insectos, como el verano. Pero resulta que las plantas de interior son más vulnerables a los insectos en invierno porque entran en ese estado de latencia. «A los insectos les encanta esconderse en el polvo de las hojas de tu planta», explica Joyce, «así que asegúrate de limpiar las hojas con regularidad con un paño húmedo y de eliminar cualquier hoja muerta o amarillenta con unas tijeras limpias y afiladas».