Cómo comer productos locales durante los meses de invierno

Es fácil comer local en verano. Los mercados agrícolas están repletos de ensaladas, tomates, frutas frescas, verduras y todo tipo de manjares que puedas imaginar. Pero la agricultura es una actividad estacional (¡dígalo!), y a medida que llega el invierno, la variedad de cultivos disponibles en la zona disminuye. Incluso artículos como los huevos pueden ser menos abundantes, ya que las gallinas ponen menos huevos en invierno a menos que se las mantenga bajo luz artificial.

Pero no temas. Sigue siendo perfectamente posible comer una parte sólida de tu dieta de fuentes locales. He aquí algunas estrategias para ayudarte a hacerlo.

Come verduras

Desde la col hasta la mostaza, muchas verduras son unas de las más resistentes a las heladas, y además son extremadamente nutritivas. Busca lo que está disponible en tu mercado, y no tengas miedo de probar algo nuevo. Sin embargo, si no estás familiarizado con algunas de las verduras de invierno más resistentes, quizá debas pedir recetas. Las berzas pueden necesitar mucha más cocción que un puñado de espinacas

Vuelve a tus raíces

Las hortalizas de raíz, como las chirivías, los nabos, las zanahorias y los colinabos, también son una buena opción para el invierno. No es sólo que soporten mejor el frío que algunos cultivos, sino que además se conservan durante mucho tiempo. Consulta nuestra sección Las hortalizas de raíz 101 para saber qué hacer con estas hortalizas poco apreciadas.

Conserva lo que puedas

Conservar, encurtir, fermentar o conservar los productos puede ser una forma estupenda de alargar la temporada locavore, ya sea con tus propios productos del jardín o comprando una cantidad excesiva en el mercado agrícola. Por supuesto, cuando la temporada esté avanzada, no podrás hacer bricolaje para tener la despensa llena, pero muchos puestos de los mercados agrícolas también venden productos en conserva.

Únete a una CSA

Me encanta la comida local, pero seré la primera en admitir que los espárragos de Perú empiezan a parecerme buenos cuando me falta inspiración para alimentos más resistentes. Si te unes a un programa de Agricultura Apoyada por la Comunidad, es posible que te encuentres con verduras por las que de otro modo no optarías, y también es posible que tengas más posibilidades de coger lo que está disponible. (Un puesto de nuestro mercado ofrece una «CSA de huevos» en invierno, proporcionando los limitados huevos que tienen, y sólo a los suscriptores.)

Corta el rollo

Hay que aplaudir el localismo, pero muy pocos de nosotros consiguen acercarse a una dieta 100% local. Esto es especialmente cierto en invierno. Así que te recomiendo encarecidamente que te des un respiro, que hagas lo que puedas y que te acuerdes de disfrutar y respetar tu comida, venga de donde venga. Tanto si es local como si no, es un regalo de la Tierra, y eso es un regalo que merece la pena celebrar.

Jenni Grover MS RD LDN es una dietista titulada en Durham, N.C. Está especializada en nutrición infantil, materna y prenatal, con especial atención a los alimentos integrales.

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