Los elefantes son animales inteligentes y gráciles, pero al igual que los humanos, necesitan algún tiempo para superar la torpeza de la juventud.
Aunque los elefantes recién nacidos sólo tardan unas horas en dominar la bipedestación y la marcha -habilidades vitales para la lactancia-, necesitan mucho más tiempo para averiguar cómo utilizar sus trompas. Los largos apéndices de sus caras son valiosas herramientas multiuso, pero sin un manual de instrucciones, puede pasar casi un año antes de que las crías de elefante entiendan realmente cómo usarlas.
En la foto de arriba, tomada en el Parque Nacional de Mana Pools, en Zimbabue, una cría de elefante se agacha torpemente para beber agua directamente con la boca. Los elefantes normalmente utilizan su trompa para sifonar el agua y echársela a la boca, lo que les ayuda a evitar una posición tan vulnerable. Sin embargo, esta cría aún no puede hacerlo, así que se hidrata de la única forma que conoce.
«Cuando un elefante nace, no es capaz de controlar el uso de su trompa y se tambalea mientras intentan diferentes técnicas para controlarla», según la FundaciónKOTA, una organización sin ánimo de lucro centrada en la concienciación sobre los elefantes africanos.
En este vídeo del Parque Nacional Kruger de Sudáfrica, por ejemplo, una cría de elefante parece intentar beber agua como lo hacen los adultos. Sin embargo, después de intentar valientemente utilizar su trompa, finalmente se rinde y adopta la técnica que aparece en la imagen:
Los elefantes suelen descubrir el método de beber con la trompa cuando tienen un año de edad. Una vez que llegan a la edad adulta, sus trompas pueden desviar hasta 10 galones de agua por minuto y contener hasta dos galones a la vez.