Los objetos desechables deberían evitarse en general, pero aquí tienes ideas para alargar su vida útil si acabas teniendo alguno.
Seamos claros: no soy fan de los artículos desechables y he intentado eliminarlos de mi casa, pero de vez en cuando aparecen, en cuyo caso hago que duren lo máximo posible. Recuerda que los fabricantes dirán cualquier cosa para que compres más, así que cuestiona siempre la descripción de un solo uso y exprime toda la vida posible.
Bolsas Ziploc: Hay de muchas formas y marcas. Cuando una Ziploc entra en mi casa, normalmente a través del colegio de mis hijos, la conservo durante meses. Es útil en el congelador, sobre todo, y recibe un buen lavado jabonoso entre usos. Las bolsas de plástico para la leche que tenemos aquí en Canadá también sirven para una reutilización indefinida.
Frascos de pepinillos y condimentos: Cualquier tarro de cristal en el que se compren alimentos puede reutilizarse. Son buenos para almacenar productos secos en la despensa y refrigerar sopas y caldos. Yo guardo pequeños vasos de cristal de yogur y mini tarros de alcachofas en vinagre para las especias.
Palillos: Lleva a casa tus palillos de madera y dales un lavado. Pueden utilizarse para ensartar comida en la parrilla, apuntalar plantas de interior, etiquetar plantones, remover pintura o pegamento y limpiar rincones de difícil acceso (cubiertos con un trapo o una hoja de secadora usada) o zapatos embarrados.
Papel de aluminio: ¡No lo tires! Acláralo o extiéndelo sobre la encimera para eliminar los restos de comida y déjalo secar.
Hojas de secadora: Pásalas por la secadora una segunda vez, y luego úsalas para quitar el polvo de la casa, sacar brillo a los grifos cromados o limpiar las esquinas llenas de restos de comida con un palillo (ver arriba). Pon una debajo del colador del fregadero de la cocina para atrapar más trozos de comida.
Toallas de papel: Si utilizas una toalla de papel para secar algo que está apenas húmedo pero limpio, deja la toalla fuera para que se seque. Si la utilizas como servilleta para recoger migas, sacúdela y vuelve a utilizarla.
Papel de pergamino: Este es mi pequeño lujo para hornear que me ahorra tener que engrasar las sartenes de forma regular. Puedes reutilizar el papel de pergamino hasta que se vuelva marrón en los bordes y se deshaga en pedazos. Después de que se enfríe en la sartén, simplemente dóblalo y guárdalo en un cajón hasta tu próximo proyecto de repostería.
Bandas elásticas: ¿Conoces esas bandas elásticas extra gruesas que mantienen unidas las cabezas de brócoli? En mi casa se han transformado en cierres a prueba de niños. Siempre que hay dos tiradores de armario cerca el uno del otro, los enlazo con una banda elástica para que mi hijo pequeño no pueda abrir las puertas. Puedes usarlas para sellar una manguera que gotea o para proporcionar agarre al abrir una tapa apretada. Enlaza con ellas los extremos de las perchas para ayudar a que la ropa resbaladiza se mantenga en su sitio. Consulta la lista de Melissa de 19 usos ingeniosos de las gomas elásticas.
Envoltorios de mantequilla: Los envoltorios de papel de aluminio tienen restos de mantequilla que pueden utilizarse para engrasar sartenes (cuando el pergamino no sirve). Dóblalos y guárdalos en el armario hasta que los necesites.
Envases de plástico: Los envases de yogur, requesón y crema agria pueden guardarse para germinar semillas en primavera o para congelar líquidos como el caldo. Si tienes una botella de agua de plástico, apriétala para aplanarla, añade un poco de agua, congélala y úsala como un ligero envase para congelar.
Correo basura y papel de periódico: Utilízalo para notas y listas, o para manualidades de los niños. El papel de periódico puede servir para absorber la grasa si estás friendo verduras o tocino, o para recoger los restos de comida no cárnica para el cubo de compostaje. Haz una bola con el periódico blanco y negro para lustrar los zapatos. Úsalo para encender el fuego.
Pañales de natación: Puede parecer una locura, pero estos pañales están hechos para evitar el agua. Al parecer, puedes lavarlo en la lavadora varias veces antes de que empiece a deshacerse. Asegúrate de secar al aire libre entre cada uso. (No hagas esto si tu hijo ha tenido un número dos.)
Corchos de vino: Cuando están secos, son excelentes para encender el fuego.
Pajitas de plástico: Lávalas, sécalas y reutilízalas hasta que empiecen a romperse. Utilízalas para evitar que las cadenas de los collares se enreden: pasa la cadena por la pajita y cierra el cierre. Introduce los tallos de las flores para mantenerlas erguidas en un jarrón con agua.
Gorro de ducha: ¿Conoces esos finos gorros de ducha de plástico que te dan en los hoteles? Good Housekeeping recomienda guardar dos de ellos para cubrir la suela de tus zapatos la próxima vez que viajes.