El cambio climático ha pasado a ser uno de los principales temas de conversación y debate en todos los ámbitos de la sociedad. Las empresas, los gobiernos, las instituciones científicas y la sociedad civil buscan medidas para reconducir una situación cuyos efectos son cada vez más palpables y alarmantes. En la esfera política se tratan de consensuar objetivos a corto y medio plazo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, principales causantes del cambio climático, y también para implementar estrategias conjuntas. Aquí es donde entran en juego el Acuerdo de París y los famosos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre otras herramientas que recogen la hoja de ruta para llevar a cabo las transformaciones necesarias en las diferentes capas de la sociedad.
Ahora, un reciente informe de la Sustainable Development Solutions Network (SDSN) de la ONU ha determinado que hay seis transformaciones clave que se deben realizar para alcanzar los ODS.
Tabla de contenidos
Eliminación de la extrema pobreza
La primera tiene que ver con la eliminación de la extrema pobreza (ODS1), con proporcionar un trabajo decente (ODS8) y terminar con las desigualdades tanto económicas (ODS10) como de género (ODS5). Para ello es determinante la transformación y mejora de los sistemas educativos ya que, sobre todo en edades tempranas, es vital para la creación de un capital humano que permita el crecimiento económico. El informe también recomienda expandir el sistema de seguridad social con el objetivo de reducir las desigualdades.
Mayores inversiones en sanidad y bienestar
La segunda consiste en ampliar las inversiones en sanidad y bienestar (ODS3) para reducir el número de personas en riesgo de exclusión social y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Para ello es primordial el establecimiento de un sistema sanitario público y universal centrado en atención primaria y a recién nacidos, prevención y detección de enfermedades contagiosas, enfermedades mentales, etcétera. Todo ello combinado con la promoción de hábitos de vida más saludables, como una dieta sana, la reducción en el consumo de tabaco y el alcohol, además de otras drogas dañinas.
Conseguir energías sostenibles
La tercera está relacionada con las fuentes de energía (ODS7). Continuar con la línea marcada por el Acuerdo de París en cuanto a la descarbonización del sistema económico y reducir la contaminación del suelo, del agua y los ecosistemas, al tiempo que se mejora la calidad del aire. No es una tarea fácil. Requiere la intervención de diferentes actores que han de coordinarse para implementar una acción conjunta. Además, la implantación de sistemas energéticos más modernos se traduciría en el acceso a la energía por parte de aproximadamente 1.100 millones de personas que ahora carecen de ella, señala el informe.
Cambios en la alimentación
La cuarta transformación busca modificar la dieta actual, hacerla no sólo más sana sino también más sostenible. La propuesta principal es reducir el consumo de alimentos ultra procesados y de carne roja, cuya huella de carbono e hídrica es muy elevada, dado el acaparamiento de tierras y las emisiones de gases de efecto invernadero que se derivan de la actividad ganadera. Tal y como está concebida hoy en día la demanda de alimentos y su producción, las consecuencias medioambientales son en muchos casos muy severas e irreversibles: degradación del suelo, agotamiento de las reservas de agua, pérdida de biodiversidad o la emisión de una cuarta parte de los gases de efecto invernadero. Todo ello proviene actualmente de la industria agrícola y contribuye a empeorar la crisis climática, por lo que si se quiere atajar el calentamiento global (ODS13), deben modificarse los sistemas de producción y consumo alimentario.
Ciudades sostenibles
La quinta transformación afecta a las ciudades y a los núcleos urbanos, los cuales alojan en estos momentos al 55% de la humanidad. Muchas de las grandes ciudades del mundo todavía no cuentan con los servicios básicos de acceso a agua potable, reciclaje y tratamiento de residuos o unas infraestructuras que permitan una movilidad aceptable. Por ello, están aún muy lejos de cumplir con el triple objetivo de ser productivas económicamente, inclusivas y sostenibles (ODS11).
Conectividad digital eficiente
Y, por último, la sexta transformación tiene que ver con la revolución digital y la inteligencia artificial. Gracias a estos avances tecnológicos se puede aumentar la productividad bajando los costes de producción, reducir las emisiones o apoyar la economía circular (ODS12). Asegurar una conexión móvil de calidad a un precio asequible para el conjunto de la población mundial, junto con un trabajo de concienciación en la ética digital por parte de las instituciones, sería conveniente para reducir la brecha digital y, con ella, las desigualdades económicas. Con todo, uno de los mayores retos de esta llamada “cuarta revolución industrial” es la pérdida de puestos de trabajo y la precariedad del empleo que se crea en este contexto. A ello se suma la ciberseguridad: la amenaza de la invasión en la privacidad y el manejo de información personal masiva gracias al big data.