Algunos no somos jardineros. O quizá nos gustaría serlo, pero no tenemos tiempo ni espacio. Los terrarios son una solución perfecta: espacios verdes en miniatura sobre la marcha. Puedes optar por utilizar tierra o mantenerlo simple con arena y suculentas.
1. La lista
En primer lugar, deberás determinar cuál será nuestro recipiente: lo ideal es que sea de cristal transparente y tenga una abertura lo suficientemente grande como para que puedas meter la mano (a menos que realmente quieras hacer un barco en una botella con esto). Utilicé un tarro de albañil porque tenía uno a mano; aunque es un poco difícil, tiene la ventaja añadida de un tapón para cerrarlo. Para ver algunas ideas creativas de recipientes, echa un vistazo a este post de BuzzFeed.
Para un terrario de suculentas, la lista es sencilla: piedras de río, arena y plantas suculentas. Todo esto está disponible en cualquier tienda local que tenga un centro de jardinería.
La lista es un poco más larga para los terrarios que requieren tierra. Tendrás que comprar:
- Piedras de río para un eficaz drenaje del agua
- Carbón activado (¡es imprescindible!)
- Tierra para plantas en maceta
- Musgo en hojas
- Cualquier pequeña planta de interior que te llame la atención (aunque algunas son mejores para los terrarios que otras)
- Las plantas de interior que te apetezcan.
Se trata de una planta de interior que se puede cultivar en un terrario.
2. La base
Las rocas de río son el primer componente de ambos terrarios. Filtrarán el agua por el fondo y evitarán que la tierra y la arena se saturen demasiado. Además, añaden un toque de color, que queda especialmente bien en el terrario de suculentas.
Para el terrario de suculentas, simplemente vierte la arena hasta cubrir la parte superior de las rocas, llenando el recipiente aproximadamente un tercio.
De lo contrario, vierte un centímetro del carbón activado, empácalo para conseguir una base sólida, y luego pon una capa de tierra encima, llenando el recipiente un tercio aproximadamente.
3. Las plantas
Saca con mucho cuidado las plantas de sus recipientes originales.
Para un terrario de suculentas, simplemente hazles sitio en la arena y cubre la base de las plantas con más arena.
Para los terrarios pequeños con tierra, simplemente corta un estolón de tu planta y colócalo en tu terrario, presionando la base de la planta con tierra para asegurar que sus raíces estén totalmente sumergidas.
Los helechos araña variegados (la planta de dos tonos del recipiente de arriba) son especialmente buenos para los terrarios. Compré una para colgar y sólo corté uno de los pequeños grupos de hojas de la planta principal.
4. El último paso
Por último, para mantener un equilibrio en la humedad, corta trozos de hojas de musgo y apriétalos firmemente en la base de las plantas de tu terrario de tierra.
El mantenimiento es bastante sencillo, y ambos terrarios deberían funcionar bien con luz indirecta en interiores. Por supuesto, la cantidad de luz y riego que necesitarás depende de las plantas que utilices exactamente, así que asegúrate de hablar con un asociado de tu centro de jardinería local o investiga en Internet. Creo que estos proyectos son especialmente gratificantes para las personas que carecen de pulgares verdes. Más que una simple planta en maceta de la que te puedes olvidar, los terrarios requieren mucho trabajo y cada uno acaba teniendo un aspecto realmente único.
¡Queremos ver tus terrarios! Publica una foto en nuestra sección de comentarios, y no dudes en compartir consejos.