El proceso de construcción con adobe utiliza tierra comprimida para construir estructuras de bajo consumo energético, ignífugas y biodegradables que duran muchos años si se construyen correctamente. Se trata de un método de construcción antiguo, cuyos primeros usos se remontan al año 8300 a.C.
Tabla de contenidos
¿Qué es el adobe?
El adobe es un material creado al mezclar tierra con agua y otros materiales orgánicos para aglutinar (como paja o estiércol). La palabra adobe deriva del árabe «al ṭūb» que significa «los ladrillos».
El adobe se hizo muy popular en comunidades áridas y semiáridas donde la madera era, y sigue siendo, escasa. Algo menos de un tercio de la población mundial sigue utilizando estructuras de tierra en la actualidad, especialmente en los países en desarrollo. Tanto el proceso de construcción como las casas resultantes son sostenibles porque los materiales abundan localmente y pueden crear edificios muy eficientes desde el punto de vista energético.
¿Cómo se construye una casa de adobe?
Nuestros antepasados reconocieron que la tierra es un material amplio y económico que requiere técnicas de construcción muy sencillas. Las casas de adobe se construyen tradicionalmente sobre una base sólida, construida con piedra, cemento o incluso conchas marinas. Después, los constructores levantaban las paredes de adobe apilando ladrillos de tierra unos encima de otros.
Un ladrillo de adobe se compone de tierra compactada con una pequeña consistencia de arcilla. La tierra ideal suele encontrarse justo debajo de la capa superior del suelo y se amolda con un poco de agua. Se utiliza una pequeña cantidad de material seco, como paja o hierba, como agente aglutinante; una cantidad excesiva o insuficiente puede reducir la resistencia de la estructura de adobe. Los materiales secos contrarrestan el agrietamiento que se produce en el ladrillo al secarse y encogerse. La cantidad de agua en el ladrillo también debe ser precisa: un exceso puede hacer que el adobe sea inestable. La mezcla, normalmente mezclada a mano, se coloca entonces en un molde de madera y se nivela. Tomando la forma del molde, los ladrillos se sacan y se colocan en una superficie plana para que se sequen durante varios días, seguidos de varias semanas de curado al aire. Los ladrillos de adobe resultantes nunca se cuecen en un horno y, por tanto, nunca se vuelven impermeables. Pero la humedad esencial de los ladrillos de adobe les da la plasticidad necesaria para unirse.
Para soportar el peso del techo, las paredes de adobe deben ser gruesas. Las paredes se construyen apilando los ladrillos de adobe, de forma similar a los ladrillos masónicos convencionales, utilizando morteros de tierra o cal para unirlos y disminuir su contracción. Un estudio confirmó la estabilidad térmica de los muros de adobe de 50 cm de grosor, lo que se considera la anchura estándar de las casas de tierra en Chipre, donde el adobe se remonta a la época neolítica.
El suelo de una casa de adobe es similar al de una casa moderna. La madera dura, la losa y la baldosa son opciones, así como el adobe o el ladrillo cocido. Históricamente, en entornos secos en los que la madera era escasa y el adobe popular, se utilizaban techos de ladrillo abovedados o con cúpula. En el suroeste de Norteamérica, en el siglo XVII, eran habituales los tejados planos ligeramente inclinados con parapetos, construidos con troncos cubiertos de ramas o telas y luego con barro de adobe. En los siglos XIX y XX se popularizaron los tejados a dos aguas y a cuatro aguas y, más tarde, la terracota y la chapa metálica.
El revoque de barro, creado mediante la mezcla de arcilla, arena, agua y un material seco, se aplica al exterior de la casa de adobe para obtener una protección adicional contra los elementos. Como los ladrillos de tierra sin cocer no son impermeables, una casa de adobe duradera requiere un mantenimiento periódico. Los tejados y las paredes de adobe son propensos a sufrir daños con el tiempo, normalmente por problemas relacionados con el agua. Pueden producirse más daños estructurales si la casa de adobe se construyó de forma incorrecta. El deterioro o los daños pueden repararse parcheando o sustituyendo el adobe comprometido por ladrillos nuevos de una mezcla de adobe lo más parecida posible.
Beneficios medioambientales
Debido a su composición de tierra, los muros de adobe tienen una gran masa térmica y son capaces de absorber el calor a lo largo del día para mantener la casa fresca mientras hay sol, liberando el calor lentamente por la noche para calentar el interior. Este proceso mantiene bajo el consumo de energía en entornos cálidos y secos. Un estudio describió la inercia térmica de los muros de adobe como el principal factor que contribuye a retrasar la transmisión del calor. La masa térmica del adobe asegura que el interior de la vivienda permanezca relativamente estable, ralentizando los cambios durante temperaturas exteriores extremadamente frías o calientes. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que los bloques de adobe no aíslan bien en climas más fríos.
El material natural utilizado en el adobe reduce significativamente el consumo neto de energía y la producción de residuos de la estructura. Un estudio reveló que con el adobe se conservan 370 gigajulios de energía y se evitan 101 toneladas de CO2 al año. Un gigajulio equivale a 277,8 kilovatios hora, o el equivalente a mantener encendida una bombilla de 60 vatios durante seis meses.
En comparación con los materiales de construcción modernos, los ladrillos de adobe producen un mínimo de residuos totales y cero residuos peligrosos. En todo el ciclo de vida de una casa de adobe, la huella en el medio ambiente es pequeña. Cuando los materiales se obtienen del entorno local, la energía del transporte disminuye significativamente.
Otras ventajas del adobe son la baja transmisión de sonido y la posibilidad de que los propietarios tengan un papel integral en la construcción de su casa debido a la sencillez del método. Además, una casa de adobe es muy personalizable en términos de diseño, y se minimiza el costoso equipo de construcción.
Aunque el adobe ha recobrado popularidad en los últimos años como método de conservación y alternativa sostenible a las casas tradicionales, también presenta obstáculos. Hay que tener en cuenta la ubicación al considerar este método de construcción, así como el mantenimiento necesario para garantizar que la casa de adobe se mantenga en condiciones estables en el futuro. Sin embargo, su eficiencia medioambiental hace que el adobe sea una buena opción de construcción para quienes viven en climas secos.
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