Debes tener presente que al igual que todos los seres vivos los rosales también se enferman y son muy vulnerables a ataques de plagas.
Muchas veces las enfermedades que padecen las rosas son producto del clima, por falta de una buena circulación del aire o por no contar con un buen drenaje. Es fundamental tener en cuenta estos aspectos para prevenir que las plantas no se afecten.
Controlar periódicamente la aparición de parásitos nos ayudará a evitar que las plagas hagan de las suyas en nuestros rosales.
Si por alguna razón una de las siguientes plagas aparece en tu rosal, no debes asustarte, ya que, no supondrá un problema grave si los controlas a tiempo.
En este artículo podrás encontrar todo lo relacionado con la roya de rosa, la babosa, la mancha negra, el mildiu, el pulgón y la araña roja.
Tabla de contenidos
Roya de Rosal
Es una enfermedad muy común en el cultivo de la rosa. Es producida por dos especies de hongos. Estos aparecen en determinadas situaciones climatológicas como también por algunos lugares que hacen que las plantas sean más propensas para adquirirlos.
Si no se toma ninguna medida para contrarrestar esta plaga surgen manchas o picaduras en la parte superior de la hoja. Puede después seguir invadiendo las ramas, las hojas caen y las ramas se mueren por la dificultad de que la sabia fluya en forma normal.
Ante todo, hay que prevenir la aparición de la roya y para eso debes tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Hacer la poda de tal forma que el sol y el aire puedan llegar a la planta.
- Tener cuidado de no sembrar las plantas tan juntas.
- Usar abonos orgánicos como es el caso del humus de lombriz el cual evita la aparición de hongos.
- Tener la precaución de no mojar las hojas cuando se efectúa el riego. Solo hacerlo en la base de la planta.
- Cuando se podan las plantas debes tener cuidado de eliminar los residuos en forma organizada.
- Erradicar las malas hierbas del jardín.
Babosa del Rosal
La babosa del rosal es un insecto parecido a una oruga. Son larvas de la mosca de Sierra y se constituyen en una plaga que van royendo poco a poco las hojas hasta que estas se tornan transparentes.
Dichas larvas se convierten en crisálidas y así el círculo se repite.
Este insecto no ocasiona un problema grave en las plantas, pero si daña la parte estética. Cuando no hay muchas babosas se pueden retirar las hojas dañadas donde van las larvas y de esta manera la plaga disminuye.
Si no se presenta un control oportuno es necesario usar insecticidas sistémicos. Sin embargo, el uso de estos insecticidas tiene el inconveniente de que puede acabar con otros insectos benéficos para el rosal.
Mancha negra del Rosal
Es una enfermedad que se da en regiones húmedas y ataca principalmente a los rosales.
Sus síntomas se hacen visibles por la aparición de manchas oscuras y pequeños puntos.
Esta plaga se reproduce durante la primavera y el verano, ya que, es cuando hay más humedad. Otro factor para que aparezca esta enfermedad es el rocío, la lluvia y los riegos.
Mildiu del rosal
Esta enfermedad es muy común en las rosas plantadas en jardín y en una huerta. Sus signos son manchas de coloración amarillenta y posteriormente pardas, las cuales aparecen en el envés de las hojas.
Una manera eficaz de controlar esta peste es la de podar las zonas afectadas. También se puede aplicar un fungicida sistémico.
Pulgón
Los pulgones se encuentran muy a menudo en las rosas. Estos parásitos son pequeños, por lo general su color es amarillo, rojo y verde. Su aparición es en primavera y verano. Es considerado una plaga bastante grave para los rosales, ya que, se alimentan de la salvia.
Se pueden erradicar la aparición del pulgón con remedios naturales como la infusión de ajo. El ajo brinda un potente efecto de insecticida y repelente.
Araña Roja
El nombre científico de la araña roja es Tetranychus urticae. Esta araña mide cerca de 0,4 y 0,6 milímetros.
A diferencia de otras de sus hermanas esta especie se alimenta de plantas.
La araña roja es otro insecto que suele atacar directamente a los rosales, de hecho, es muy habitual que esto suceda. Una recomendación es la de vigilar constantemente los rosales para poder controlar su propagación.
Una buena manera de mantener a raya a este molesto insecto es abonar el rosal con fertilizante a base de estiércol. Esta clase de abonos naturales son lentos, pero actúan muy bien en la planta.