El reciclaje es algo natural para la mayoría de nosotros. Cada semana depositamos obedientemente nuestras botellas, latas y papel usados en los contenedores de la acera para que se reutilicen y tengan una segunda vida. Es una buena sensación, pero, por desgracia, no toda la basura es reciclable. La mayoría de los municipios y empresas de reciclaje tienen una larga lista de cosas que no aceptan.
Pero el hecho de que algo esté en la lista de cosas prohibidas no significa que no se pueda reciclar, en algún sitio. Es posible que tengas que renunciar a la comodidad de la recogida semanal, pero muchas empresas y organizaciones están ideando nuevas formas de mantener más «materiales no reciclables», como los siete siguientes, fuera de los vertederos y en circulación para su uso en nuevos productos.
Las siguientes innovaciones en materia de reciclaje te ayudarán a abordar de forma sostenible más desechos de la vida. (Consulta Earth911.com para conocer otras opciones de reciclaje). ¿Qué mejor manera de reducir los 230 millones de toneladas de basura que los estadounidenses desechan cada año y garantizar que se consuman menos materias primas vírgenes?
Tabla de contenidos
1. Las bolsas de plástico del supermercado y los envases de los productos
Problema: Parece que cada vez que te das la vuelta has acumulado otro montón de bolsas de plástico de la compra, envoltorios de comida y bolsas de la tintorería. Lamentablemente, no hay muchos municipios que reciclen este tipo de plástico porque no suele estar lo suficientemente limpio y seco después de estar fuera en su contenedor de la acera, y también porque las bolsas y láminas de plástico tienden a quedar atrapadas en los equipos de reciclaje. ¿El resultado? La mayoría de los 500.000 millones de bolsas de plástico y las montañas de envoltorios de productos que se utilizan en todo el mundo cada año acaban en los vertederos o en los océanos, donde pueden pasar 300 años descomponiéndose en partículas tóxicas que contaminan el medio ambiente.
Solución: Afortunadamente, este tipo de plástico es reciclable y puede transformarse en muchos productos, como madera compuesta, tuberías e incluso bolsas nuevas. Para asegurarte de que tus envoltorios y bolsas de plástico renacen, busca un recipiente de reciclaje en tu supermercado patrocinado por el Programa de Acción para el Reciclaje de Envoltorios (WRAP). Además de las bolsas de plástico de la compra, también puedes depositar las bolsas de pan limpias, los envoltorios de papel de cocina y de papel higiénico, las bolsas para guardar sándwiches, los sobres de plástico para envíos, los envoltorios de muebles y de aparatos electrónicos y otros films de plástico.
2. Corchos de vino
Problema: Seguro que reciclas tus botellas de vino, pero ¿qué pasa con los corchos? Lo más probable es que los tires. Puede no parecer un gran problema, pero el corcho es en realidad un importante recurso renovable que puede reutilizarse fácilmente. De hecho, utilizar y reciclar el corcho natural ayuda a mantener productivos y prósperos los bosques de corcho recolectados ecológicamente. Estos tesoros medioambientales, situados sobre todo en Europa, son tremendos centros de biodiversidad (que albergan animales en peligro de extinción como el lince ibérico). Además, absorben millones de toneladas de CO2 y proporcionan a miles de familias una fuente de ingresos sostenible.
Solución: Hay un par de formas de asegurarte de que tus tapones siguen en uso. Una de ellas es llevarlos a un lugar de entrega de Recork.org o enviarlos a la organización para su reciclaje. Recork empezó a recoger corchos de restaurantes, bodegas y particulares en 2007 para convertirlos en nuevos productos, como zapatos, suelos y bloques de yoga. La Alianza para la Conservación de los Bosques de Corcho tiene un programa similar llamado CorkReharvest. Busca buzones de entrega en tiendas de comestibles como Whole Foods, tiendas de vinos, salas de cata de bodegas, restaurantes, hoteles y centros de artes escénicas
3. Ropa y textiles
Problema: Según el Consejo para el Reciclaje de Textiles, el estadounidense medio tira cada año a los vertederos unas 70 libras de ropa y textiles domésticos. Esto equivale a unas 150 camisetas por persona, lo que en conjunto suma 21.000 millones de libras de residuos al año (más del 5% de la basura de los vertederos).
Solución: Aunque es difícil convertir el tejido usado en tejido nuevo, cada vez hay más formas (además de donar la ropa usada a organizaciones benéficas) de mantener las prendas viejas fuera del montón de basura y prolongar su vida útil. Por ejemplo, muchos minoristas de ropa, como Levi’s y H&M; permiten a los consumidores depositar en sus tiendas la ropa no deseada -sea cual sea la marca o el estado- para su reciclaje. La ropa que todavía se puede usar suele venderse en tiendas de segunda mano. Las piezas que no se pueden usar se reutilizan en productos aislantes y acolchados, o las fibras se reciclan para usarlas en ropa nueva. Es posible que tu municipio ofrezca un programa de reciclaje de ropa en la acera, similar a los que ya existen en Southfield (Michigan), en la ciudad de Nueva York y éste que acaba de empezar en Austin (Texas)
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4. Cajas de cartón para pizza
Problema: Seguro que te encanta la facilidad de coger una pizza rápida cuando no tienes tiempo de cocinar, pero desechar la caja de cartón no es tan sencillo. Esto se debe a que, una vez que la grasa o las partículas de comida empapan el cartón, no pueden separarse de las fibras de papel durante el proceso de reciclaje. Como resultado, millones de cajas de pizza acaban siendo desechadas.
Solución: la Universidad Estatal de Carolina del Norte ha desarrollado una forma ecológica de abordar este problema: un programa de compostaje de cajas de pizza. Lanzado en 2014, la universidad ha recogido desde entonces miles de cajas al año en contenedores especialmente señalizados situados en el campus y las ha convertido en abono rico en nutrientes. Los estudiantes también pueden convertir en abono sus platos de papel, servilletas y restos de pizza. Si no vives en el campus de la NCSU, prueba a compostar las cajas de pizza y otros productos de papel en casa, rompiéndolas en trozos pequeños, incluidas las partes grasientas, y tirándolas al compostador.
5. Envases de yogur, tarrinas de margarina y otros productos de plástico del nº 5
Problema: Aunque muchos plásticos se aceptan fácilmente para su reciclaje -como el nº 1 (PETE), que incluye las botellas de plástico de refresco, y el nº 2 (HDPE), utilizado en los envases de leche y lejía- es más difícil encontrar recicladores que acepten los plásticos nº 5 (también conocidos como polipropileno). Los productos de plástico llevan un símbolo de reciclaje con un número del 1 al 7 en su interior que indica el tipo de resina utilizada. En la lista de plásticos #5 difíciles de reciclar están las tarrinas de humus, los recipientes para almacenar alimentos y los utensilios de plástico. La mayoría acaban en los vertederos, donde pueden tardar siglos en descomponerse.
Solución: Una forma de reciclar tus #5 es a través del programa Gimme 5 de Preserve Products. Deposita tus envases limpios en los contenedores Gimme 5 de los establecimientos participantes (principalmente Whole Foods Markets y otras tiendas de alimentación) o envíalos por correo a Preserve utilizando una etiqueta de envío imprimible. La empresa convierte los envases viejos en nuevos productos, como cepillos de dientes y maquinillas de afeitar que pueden devolverse después de su uso para su reciclaje.
6. Azulejos de porcelana
Problema: Revestir tus suelos puede revitalizar y dar luminosidad a baños, cocinas y otras habitaciones, pero puede ser difícil encontrar nuevos usos para los viejos azulejos de porcelana arrancados durante las reformas. Esto se debe a que el proceso de cocción hace difícil volver a triturar las baldosas hasta convertirlas en polvo cerámico para utilizarlas en nuevos productos de porcelana. Como resultado, cada año se acumulan en los vertederos montañas de baldosas instaladas anteriormente, así como baldosas nunca utilizadas que están dañadas o son inservibles.
Solución: Crossville Inc., un fabricante de azulejos de Tennessee, ha creado una forma de convertir los azulejos de porcelana cocidos en materia prima para crear nuevos azulejos. En 2009, lanzó su Programa de Recuperación de Baldosas, que ha desviado decenas de millones de libras de baldosas cocidas de los vertederos y ha disminuido la propia demanda de materias primas de la empresa. Crossville acepta sus propias baldosas previamente instaladas y sin usar, así como baldosas usadas de otros fabricantes, siempre que se sustituyan por baldosas de la marca Crossville. Participar es gratuito, pero se pagan los gastos de envío.
7. Perchas de alambre
Problema: Si eres como la mayoría de los estadounidenses, tu armario alberga un considerable alijo de perchas de alambre sin usar. La mayoría son restos de la tintorería. En conjunto, las tintorerías estadounidenses utilizan más de 3.000 millones de perchas metálicas al año, suficiente acero para fabricar unos 60.000 coches. La mayoría de los municipios no aceptan las perchas metálicas para el reciclaje en la acera porque los extremos curvados pueden atascar el equipo de reciclaje. En consecuencia, la mayoría de las perchas metálicas acaban llegando a la basura.
Solución: Intenta devolver las perchas donde las conseguiste: en tu tintorería local. Cada vez son más los establecimientos que las reutilizan o las envían a un distribuidor de chatarra. Si tu tintorería no acepta perchas viejas, encuentra una en tu zona que lo haga a través del programa de reciclaje de perchas del Instituto de Limpieza y Lavandería.