Considerado uno de los paisajes más fotografiados de Estados Unidos, La Ola es una formación rocosa de arenisca en Coyote Buttes, cerca de la frontera entre Arizona y Utah. Cada año, los excursionistas se pelean por conseguir uno de los pocos permisos que se conceden para entrar a ver esta formación. Sólo se permiten 20 excursionistas al día, y decenas de miles de personas solicitan cada año ser uno de esos afortunados excursionistas. ¿Pero cómo es posible esta extraña y surrealista belleza?
Hay dos grandes valles: el primero tiene 62 pies de ancho y 118 pies de largo, y el segundo tiene 7 pies de ancho y 52 pies de largo. Las fosas se formaron primero por la erosión del agua, a medida que la escorrentía tallaba más y más profundamente la piedra de la era jurásica. Pero a medida que la cuenca de drenaje que alimentaba el agua a las fosas se redujo, el flujo de agua cesó, y la fascinante formación -con escalones y contrahuellas cortados en lo alto de las escarpadas paredes de arenisca- ha continuado completamente a través de la erosión del viento al canalizarse a través de las fosas.
El resultado de esta lenta y constante alteración de la antigua arenisca por los elementos es una de las vistas más espectaculares del suroeste. Si alguna vez eres una de las pocas personas que consiguen un permiso para salir de excursión y ver la formación, los mejores momentos para fotografiarla son los del mediodía a la media tarde, cuando hay pocas sombras. Si tienes mucha suerte, puede que llegues después de la lluvia, cuando se han formado charcos llenos de renacuajos y gambas, que reflejan La Ola como un espejo impecable.